EL PERIÓDICO DE ESPAÑA ACCEDE A LOS AUDIOS DEL CASO CUARTELES

Un testigo revela el poder del empresario de Cuarteles en la Guardia Civil: "Venía con las facturas hechas"

Un alto cargo en Ávila revela que le entregó un dosier al constructor Tejera de León con las obras necesarias en la comandancia de Ávila

El caso investiga la presunta adjudicación irregular de más de 3 millones de euros

CASO CUARTELES | "Yo me sorprendí porque trajera la factura ya preparada"

PI Studio

Un testigo del caso Cuarteles ha desvelado, en las declaraciones a cuyos audios ha tenido acceso en exclusiva EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, el poder que tenía el empresario Ángel Ramón Tejera de León dentro de la Guardia Civil. "Yo me sorprendí [cuando vino a la comandancia de Ávila] porque trajo las facturas hechas, y así se lo transmití al teniente coronel Carlos Alonso, porque no sé cómo podía saber ese señor [lo que iba a facturar] (...). Me dijo que no me preocupara, que de las facturas ya se encargaba él", explica el entonces alto cargo de la comandancia en Ávila, que llegó a entregarle un dosier al empresario con las obras necesarias en los cuarteles para ver si le ayudaba a ascender dentro de la Benemérita.

Ángel Ramón Tejera de León, alias Mon, es el empresario sobre el que gira el caso Cuarteles. Sobre él y sobre su supuesta asociación con el teniente general Pedro Vázquez Jarava, ahora retirado, pero que en el momento de la adjudicación presuntamente irregular de más de 3 millones de euros en 13 comandancias era una de las cuatro personas con más poder dentro de la Guardia Civil. Entre esos acuartelamientos, Ávila, la provincia donde se destapó el caso, donde se hicieron obras por valor de 120.000 euros y la única donde se han realizado peritajes hasta la fecha.

Allí, en 2016, Mon se presentó con un "taco" de facturas por obras que todavía no había siquiera empezado a hacer. "A los acuartelamientos llegó directamente con las facturas hechas. No se llegó a ningún acuerdo. Vino cuatro o cinco veces a Ávila y se reunió a solas con el teniente coronel o con miembros de la Unidad de Gestión Económica", planteó el testigo ante el juez. Alonso, jefe de la comandancia, asegura, sin embargo, que solo se vio dos veces con Mon.

Un dosier con las obras necesarias

En el momento en que llegó a su cargo como jefe de Personal y Apoyo de la comandancia de la Guardia Civil en Ávila en octubre de 2016, justo cuando se estaban ejecutando gran parte de las obras investigadas en el caso, el testigo asegura que recibió un dosier. En él, constaban todas las obras que hacían falta en los cuarteles de la provincia y lo que se estimaba que supondría acometer cada una, un documento que podía resultar muy valioso a quienes quisieran contratar con el Cuerpo.

"Una vez vine a verlo a Madrid con la intención de hacerle entrega de un dosier con las obras que hacían falta en Ávila (...). Ese hombre presumía de que tenía muchos contactos con la dirección [de la Guardia Civil], y el teniente coronel me dijo que si le entregábamos el documento alguna que otra obra conseguiríamos por vía alternativa saltándonos el conducto normal", explicó el testigo, que reconoce que no tenía una buena relación con Alonso y que tenía sus propios intereses para con Tejera.

"Yo estaba esperando ascender y él decía que tenía muchos contactos"

"Alguna que otra llamada y conversación de WhatsApp intercambiamos, pero vamos, sobre aquello, es que yo en aquel momento estaba esperando ascender y salir destinado. Como él decía que tenía muchos contactos y se me ofreció una vez por si necesitaba algo... Recuerdo que una vez le comenté acerca de una comisión de servicio que había salido a ver si podía hacer algo, pero luego le dije que no porque iba a tener una hija", aseguró, como se puede escuchar en los audios.

Según las declaraciones a las que ha tenido acceso este periódico, las raíces de Tejera de León se hundían profundo en la Benemérita a nivel nacional. De hecho, él mismo lo explicó en su testifical ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Ávila: "Conozco al teniente general Vázquez Jarava, pero como conozco a todos los demás, es decir, yo llevo 25 años entrando en la dirección general de la Guardia Civil. Los conozco a todos, a todo el mundo: cabos, comandantes, coroneles, tenientes y generales".

Ese poder le servía, según se desprende de esas declaraciones, para que le resultase más fácil conseguir obras con la Guardia Civil. Si Tejera de León habla de "confianza" ganada durante más de dos décadas de cumplir con lo que prometía, el testigo habla más de un intercambio de favores, porque, al saber este que tenía contactos entre la cúpula de la Guardia Civil —"él sabía qué generales iban a ascender"—, le dijo que “a ver si podía estar en un destino mejor que en otro”.

Relación con Jarava

Dentro de esa rueda de intereses cruzados, el testigo asegura que él no tuvo ningún contacto directo con el teniente general Pedro Vázquez Jarava, al que la investigación de Asuntos Internos de la Guardia Civil acredita una relación de amistad con Tejera de León. Él, sin embargo, intentó rebajar ese contacto: "Le puedo nombrar a seis o siete altos mandos de la Guardia Civil con los que tengo más relación que con él".

Aun así, en la investigación constan, por ejemplo, viajes a las finales de la Champions del Real Madrid en Cardiff y Milán pagadas por Mon y disfrutadas tanto por él como por Jarava y sus familiares. En otra ocasión, la nota que recibió al hijo de Jarava y a su acompañante en el Hotel Lani's Suites de Luxe de Tías (Lanzarote) decía "Moët a la llegada", "pagado por un amigo". El amigo, supuestamente, era Tejera.

Esclarecer la relación entre Jarava y el empresario canario y si las adjudicaciones a este acabaron reportándole algún beneficio al teniente general de la Guardia Civil es lo que está intentando discernir ahora mismo la investigación, que maneja como posibles delitos la malversación de caudales públicos, el cohecho y la falsedad en documento oficial.

Por su parte, en su declaración a preguntas de la fiscal, el teniente coronel Alonso reiteró en todo momento que la propuesta para contratar a las empresas de Tejera de León procedió del teniente general Vázquez Jarava. Sin embargo, al ser interpelado de forma directa por la representante del Ministerio Público, el teniente coronel declaró: “Es una recomendación, pero en ningún momento es una orden”.

"No fue una orden"

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Al ser interpelado por el juez acerca de la entrega del dosier a Tejera de León en Madrid, el teniente coronel se mostró visiblemente contrariado contra el testigo, quien había asegurado que mantuvo el encuentro con el constructor tras recibir una orden directa del propio Alonso: "Esa orden nunca existió [...] No sé qué pintaba el comandante en Madrid, sinceramente, nunca me informó, no tiene sentido estar en Madrid y menos con un contratista. Lo que manifiesta él es mentira, ni le di la orden de que se lo diera al contratista, ni mucho menos que lo hiciera en Madrid, que no pinta nada el comandante de Ávila haciendo gestiones en Madrid".

Al insistir el magistrado de Ávila en trasladar la versión del testigo, que había responsabilizado a Alonso de las relaciones con el constructor, este negó que le hubiera encomendado informar a Tejera de León sobre las necesidades de los cuarteles: "En absoluto, desconozco y desconocía cuales son las relaciones con nadie de la Guardia Civil, y menos con generales, ni idea, creo que no es de mi competencia y de mi interés, y mucho menos hacerle de conseguidor de nada, nunca autoricé que el comandante tuviera reuniones en Madrid, no autoricé la dieta ni el traslado, lo desconocía totalmente".

Las facturas falsas del pintor

Por otra parte, el caso también investiga la existencia de facturas a nombre de un autónomo que en Ávila no hizo ninguna de las obras adjudicadas a las empresas de Tejera de León. Este explica en su declaración que las hizo así para adelantarle el dinero de una deuda que tenía con él.

Durante su declaración ante el juez de Ávila en mayo de 2019, este autónomo contratado por el empresario lanzaroteño para diversas obras en toda la península, y que también está imputado, reconoció la existencia de facturas supuestamente firmadas por él por obras en diversos acuartelamientos cuya firma no reconocía. "La firma no era la mía, no [estaba] hecha por mí", dijo.

"La firma de esas facturas no era la mía"

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"Era un dinero que me debía a mí, y me dijo que la forma más fácil de cobrar era esa, simplemente", reconoció a preguntas del juez. "Y yo le dije que me daba igual, que me mandara el dinero".

En otro momento de la declaración, y a preguntas de su abogado, el trabajador añade que aceptó esos documentos porque de otro modo no hubiera cobrado por obras realizadas en noviembre hasta final de año. "Yo le decía que hasta final de año no podía estar, porque yo tenía que pagar a la gente con la que estaba trabajando, y los gastos míos de comida y de todo", añadió.

Este trabajador, propietario de una pequeña empresa de un pueblo de Alicante, afirmó no haber pisado nunca los cuarteles de Ávila, y que cuando prestó servicio para 'Mon' lo hizo él solo, aunque a veces si la obra lo requería tenía que contratar él mismo más personal. El adjudicatario de los trabajos ponía a su disposición la pintura, pero nunca a los trabajadores.