Nova Kajovka

Catástrofe sin precedentes en Ucrania: cuatro claves de la destrucción de la presa en Jersón

La catástrofe es colosal: miles de personas deberán ser evacuadas y se teme por la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, aunque el Organismo Internacional de Energía Atómica asegura que "no hay riesgo inmediato". El desbordamiento también afectará gravemente a la producción de alimentos en uno de los mayores exportadores de cereales del mundo

Ucrania acusa a Rusia del ataque a una presa de Jersón

Agencia ATLAS

Ángel Martínez

Cuando Ucrania había pasado al ataque en diversos puntos del frente del Donbás y medio mundo especulaba sobre el comienzo de la largamente esperada contraofensiva ucraniana para acelerar el final de la guerra, la destrucción de la presa de Nova Kajovka, situada en el río Dniéper a su paso por la provincia de Jersón (sur del país), provoca un cambio de escenario en el conflicto. La catástrofe es colosal: miles de personas deben ser evacuadas y se teme por la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, dado que el agua de la presa destruida es necesaria para que la central reciba electricidad para sus turbinas y sistemas de seguridad -aunque el Organismo Internacional de Energía Atómica sostiene que, por el momento, no hay peligro-. El desastre, que tendrá enormes consecuencias medioambientales y para la contraofensiva de Ucrania, está siendo todavía investigado. Kiev no ha tardado en culpar a Moscú mientras el Kremlin acusa a los ucranianos de haber volado la infraestructura.

Cruce de acusaciones y miles de evacuaciones

Ucrania y Rusia se acusan mutuamente de la explosión que ha roto uno de los diques de la Central Hidroeléctrica de Kajovka. Las autoridades militares ucranianas denunciaron a primera hora de este martes la voladura, por parte de las fuerzas rusas, de la presa, ubicada en territorio ucraniano ocupado por Rusia en la provincia sureña de Jersón, lo que ha obligado a iniciar la evacuación de urgencia de al menos 16.000 civiles que viven en la “zona crítica” más expuesta a las inundaciones. La cifra no incluye a los habitantes del territorio controlado por Rusia en el margen oriental de río Dniéper. Rusia, por su parte, señala que no ha habido ataques nocturnos y sostiene que la presa "se ha derrumbado".

La destrucción ha empezado a provocar las primeras inundaciones en pueblos de la zona, según muestran varios vídeos publicados por cuentas de las autoridades ucranianas en redes sociales. A las 15:00 hora local, alrededor de 1.300 personas habían sido evacuadas de las áreas inundadas en la región de Jersón. Se suman a las 900 personas que han sido trasladadas a otros lugares en las zonas bajo ocupación rusa después de que el alcalde impuesto por Moscú en Nova Kajovka, Vladimir Leontiev, decretase el estado de emergencia y la evacuación de tres distritos cercanos a la presa.

El desbordamiento también dañará los sistemas de irrigación de la zona y afectará gravemente a la producción de alimentos, según denuncia la presidencia ucraniana, que habla de consecuencias globales. El sur de Ucrania, uno de los mayores exportadores de cereales del mundo, es conocido por su producción agrícola intensiva. El jefe de la oficina presidencial ucraniana, Andriy Yermak, lo califica como “el peor desastre provocado por el hombre en el mundo en las últimas décadas”. Unas 150 toneladas de aceite hidráulico se han derramado ya en el río Dniéper como consecuencia de la destrucción de la central hidroeléctrica.

Cómo afecta a la central nuclear de Zaporiyia

Los expertos del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que se encuentran en la central nuclear de Zaporiyia (ZNPP) aseguran que "no hay riesgo inmediato para la seguridad nuclear en la planta". "El OIEA está al tanto de los informes de daños en la presa de Kajovka (situada en territorio ocupado por Rusia de la región de Jersón)", señala en un tuit el organismo de la ONU encargado de velar por el uso pacífico de la tecnología nuclear. Los daños sufridos en la presa sí han causado un serio descenso del nivel del agua en el embalse que se usa para enfriar la planta nuclear, que está bajando a un ritmo de 5 centímetros por hora.

El director general del OIEA, Rafael Grossi, precisa en un comunicado que el nivel del agua en el embalse "estaba a unos 16,4 metros a las 8 de la mañana" y que "si desciende por debajo de 12,7 metros ya no se podrá bombear". No obstante, "hay varias fuentes de agua alternativas", asegura. 

La empresa pública ucraniana Energoatom advierte por su parte que la destrucción de la presa de la Central Hidroeléctrica de Kajovka podría afectar al funcionamiento de ZNNP, la planta atómica más grande de Europa, controlada por las fuerzas rusas: "Como resultado de la detonación, el nivel del agua de la presa de Kajovka baja rápidamente, lo que supone una amenaza adicional para la central nuclear temporalmente ocupada de Zaporiyia". También explica que el agua de la presa destruida "es necesaria para que la central (nuclear) reciba electricidad para sus turbinas y sistemas de seguridad". Asegura, sin embargo, que por el momento el nivel del agua es suficiente para garantizar el funcionamiento normal de la planta y que la situación está "bajo control".

Cómo afecta a la contraofensiva

La destrucción de la presa se produce cuando tanto Ucrania como Rusia han informado en sus últimos partes militares de acciones del ejército ucraniano que parecen apuntar al comienzo de su esperada contraofensiva para recuperar territorios ocupados por los rusos. La zona en la que se encuentra la presa, Jersón, era una de las más tranquilas de los frentes de guerra debido a la dificultad para cruzar el río Dniéper, que divide en dos la provincia. No obstante, las inundaciones que provocará la destrucción de la presa impedirán cualquier acción ofensiva en esa zona, por lo que Rusia podrá desplazar tropas hacia los frentes del Donbás, donde están teniendo lugar los primeros ataques ucranianos.

Kiev ya ha logrado avances en varias localidades de la región de Donétsk (en concreto, en Ivanivske y Vasylivka). Aunque no hay confirmación oficial por parte de Ucrania sobre si esos ataques forman parte de la esperada contraofensiva a gran escala, los expertos sí lo consideran posible. El propio presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y su ministro de Defensa han reconocido en los últimos días que habían aprobado el plan de ataque mientras Ucrania lanzaba una campaña de ataques en profundidad contra las tropas rusas. Mientras, Rusia asegura que ha repelido una "gran ofensiva" enemiga en la región de Donetsk.

La Comisión Europea habla de "crimen de guerra"

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se ha mostrado "conmocionado" por el ataque a la presa Nueva Kajovka y subraya que la destrucción de infraestructuras civiles es "claramente un crimen de guerra". "La destrucción de infraestructuras civiles constituye claramente un crimen de guerra, y exigiremos responsabilidades a Rusia y a sus aliados", afirma Michel en su cuenta oficial en Twitter, en el que manifiesta la conmoción de los 27 por este "ataque sin precedentes".

Para el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, el ataque "representa una nueva dimensión de las atrocidades de Rusia". Borrell tacha lo ocurrido de "acto desesperado de Rusia", con el que Moscú "continúa con su temerario chantaje nuclear, poniendo en riesgo la seguridad" de la central nuclear de Zaporiyia.