Nueva era en la Casa Blanca

Giorgia Meloni, la mandataria que aspira a ser la interlocutora de Trump en Europa

La primera ministra italiana se convierte en la única líder del Viejo Continente en participar en la toma de posesión del republicano después de que se confirmara la ausencia del húngaro Orbán, jefe de un grupo rival en el Parlamento Europeo

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, conversa con el presidente argentino, Javier Milei, en el Capitolio momentos antes de la toma de posesión de Donald Trump.

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, conversa con el presidente argentino, Javier Milei, en el Capitolio momentos antes de la toma de posesión de Donald Trump. / SAUL LOEB / POOL / EFE

Irene Savio

Irene Savio

Uno de los análisis más sarcásticos y visuales ha sido una obra de un artista callejero. Harry Greb, conocido por sus originales grafiti en Italia, ha retratado a una Giorgia Meloni, la mandataria italiana, postrada mientras contempla con admiración al nuevo presidente estadounidense, Donald Trump y a su mano derecha, el multimillonario Elon Musk. En el mural, titulado Optimus y Ventrílocuo y que ha aparecido este lunes en una calle de Roma, también se ve a Emmanuel Macron —ubicado como Meloni en la parte baja de la obra, sugiriendo inferioridad pero igualmente deseo de complacer—, aunque no muchos han prestado atención al presidente francés en Italia.

La explicación tal vez pueda hallarse en la coincidencia temporal. Greb, cuyo verdadero nombre se desconoce, ha elegido hacer pública su obra en el día en el que Meloni se ha convertido en la única mandataria europea en ser invitada y acudir a la ceremonia de juramento de Trump como 47° presidente de EEUU. Reflejo irrebatible de una relación con el republicano que arranca viento en popa.

Hermanos de Italia (HdI), el partido de Meloni, lo ha considerado motivo de festejo y así lo ha querido manifestar en dos gruesos párrafos publicados en la su página en línea. "La presencia de Meloni, única líder europea invitada, demuestra no solamente una relación personal auténtica y fuerte entre los dos líderes, sino también la centralidad, credibilidad y estabilidad de nuestro país", ha opinado Galeno Bignami, líder del grupo parlamentario de HdI en el Congreso italiano.

Fantástica

La propia Meloni, quien visitó Mar-a-Lago a principios de este mes y fue calificada como una mujer "fantástica" por Trump, había confirmado días atrás haber recibido la invitación, aunque su equipo solo dijo en el último momento que la mandataria efectivamente acudiría al evento (el pasado viernes una de sus portavoces, preguntada por este diario, respondía que "aún" no se había decidido). 

La razón de esto se desconoce, pero la participación de Meloni coincide con otra circunstancia: la ausencia del primer ministro húngaro, Viktor Orbán. Sobre su participación había habido cierta especulación pero la no presencia del mandatario húngaro fue finalmente confirmada el miércoles de la semana pasada por uno de sus portavoces, Zoltan Kovacs, en la red social X. 

"Orbán no asistirá al evento. El equipo del presidente Trump, fiel a la tradición, no invitó a jefes de Estado o de Gobierno extranjeros", se justificó Kovacs pocos días antes de que Meloni confirmara que sí iría. El dato que salta a la vista: Meloni es una de las líderes del Partido de los Conservadores y Reformistas (ECR por sus siglas en inglés), mientras que Orbán —junto con la francesa Marine Le Pen, líder de Agrupación Nacional, que tampoco ha asistido— ha creado en la Eurocámara el grupo ultraderechista Patriotas por Europa, un rival interno de Meloni. Una excepción: el jefe de Vox, Santiago Abascal sí ha acudido, pero él no tiene el estatus ni de Meloni ni de Orbán.

Averías

Otras ausencias: la de Matteo Salvini, el líder de la Liga, vicepresidente del Gobierno italiano, quien desde siempre elogia las políticas de Trump y cuya oficina informó que el político se quedará en Italia para atender las múltiples averías que los trenes italianos experimentan desde hace meses. Y también la de Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, con la cual, sin embargo, Meloni habría hablado antes de salir de viaje, según la prensa italiana.

"Justamente para no enfriar la relación con ella [Von der Leyen] habría dudado en tomar una decisión", ha resumido Giulia Merlo en las páginas del diario 'Domani'. No obstante, el objetivo, "en el frente internacional, es consolidarse definitivamente como una interlocutora privilegiada en la corte del nuevo presidente republicano, aceptando una invitación que sin lugar a dudas no ha sido extendida a todos los líderes europeos", ha concluido Merlo. "Estoy aquí para continuar y fortalecer esta relación en un momento en el que los desafíos son globales e interconectados", ha dicho la misma Meloni, en una breve comparecencia.