PRESIÓN MIGRATORIA

Las llegadas de inmigrantes por el Mediterráneo central se triplican en 2023

Entre enero y marzo han llegado por esta ruta casi 28.000 personas de las 54.000 que entraron en la Unión Europea | La Comisión Europea "toma nota" de la declaración del estado de emergencia del Gobierno de Meloni y dice que está en contacto con Italia

Un grupo de migrantes rescatados en el Mediterráneo llega al puerto de Catania, en Sicilia, este miércoles.

Un grupo de migrantes rescatados en el Mediterráneo llega al puerto de Catania, en Sicilia, este miércoles. / EFE

Silvia Martínez

Silvia Martínez

La ruta del Mediterráneo central, la que tiene como destino países como Italia Malta, vuelve a situarse como la principal vía de entrada utilizada por los inmigrantes para llegar a la Unión Europea (UE). El número de llegadas en los tres primeros meses del año, según los últimos datos publicados este miércoles por la agencia europea de fronteras (Frontex) alcanzó prácticamente las 28.000, el triple que hace un año. Solo en el mes de marzo llegaron por esta ruta 13.223 personas, nueve veces más que el año pasado, principalmente de Costa de Marfil, Guinea y Pakistán. El balance coincide con la decisión del Gobierno de Giorgia Meloni de decretar el estado de emergencia en Italia durante seis meses debido al fuerte repunte en las llegadas.

Según la agencia Frontex, en los últimos meses los grupos de delincuencia organizada han aprovechado la mejora del tiempo y la volatilidad política en algunos países de salida para intentar introducir clandestinamente el mayor número posible de inmigrantes a través del Mediterráneo central desde Túnez y Libia. Un repunte que ha llevado a las autoridades italianas a adoptar una medida de emergencia que solo tendría un precedente en el año 2011, con Silvio Berlusconi como primer ministro.

"Tomamos nota del estado de emergencia anunciado por Italia, que es una prerrogativa nacional, motivada por la situación migratoria particularmente difícil a la que se enfrenta el país. Tenemos que examinar las medidas en detalle antes de hacer más comentarios", ha indicado este miércoles la portavoz de Interior del Ejecutivo comunitario, Anitta Hipper, sin entrar a valorar la medida. Hace meses que la Comisión Europea reconoce que la situación a la que se enfrenta Italia es "desafiante" e incluso "insostenible", tal y como alertaba a finales de noviembre la comisaria de Interior, Ylva Johansson, durante la presentación de un plan de acción con una veintena de medidas para mejorar la gestión migratoria en el mediterráneo central. 

El documento, propuesto poco después a los Veintisiete, ahondaba en propuestas ya planteadas en el pasado en el marco del Pacto de asilo e inmigración con tres objetivos: cooperar más con los países de origen y tránsito, mejorar la coordinación de todos los actores involucrados en las operaciones de salvamento y rescate, y agilizar y acelerar las devoluciones de las personas que no tienen derecho a permanecer en la UE ya que el grueso de las personas que llegan a través de esta ruta, según el diagnóstico comunitario, proceden de Egipto, Túnez y Bangladesh y no cumplen los requisitos para acogerse al asilo.

Reubicaciones voluntarias

Además del plan de acción, 21 países europeos se sumaron en junio de 2022 a un mecanismo voluntario de solidaridad para la reubicación de solicitantes de asilo y dar "una respuesta concreta" a las dificultades migratorias de los países del Mediterráneo central. Pese al compromiso a finales de año pasado solo habían sido reubicadas -todas ellas desde Italia- un total de 207 personas. A principios de febrero el número ascendía a 435 personas y a día de hoy, según el último balance de la Comisión son 884 las personas reubicadas, 512 desde Italia.

En el conjunto de la UE, el número de llegadas ilegales notificadas por las autoridades nacionales alcanzó las 54.000 entre enero y marzo, un 26% más que en el mismo periodo del año anterior. Aunque la del Mediterráneo central sigue siendo la que sufre una mayor presión migratoria, otra de las rutas más activas sigue siendo también la de los Balcanes occidentales, con casi 15.000 llegadas en estos tres primeros meses del año. Una cifra que esconde una caída del 22% respecto a hace un año y que Frontex atribuye a la alineación de la política de visados de la región con la UE y al refuerzo de las capacidades de control fronterizo por parte de Hungría. 

También han caído las llegadas a través del Mediterráneo oriental, hacia Grecia. Entre enero y marzo llegaron por esta ruta 6.011 personas, un 8% menos que en el mismo período de 2022 y la misma tendencia se confirma en la ruta atlántica hacia Canarias. Según Frontex, durante el primer trimestre del año llegaron a las islas 2.219 personas, un 62% menos que en el mismo periodo del año pasado. Aumentaron en cambio un 8% las llegadas por el Mediterráneo occidental, hacia la península ibérica, hasta las 1.846. Por último, caen los cruces ilegales a través del Canal de la Mancha hacia el Reino Unido -un 15% respecto a hace un año- hasta las 7.400 debido al estado desfavorable del mar y un 28% -hasta los 1.121- a través de las fronteras con las repúblicas bálticas y Polonia.