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Moda reciclada y sostenible para homenajear a Sorolla

La diseñadora Alba García crea 23 piezas con tejidos reciclados y complementos hechos con piel de pescado y microplásticos

Pieza de la colección Sorolla.

Pieza de la colección Sorolla. / Levante-EMV

Amparo Barbeta

La pandemia se convirtió para Alba García en una oportunidad. Ella, en un mal momento, se rebeló y se dedicó a explorar sobre materiales y reutilización de recursos para crear ropa y complementos de moda. "Mientras otros se hundían y pasaban el día lamentándose, yo me tomé la crisis como una oportunidad para explorar otras cosas. Soy de las de ‘Al mal tiempo buena cara", explica la valenciana. Su idea, explica, era crear una firma con la que contribuir en un modelo alternativo de moda responsable

Y así nació Cache Croche, de la que es propietaria y diseñadora. "Analicé cómo se elaboraban tradicionalmente los complementos y busqué cómo ", afirma García. También estudió cómo aprovechar la piel del salmón, que se desecha en la industria alimentaria, para crear complementos. "Se me ocurrió que podría ser una buena idea transformar microplásticos y piel de pescado en materia prima para joyas, dándoles una segunda vida y reduciendo la contaminación ambiental". Sus experimentos se materializaron, en parte, en una exclusiva colección de mascarillas realizada en piel de dorada, trucha o salmón. Idea que, más tarde, trasladó a otro tipo de complementos.

Además de confeccionar piezas exclusivas -como la americana que creó para Antonio Banderas en su función "Company"-, Alba acaba de finalizar uno de sus proyectos más ambiciosos: 23 trajes realizados en tejidos reciclado en los que versiona 23 cuadros de Sorolla. "Sorolla es mi inspiración y siempre me ha interesado por sus texturas y sus colores", afirma García a la que, en este proyecto, han ayudado alumnos de la escuela de moda Cànem, de València, el alumnado de EASD, de Bellas Artes de la UPV y de Salesianos. 

Diseño con material reciclado en homenaje a Sorolla.

Diseño con material reciclado en homenaje a Sorolla. / Javier Fiz

Valor al producto

Premio Europeo de Tecnología e Innovación, de la Asociación Europea de Industria, Tecnología e Innovación (AETI) y Premio Nacional a la Moda y a la Excelencia Empresarial Prenamo, entre otros reconocimientos, la valenciana trabaja en colecciones cápsula, a medida y bajo pedido. U

manera de practicar la Slow Fashion que aporta valor al producto. "Apuesto por la moda lenta, no trabajo con stock porque genera residuos. Los clientes entienden que los materiales y los productos que fabrico son de calidad, a medida, que les van a durar 50 años. Son piezas únicas. La concienciación que existe ahora con el medio ambiente exige cambiar hábitos de consumo. El cliente ya no quiere ropa de usar y tirar y apuesta por prendas que se sustenten en el tiempo", apunta la diseñadora, también creadora del primer aderezo de fallera hecho con plástico reciclado. Joya que, por cierto, lució la Fallera Mayor de Valencia 2022, Carmen Martín.

Alba Garcia, diseñadora de Cache Croche, rematando una pieza.

Alba Garcia, diseñadora de Cache Croche, rematando una pieza. / Cache Croche

 Y es que, lo de innovar se le da bien a Alba, que fue premiada en 2018 por crear con impresoras 3D, corsés, zapatos y bolsos, y lanzar una colección de tejidos inteligentes que, con la luz cambiaban de color. Piezas, con tejidos del futuro, que la llevaron a desfilar en la Madrid Fashion Week

La startup forma parte de los programas de Col·lab, la aceleradora pública del centro de innovación Las Naves, del Ayuntamiento de Valencia.