Un testigo destapa irregularidades en las obras de la Guardia Civil: "Se compensaba la factura con otra cosa"

Un testigo del ‘caso Cuarteles’ que trabajaba en la Oficina de gestión económica de la Comandancia de la Guardia Civil de Ávila destapó durante su interrogatorio las presuntas irregularidades en la gestión de las facturas de las obras realizadas en los 27 acuartelamientos de la provincia por parte de la supuesta trama. Según su testimonio ante el juzgado de instrucción número 3 de Ávila, cuando en un acuartelamiento no se ejecutaban todos los trabajos previstos “se compensaba la factura con otra cosa".

“Si en un cuartel no se iba a gastar el dinero que se debía invertir, sí dijeron que iban a arreglar un pabellón o en otro cuartel invertir más dinero. Es decir, compensar un cuartel que pinte poco con otro que pinte mucho”, señaló el cabo ante el juez de Ávila que inició la causa, que tras ser imputado el teniente general Pedro Vázquez Jarava instruye la jueza de Madrid María Isabel Durántez. “Las facturas venían por defecto y no se ajustaban a esos cambios”, completó el cabo, que precisó que este procedimiento “no era muy normal”.

En su declaración desveló que se organizó una reunión con el teniente coronel Carlos Alonso y el constructor canario Ángel Ramón Tejera de León, alias 'Mon', ambos imputados en la trama por malversación y cohecho, para ver cómo se iban a gestionar los contratos de las reformas de los cuarteles después de que llegara un dinero extraordinario de 120.000 euros. La partida procedía de la Subdirección General de Apoyo de la Guardia civil, dirigida por el teniente general Vázquez Jarava, y que, según la investigación de Asuntos Internos, habría recibido prebendas del constructor a cambio del presunto trato de favor.

Anticipo de caja fijo

“Como no se podía gestionar en un contrato grande a final de año había que gestionarlo como anticipo de caja fija y gastarse un dinero en cada cuartel”, señaló durante su declaración ante el juzgado de Ávila, según los audios a los que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, sobre lo acordado en la reunión. De acuerdo a su testimonio, el cabo transmitió a sus superiores que iba a ser complicado gastar tanto dinero en las reformas en ese ejercicio, ya que era noviembre cuando llegó la partida presupuestaria.

“A estas alturas es complicado. Hay que pagar dietas, y todo…”, explicó que les dijo a sus superiores, que le respondieron, en concreto el teniente coronel Alonso, que era el jefe de la comandancia, que sí era posible: “Lo sacamos adelante”.

En esa reunión, que el teniente coronel Alonso abandonó pronto, al constructor canario, “que venía ya para pintar”, se le dio la relación de los cuarteles y “lo que se iba a invertir en cada cuartel para pintura”. Al ser obras de anticipo de caja fija se decidió que fueran menos de 5.000 euros por actuación, porque era la única forma de hacerlo por ese procedimiento. El testigo dice que nadie determinó ese aspecto, sino que era la única forma de poder gestionarlo. “No recuerdo quién lo dijo, pero se decidió así en esa reunión porque era la única forma de hacerlo”.

"Varias remesas"

En algunos casos, se facturaba “el mismo día que empezaba la obra” para reponer el dinero en la cuenta de la Comandancia porque había “que seguir pagando las obras que faltaban”. El testigo aseguró que creía que el empresario trajo las facturas a la Comandancia “en varias remesas”.

De acuerdo al relato del cabo ante el juzgado de instrucción número 3 de Ávila, durante ese periodo de las reformas en 27 cuarteles de la provincia -en el último semestre de 2016 y el primero de 2017- hubo quejas ya acerca de que las obras no se correspondían con lo acordado con el constructor.

La Comandancia de la Guardia Civil de Ávila es una de las trece cuyas obras menores de pintura adjudicadas al empresario canario Tejera de León, por un valor superior a los tres millones de euros, están bajo sospecha.