LA VIDA CONTIGO

¿Cómo lidiar ante un suspenso en una oposición?

La frustración es inevitable cuando no se logra una plaza, pero conviene volver a insistir en lugar de recrearse en el fracaso

Este nuevo concurso-oposición para el cuerpo de maestros comenzará en el mes de junio. GREGORIO MARRERO

Este nuevo concurso-oposición para el cuerpo de maestros comenzará en el mes de junio. GREGORIO MARRERO / Gregorio Marrero

"Cuando suspendí se me vino el mundo abajo", confiesa Sandra, una opositora que se presentó en la pasada convocatoria a las oposiciones de maestros de Educación Infantil con la esperanza de que una de las 2.737 plazas convocadas fuera suya. No lo consiguió y en el ambiente palpitó su decepción por haberse fallado. "Otro año más que tiro a la basura estudiando", añade Pilar, opositora para entrar en la carrera judicial. "Era la quinta vez que me presentaba a la oposición de Policía Nacional y otra vez que no apruebo, es injusto", se queja Santiago tras no conseguir superar la entrevista personal en el proceso selectivo.

No es fácil encajar un suspenso en las oposiciones tras la dedicación, esfuerzo y trabajo que conlleva horas de estudio, práctica y de hincar los codos. "Preparamos las oposiciones para mejorar nuestra calidad de vida, es natural llenarnos de ilusiones durante el tiempo de preparación y si, por el motivo que sea, al final no sacamos plaza, la frustración es inevitable", sostiene Rafael Montes, creador y director de la academia de profesores y profesoras de Geografía e Historia (aGeH) a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

Es inevitable un tiempo para asimilar la decepción. Sin embargo, no debemos recrearnos en el malestar y la desazón. El abogado y preparador de oposiciones Emilio Cabrera recuerda en su primer libro, El camino del opositor, que no es un fracaso, sino que es parte del camino: "Los que caminan hacia adelante son los que aprueban. Cuando insistimos conseguiremos el sí". De hecho, suspender un examen es el paso previo a aprobarlo y si se abandona es cuando realmente el fracaso llama a la puerta. "O se intenta o se aprueba. Una oposición no se suspende, se insiste hasta que se obtiene el aprobado", agrega Luis Tobajas, autor del libro Oposición triunfo.

Análisis introspectivo

La preparación para acceder a la Administración Pública es una carrera de fondo y conlleva calma y tempestad al mismo tiempo. David Fuentes consiguió aprobar dos oposiciones para el cuerpo de Bomberos AENA y la oposición de Bomberos de la Comunidad de Madrid y gracias a su experiencia divulga consejos sobre la preparación de oposiciones a través de sus redes sociales. En sus conferencias recomienda que, tras un suspenso, se haga un trabajo de análisis para dar respuesta a preguntas incómodas como por ejemplo: ¿Qué ha pasado o por qué he suspendido?

La finalidad es que sea un "suspenso productivo", es decir, que se aprenda de ello para evitar que se repita en la próxima convocatoria. Preguntarse si realmente esta era nuestra convocatoria, porque quizás no se estaba lo suficientemente preparado y era precipitado. Quizá la próxima, en la que hasta los simulacros de examen lo confirman, sea la definitiva.

Andrea lleva tres años preparándose para ser economista del estado. Ya desde su primer suspenso supo gestionar sus emociones. "Tenía dos opciones: hundirme y verlo como un fracaso o, por el contrario, estar satisfecha con lo que había conseguido hasta el momento". Por eso, decidió tomarse un descanso y analizarlo con perspectiva para así conocer los puntos débiles, hacer un esquema y corregir fallos. "Hay más opositores que están en mi situación e, incluso, llevan más tiempo preparándolo, así que no voy a boicotearme y voy a escucharme", añade. Aceptar, digerir, recargar pilas y cuando uno esté listo, volver a por otra nueva etapa.

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Alumnos en un examen. / EPE

Afortunadamente hay una alternativa, que es saber que lo hemos hecho bien. Es decir, que de entre todas las opciones que tuvimos durante el tiempo que preparamos oposiciones hicimos lo correcto: estudiamos bien los temas que seleccionamos, nos preparamos con ganas y disfrutamos el proceso de aprendizaje. "Esta actitud es mucho más eficiente", asevera Montes. Ese es el mayor logro de cualquier persona opositora: que una vez se haya examinado se sienta satisfecha con el trabajo realizado.

En este sentido, para seguir en ese proceso después de recibir un suspenso se debe identificar el motivo por el que no hemos aprobado y conocer en qué se debe trabajar a partir de ahora. Para ello, es recomendable recurrir a la estrategia de los '5 porqués', un método basado en la realización de preguntas que buscan explorar la causa-efecto de un suceso o problema concreto.

Fase de duelo

Cada uno necesita su tiempo para asimilar lo ocurrido. Pero hay que esquivar la procrastinación a la vuelta al estudio. "No lo abandones y regresa lo antes posible", recomienda Fuentes. No obstante, para retomarlo con buena actitud se debe asimilar previamente qué está pasando y qué ventaja puedes encontrar en la fase de duelo. Por ejemplo, es un momento para preguntar a los opositores que han aprobado cómo lo han conseguido. Dar respuestas realistas a preguntas incómodas sirve para aprender del proceso y salir del bache emocional al que uno se enfrenta tras ese suspenso.

La teoría de las 5 fases del duelo de la psiquiatra Elisabeth Kübler-Ross es uno de los modelos psicológicos más nombrados en todo el mundo. Estos cinco periodos son la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación que se producen en mayor o menor grado siempre que sufrimos una pérdida. En esta ocasión, es la de convertirse en funcionario. Por su parte, Fuentes añade que esta fórmula puede expresarse como NARDA (negación, angustia, regateo, depresión y aceptación).

5 fases del duelo Elisabeth Kübler-Ross.

5 fases del duelo Elisabeth Kübler-Ross. / Andrea San Martín

Cómo mantener las ganas de estudio

Una vez que se tiene presente que hay muchos caminos en la vida y que uno de ellos es la oposición, se consiga o no aprobar el examen, ya tenemos mucho trabajado. "Ser consiente del motivo por el que se está opositando" y así, no perder la motivación, simplifica Tobajas.

¿Qué estoy haciendo hoy, para qué va a servir y cuál es el propósito? El autor de la obra Oposición Triunfo, que recorre los 360 grados que rodean la vida de quien oposita, explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que para mantener esa motivación constante en la organización de estudio es importante buscar metas a corto plazo. Es decir, imponerse pequeñas recompensas cada semana o mes en caso de haber cumplido con el reto establecido. Un ejemplo podría ser no fallar ningún día de asistencia a la academia o hacer correctamente los ejercicios sin fallar ninguna respuesta. Si se consigue, hay premio.

Por otro lado, para continuar con el aprendizaje y la fase de preparación hay que evitar estar en modo 'necesito que ocurra', porque cuando se viven las oposiciones así se experimenta mucho estrés y mucha preocupación.

"Esta situación, de hecho, nos hace menos eficientes", defiende Montes. Entonces se convierte un posible resultado favorable en una necesidad. Dejemos de preocuparnos en exceso por la nota y comencemos a trabajar el desapego al resultado. Porque cualquier desenlace que no sea exactamente el que se desea genera sufrimiento, "se convierte en un golpe, es una gran decepción".

Se trata de no convertir nuestras expectativas en auténticas necesidades. ¿Y cómo se consigue? Con una buena preparación interna de que nuestra vida no depende de un aprobado, si no se consigue, hay que seguir probando o bien, elegir otro rumbo, pero por nuestra salud mental hay que estar preparados para cualquier circunstancia.

Ganas de futuro

Si mantenemos el compromiso en la preparación, al final la oposición se aprueba. "Yo lo sé perfectamente, porque lo he visto muchísimas veces. Sencillamente hay que perseverar, pero hay que perseverar de manera focalizada", vuelve a incidir el director de la academia de profesores y profesoras de Geografía e Historia (aGeH).

Si en un año alcanzas un determinado nivel en la preparación y no dejas de estudiar, entonces consigues mantener ese valor de estudio. El objetivo es subir de nivel en el siguiente examen: más temas, más capacidad analítica, más prácticas… Todo hasta conseguir que el resultado no dependa únicamente del factor suerte.