LA VIDA CONTIGO

'Nepo babies': estos padres también se aprovecharon de la fama de sus hijos

Progenitores de numerosos personajes que se han convertido en figuras públicas aprovechando la popularidad de sus vástagos para sus propios intereses

La cantante Rihanna, en una fotografía de archivo.

La cantante Rihanna, en una fotografía de archivo. / EFE/Caroline Brehman

P.T.

Antes de que sus hijos saltaran a la fama (y en muchos casos, ni siquiera después), prácticamente nadie sabía quién era Ronald Fenty. O Jamie Spears. O Mathew Knowles. Si hoy en día estos nombres son conocidos para parte del público, eso se debe exclusivamente a que han sabido usar la popularidad que han obtenido sus descendientes para sus propios fines. Y, generalmente, de un modo egoísta que pocas veces ha redundado en beneficio de sus hijos.

Rihanna denunció hace unos años a su padre, Ronald Fenty, asegurando que había usado su nombre para que la compañía de entretenimiento de la que es cofundador se viera favorecida. Además, hizo público que Fenty había firmado contratos para varios conciertos en distintas partes del continente americano, además de que contaba que era administrador de la marca de la cantante, Roc Nation.

Algo incluso peor le sucedió a Amy Winehouse. Mitch Winehouse fue un padre ausente durante buena parte de la vida de la artista, pero cuando ésta alcanzó el éxito, inmediatamente reapareció para usar esa fama para lanzar su propia carrera musical. No contento con ello, obligó a la cantante a llevar a cabo actividades de promoción y marketing que no quería hacer y filmó un documental sobre su vida, en el que aparecen imágenes durísimas. Un buen ejemplo es la visita que Mitch le hizo a su hija cuando ésta estaba en la isla de Santa Lucía en una clínica de desintoxicación debido a su adicción a las drogas. El hombre, ni corto ni perezoso, se llevó a la cantante tras asegurar que ya estaba bien y que no necesitaba más ayuda. Más tarde se hizo obvio que su objetivo era exclusivamente que Amy no cancelara varios conciertos que estaban programados para poco tiempo después. La artista murió en julio de 2011, pero incluso tras su fallecimiento Mitch creó un espectáculo en el que ella actuaba como holograma.

Una exposición de fotos con un retrato de Amy Winehouse.

Una exposición de fotos con un retrato de Amy Winehouse. / Agencias

Otra historia muy cruda es la que involucra a Macaulay Culkin. El actor aún era jovencísimo cuando sus padres, Christopher Cornelius Culkin y Patricia Brentrup, se divorciaron, pero ya le había dado tiempo a ser el niño mejor pagado de Hollywood. Su padre y su madre, desde luego, no tuvieron ningún problema moral a la hora de repartirse el dinero que había ganado Macaulay cuando se separaron. Su madre lo obligó después a trabajar en varias películas en contra de la voluntad del menor, algo que su padre aprovechó para conseguir la custodia... y hacer exactamente lo mismo que había hecho su exesposa. Harto de ellos, Macaulay se retiró de la actuación cuando apenas contaba 15 años, e incluso inició un proceso legal para que sus padres no pudieran tener acceso a sus ahorros.

Aunque actualmente Beyoncé es una estrella absoluta, en su juventud formó parte del grupo Destiny's Child. Su padre, Mathew Knowles, había instruido con severidad a su hija en baile y canto, y cuando se creó la formación ocupó el puesto de manager. A pesar de la corta edad de las componentes del grupo (Beyoncé tenía 17 años cuando Destiny's Child publicó su primer disco), varios testigos han asegurado que Mathew sexualizaba su imagen, así como la de su amiga Kelly Rowland. En 2011 la artista descubrió que su padre había estado robándole, de forma que lo despidió y cortó el contacto con él.

Beyoncé con la palabra 'Feminist' de fondo en letras gigantes, en un concierto en 2014. 

Beyoncé con la palabra 'Feminist' de fondo en letras gigantes, en un concierto en 2014.  / ARCHIVO

También Eminem ha contado abiertamente la tormentosa relación que mantiene con su madre, Debbie Nelson. A diferencia de otros casos, la progenitora del rapero, que lo crió en solitario ya que su padre los abandonó, no aprovechó la fama de su hijo para sacar partido de su popularidad. Lo que hizo fue dañar su imagen todo lo que pudo, escribiendo un libro en el que ensuciaba su nombre y demandándole. No obstante, la situación cambió a raíz de que se le detectara un cáncer. Quizá arrepentida, habló con su hijo y trató de reconciliarse. El rapero pagó el tratamiento médico y unos años después acabó escribiendo una canción, 'Headlights', como forma de pedirle perdón a su madre.

Niños Disney

Por otro lado, ha habido varios 'niños Disney' que se han apartado del camino más seguro y han coqueteado con las drogas y la polémica. Miley Cyrus es un ejemplo, pero el más sonado es, sin duda, Lindsey Lohan. Desde que en 1998 consiguiera el papel protagonista de 'Tú a Londres y yo a California', la vida de la artista fue viniéndose abajo en lo personal, mientras que en lo profesional se convertía en una de las niñas mimadas de Hollywood. Y buena parte de la culpa la tuvo su madre, Dina Lohan, que adoptó el papel de manager de su hija. Dina se llevó a Lindsey de fiesta, emborrachándose juntas en lo que terminó convirtiéndose para la joven en una seria adicción al alcohol. Su padre, Michael Lohan, consideró que era su oportunidad para pedir la custodia de su hija, pero no hizo nada por enderezar el rumbo de la actriz. Ambos progenitores se enzarzaron en una competición por ver quién explotaba más la imagen de Lindsey. Dina contrató cámaras para que grabaran sus visitas a los centros de rehabilitación donde su hija intentaba recuperarse de sus adicciones, mientras que Michael tampoco dudaba en venderle a la prensa sensacionalista sus conversaciones privadas con la artista.