EN CINCO CLAVES

Por qué Turquía acepta a Finlandia en la OTAN pero sigue vetando a Suecia

El presidente turco cataloga a Estocolmo como "nido de terroristas" y afirma que no permitirá que el país escandinavo acceda a la alianza transatlántica

Recep Tayyip Erdogan, en una imagen de archivo.

Recep Tayyip Erdogan, en una imagen de archivo. / EUROPA PRESS

Adrià Rocha Cutiller

Tras casi un año de espera, de negativas, de tensión y de vetos, Finlandia ingresa este martes oficialmente a la OTAN después de que la semana pasada los parlamentos de Hungría y Turquía ratificasen finalmente la entrada del país nórdico a la alianza transatlántica

Pero esta entrada, como han dicho en varias ocasiones las autoridades finlandesas, no es tan dulce como se esperaba: Turquía sigue manteniendo su veto a Suecia, que empezó su proceso de adhesión a la OTAN conjuntamente con Finlandia. Se espera que este bloqueo turco siga, como mínimo, hasta verano. 

1. ¿Qué ha hecho Finlandia para ser aceptada?

Después de mostrarse reacia a hacerlo, Turquía aceptó, durante la cumbre en Madrid de la OTAN de julio del año pasado, aceptar que Suecia y Finlandia entrasen en proceso de adhesión a la alianza transatlántica. Ankara, sin embargo, impuso muchos peros. Turquía, para ratificar la entrada de Helsinki y Estocolmo, reclamó que los dos países adaptasen sus leyes antiterroristas, y fuesen mucho más duros, sobre todo, con presuntos miembros y simpatizantes de la guerrilla del PKK, un grupo considerado terrorista por Turquía y la UE que lleva en guerra contra el gobierno turco desde la década de los ochenta. 

Miles de personas supuestamente vinculadas con la guerrilla viven en Europa exiliadas —y muchos de ellos están en Suecia, a la que Turquía ha catalogado en el pasado como un "nido de terroristas". Estocolmo y Helsinki adaptaron su legislación y prometieron más dureza. Según Turquía, Finlandia ha cumplido. Suecia, no. 

2. Suecia espera

“Turquía es uno de los países que defiende más fervientemente la política de puertas abiertas de la OTAN, pero creemos que nuestra seguridad debe de ser considerada, y así lo marcamos en el acuerdo trilateral que firmamos en Madrid con Suecia y Finlandia”, aseguró, hace dos semanas, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan

Así, acorde a Turquía, Suecia no ha cumplido con todas sus supuestas promesas, sobre todo a la hora de detener y reprimir los actos y manifestaciones de simpatizantes de la guerrilla del PKK. La versión del gobierno sueco, sin embargo, es distinta: Estocolmo asegura que Turquía reclama decisiones y medidas que el ejecutivo sueco, que defiende la libertad de asociación y expresión, no puede ni tiene la potestad de tomar.

3. Una lista con 124 nombres

Y el principal motivo de la discordia es una lista con 124 personas. Todos ellos, según Turquía, son miembros de la mencionada guerrilla: Ankara quiere que estas personas sean deportadas desde Suecia a territorio turco, para que sean juzgadas allí. 

“Nosotros tenemos nuestras líneas rojas en la lucha contra el terrorismo, y entregamos a Suecia una lista con 124 terroristas que queremos que sean extraditados a nuestro país. Pero ellos no lo han hecho. El primer ministro sueco puede ser muy buena persona, claro que sí, pero lo que nos importa a nosotros son los pasos concretos. Y no lo han tomado”, dijo Erdogan cuando anunció que Finlandia sí podría acceder a la OTAN.

Estas personas, sin embargo, no serán deportadas: la justicia sueca ha decidido en varias ocasiones rechazar sus extradiciones alegando que, si estos supuestos terroristas fuesen mandados a Turquía, no recibirían allí un juicio justo

4. Quemas del Corán y elecciones

Ha habido, además, más puntos de desacuerdo. En medio de la tensión entre Turquía y Suecia, el ultraderechista danés Rasmus Paludan quemó un ejemplar del corán —el libro sagrado del islam— ante la embajada turca en Estocolmo. Paludan está vinculado a grupos ultraderechistas prorrusos. 

La acción enfureció a Erdogan, que usó la ocasión para culpar al gobierno sueco de ser demasiado permisivo (legalmente es casi imposible prohibir una manifestación en Suecia) y, de paso, lanzar mensajes políticos de dureza contra occidente en general y Suecia en particular. Erdogan se enfrentará a las urnas el próximo 14 de mayo en unas elecciones que se prevén claves para el futuro de Turquía. Según la gran mayoría de las encuestas, Erdogan podría perder el poder después de 21 años al mando del país anatolio. 

5. Fecha límite: la cumbre en Vilna

Por esto, explican los expertos, no se espera que Turquía ratifique la entrada de Suecia a la OTAN hasta después de las elecciones de mayo. Lo que ocurra después de esa fecha es una incógnita.

La oposición turca ha afirmado que en caso de ganar los comicios no se opondrán a la entrada de Estocolmo a la alianza. Erdogan, por su parte, no se ha pronunciado sobre la cuestión en campaña.

Hay, no obstante, una fecha psicológica marcada en el calendario: la cumbre de la OTAN en julio de este año en Vilna, Lituania. La alianza transatlántica reclama que, en la foto de ese encuentro, esté también Suecia.