GUERRA EN UCRANIA

Zelenski califica el ataque a la presa de Jersón de "bomba de destrucción ambiental masiva"

Las autoridades ucranianas evalúan los daños en algunas localidades, mientras otras se preparan para las consecuencias de la crecida del Dniéper

La casa de la cultura de Nova Kajovka, inundada tras la destrucción de la presa.

La casa de la cultura de Nova Kajovka, inundada tras la destrucción de la presa. / ALEXEY KONOVALOV / TASS / REUTERS

EP, EFE

Al menos siete personas han desaparecido tras las inundaciones causadas por la destrucción de la presa de Nueva Kajovka, en el río Dniéper y a 60 kilómetros de la ciudad ucraniana de Jersón.

"Ahora estamos buscando información sobre los desaparecidos pero preliminarmente estas personas también fueron evacuadas de las zonas inundables que dejaron de existir. Había pastores allí... Unas siete personas que sabemos con certeza", ha asegurado el alcalde prorruso de la localidad, Vladimir Leontiev, según recoge la agencia rusa Interfax.

Según el alcalde, los equipos de rescate están "rondando" estos territorios y, aunque el nivel del agua sigue siendo "muy significativo", el nivel del agua en la ciudad ha comenzado a descender.

Según el Gobierno ucraniano, hasta el momento se ha evacuado de las zonas más afectadas por la inundación resultante a más de 1.450 personas de la margen occidental del río Dniéper, en el que se encontraba la presa y que parte en dos la provincia ucraniana de Jersón.

En la orilla izquierda, ocupada por Rusia, los medios rusos hablan de 1.300 evacuados hasta el momento.

Cien mil hectáreas anegadas

Del lado del río bajo control del Gobierno de Kiev el agua de la presa ha anegado ya unas 100.000 hectáreas de terrenos agrícolas, según datos del Ministerio de Agricultura ucraniano, que ha advertido de las consecuencias para la seguridad alimentaria que esto podría tener para una de las regiones más productivas de Europa.

Además, la destrucción de la presa hace imposible el funcionamiento de al menos 31 sistemas de irrigación no sólo de la provincia de Jersón, sino también de las regiones colindantes de Dnipropetrovsk y Zaporiyia. Estos sistemas permitían regar más de medio millón de hectáreas.

Unos 20.000 abonados al sistema eléctrico ucraniano se han quedado sin luz en los territorios del sur de Ucrania controlados por Kiev después de que el torrente de agua liberado por la ruptura de la presa haya anegado 129 subestaciones eléctricas, según informó hoy el Ministerio de Energía ucraniano.

La catástrofe, calificada por las autoridades ucranianas de "ecocidio", también ha tenido efectos sobre el sistema de canalización y distribución de agua corriente. Seis infraestructuras para la depuración de aguas se han anegado según las autoridades municipales de la ciudad de Jersón.

Según el presidente ucraniano,

Volodímir Zelenski

, "cientos de miles de personas se han quedado sin acceso normal a agua potable".

Ante esta situación, el Gobierno ucraniano ha aprobado de urgencia una partida presupuestaria para construir tuberías que lleven agua potable a las regiones que utilizaban la presa para su suministro en el sur del país.

Miles de animales muertos

En el Parque Nacional de Jersón, ocupado por Rusia, miles de animales han muerto como consecuencia de la riada provocada por el desbordamiento de la presa, dijo el alcalde impuesto por Rusia en la localidad de Nueva Kajovka.

En el parque, de más de 80.000 hectáreas, vivían ejemplares de más de 70 especies raras.

Oenegés ucranianas han informado de la muerte de todos los animales del zoo de Nueva Kajovka y de muchos animales de compañía a ambas orillas del río Dniéper.

La oficina presidencial ucraniana ha publicado un vídeo que muestra multitud de peces muertos, presumiblemente como consecuencia del derramamiento de aceite de motor almacenado en la sala de máquinas de la central hidroeléctrica.

Kiev denunció ayer el vertido al río Dniéper y al Mar Negro, en el que desemboca, de al menos 150 toneladas de aceite hidráulico, como consecuencia de una explosión que, según las autoridades ucranianas, sólo pudo haberse producido desde el interior de la sala de máquinas de la central.

Millones de euros en pérdidas

Según el Ministerio de Economía ucraniano, construir una nueva central hidroeléctrica tras los daños irreparables sufridos por la que funcionaba hasta ahora en la zona costaría alrededor de 1.000 millones de dólares (más de 930 millones de euros).

El Ministerio estima el perjuicio causado por la pérdida de recursos hídricos provocada por la catástrofe en unos 50 millones de euros.

Zelenski: "Es una bomba de destrucción ambiental masiva"

Este martes, el presidente ucraniano,

Volodímir Zelenski

, calificó la destrucción de la presa de "bomba de destrucción ambiental masiva", y confirmó que Kiev ya ha denunciado a Rusia por ello ante la justicia internacional.

"La destrucción deliberada de la presa y de otras infraestructuras de la central hidroeléctrica (de Nueva Kajovka) a manos de los ocupantes rusos es una bomba ambiental de destrucción masiva, dijo Zelenski en su discurso a la nación de este martes.

En su alocución diaria a sus ciudadanos, el jefe del Estado ucraniano informó también de que "el fiscal general (ucraniano) ha pedido ya a la Oficina del Fiscal de la Corte Penal Internacional que implique a la justicia internacional sobre la investigación de la explosión en la presa".

Sobre las consecuencias del desastre, que ha provocado la inundación de decenas de pueblos y está obligando a evacuar a miles de personas de la zona, Zelenski destacó los problemas de suministro de agua potable que el desbordamiento podría suponer para varias regiones del sur y el sureste de Ucrania.

El presidente ucraniano aseguró que las autoridades están "haciendo todo lo posible" para suministrar agua potable a provincias como Krivói Rog, Dnipropetrovsk, Jersón, Mykoláiv y Zaporiyia.