ARMAMENTO DE LA GUERRA

Los tanques de élite británicos Challenger 2 ya están en Ucrania para lanzar la ofensiva de primavera

"Le distingue es el cañón, con mejor alcance", explica el agregado de Defensa británico Stephen McGlory | "Son una combinación superior de protección, movilidad y potencia de fuego para romper las líneas defensivas enemigas", Thomas Simpson de la Universidad de Oxford

Así el es Challenger 2, el modelo de tanque que Reino Unido ha donado a Ucrania

Hasta la fecha, y tras 25 años en servicio, sólo un tanque británico Challenger 2 ha sido destruido en el campo de batalla. Fue en Irak en 2003, y cayó por fuego amigo de otro Challenger 2. Este carro de combate es considerado uno de los mejores del mundo, porque tiene un blindaje más pesado que los de sus homólogos OTAN (los Abrams estadounidenses o los Leopard alemanes). La prueba se vio en otro ataque de la misma guerra; una de estas unidades consiguió aguantar el fuego de decenas cohetes antitanque soviéticos RPG sin resultar dañado. Además de por su blindaje, el Challenger 2 destaca por tener un cañón acanalado que le permite lanzar munición explosiva de gran impacto. Londres ha prometido enviar parte de esa munición con uranio empobrecido, lo que la convierte en una fuerza implacable. 

El Gobierno de Rishi Sunak se comprometió a enviar a Ucrania al menos 14 de estos Challenger 2, y las primeras unidades ya han llegado esta semana. Las Fuerzas Armadas ucranianas los han exhibido con orgullo. Los tanques llegan junto con un grupo de sus soldados ucranianos que se han estado formando durante varias semanas en Reino Unido en el manejo de estas máquinas de guerra complejas, que incluyen sistemas informáticos avanzados. Usarán lo aprendido en la esperada ofensiva de primavera, donde tratarán de romper las líneas defensivas rusas gracias al poder de penetración de estos tanques. Irán acompañados de los Leopard alemanes, que también se encuentran ya sobre el terreno. La cuestión es si podrán romper con ellos y el resto del armamento enviado el statu quo actual. Ahora, la guerra está estancada. Se tarda semanas en tomar ciudades irrelevantes y los soldados viven atrincherados en líneas defensivas estáticas, donde mueren como carne de cañón bajo el fuego de la artillería enemiga. Una ofensiva exitosa de cualquiera de los bandos podría obligar al otro a sentarse en la mesa de negociación o, incluso, a capitular. De momento, nadie tiene un incentivo claro para iniciar conversaciones, porque creen que pueden ganar. 

El Challenger 2, "Chally 2" en el argot militar, es un carro de combate moderno que entró en servicio en 1998. Desde entonces, ha pasado por una serie de actualizaciones y modernizaciones de sistemas y equipos para mantener su eficacia en combate y convertirse en el súper tanque de tercera generación actual. "Lo que distingue al Challenger 2 de los otros carros de combate modernos de países aliados OTAN es el cañón", dice a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA el agregado de Defensa de la embajada británica en España, Stephen McGlory.  "El barril está acanalado [ánima rayada o con estrías, en lugar de ánima lisa], lo que mejora el alcance y la precisión. Además, el Challenger 2 dispone de un blindaje más pesado que otros carros. De este modo, tiene más posibilidades de sobrevivir a daños en combate".

Aunque es palmaria su superioridad sobre los viejos tanques T-70 de la era soviética que son los más habituales en las Fuerzas Armadas ucranianas y rusas, la duda es si esta cantidad relativamente pequeña, o las tres docenas más de Leopard alemanes que se han enviado ya, pueden marcar la diferencia.

"14 unidades no van a ser decisivas por sí mismas en el campo de batalla ucraniano. Pero la cuestión crucial es si los ucranianos son capaces de sorprender a las defensas rusas con esa fuerza de penetración, junto con otras líneas de fuego de artillería o ataques de drones, seguidos de un asalto inicial con más vehículos blindados, infantería móvil y logística", explica a este diario Thomas W Simpson, profesor de la Universidad de Oxford y ex comando de la Marina Real británica, que ha sido desplegado tres veces en operaciones sobre el terreno. "Los Challenger 2 ofrecen una combinación proverbial de potencia de fuego, movilidad y protección, lo que crea la capacidad de atravesar las líneas defensivas enemigas".

Características


La denominación oficial del tanque es FV4034 Challenger 2 Main Battle Tank. Los fabrica la gran empresa armamentística Bae Systems. Son moles de más de 60 toneladas, 11 metros de longitud y dos metros y medio de altura. Alberga a cuatro tripulantes, siguiendo el estándar OTAN: comandante, conductor, artillero y cargador. Cuestan unos cinco millones de euros por unidad, dependiendo de las características finales. 

La clave está en el cañón L30A1 para munición de 120 mm. Su ánima rayada permiten usar proyectiles especiales: las llamadas cabezas altamente explosivas por aplastamiento, o High Explosive Squash Head (HESH), Cuando impactan sobre otro tanque, se aplastan antes de explotar, y dispersan así la energía por la carrocería. Esto provoca unas vibraciones sincronizadas que hacen que el metal estalle, convirtiéndolo en una especie de explosivo de racimo que acaba con la tripulación enemiga en el interior. 

La otra peculiaridad del cañón es que está cubierto por una manga térmica que ayuda a distribuir el calor de los cohetes lanzados. El vehículo tiene capacidad para transportar  hasta 50 proyectiles para este cañón principal.

Cuenta también con dos ametralladoras: una coaxial L94A1 de munición de 7,62 mm y otra para defensa aérea L37A2. Y con ocho periscopios para una visión de 360º, además de visión nocturna. Combatir de noche marca realmente la diferencia en el campo de batalla ucraniano.

Reino Unido prepara ya la siguiente versión, los Challenger 3, que se espera que estén listos en 2030. Ha destinado una partida de cerca de 900 millones de euros para actualizar a esa versión 148 de los Challenger 2 en su inventario.

Entrenamiento 


Londres ha divulgado esta semana imágenes del entrenamiento de soldados ucranianos en el uso de sus tanques Challenger 2. Les han enseñado cómo conducirlos, cómo comandar a las unidades y cómo hacer blanco en el objetivo, y en el uso de sistemas informático avanzado PPISA, que permite identificar los objetivos enemigos. 

El programa de entrenamiento comenzó en enero, poco después de que Londres anunciase en enero que donaría esos 14 tanques Challenger 2, municiones y piezas de recambio. "Es realmente inspirador ser testigo de la determinación de los soldados ucranianos que han completado su adiestramiento con los Challenger 2 en suelo británico", ha dicho el ministro de Defensa, Ben Wallace, tras completarse el programa de varias semanas de entrenamiento de los ucranianos. “Vuelven a su patria mejor equipados, pero no a un peligro menor. Seguiremos apoyándolos y haciendo todo lo que podamos para apoyar a Ucrania el tiempo que haga falta". 

El entrenamiento y los tanques son una pequeña parte “de un enorme paquete de ayuda militar que será de al menos 2.600 millones de euros este año, replicando la cifra de 2022”, añade el agregado militar McGlory, que recuerda que en este paquete también hay 30 piezas de artillería pesada autopropulsadas tipo AS90, así como decenas de otros vehículos blindados. 

Igual de determinante que los carros de combate y el transporte acorazado será que Ucrania reciba a tiempo la munición que necesita para contar con una artillería efectiva. La Unión Europea se ha comprometido a suministrar a Ucrania un millón de proyectiles de 155 mm para artillería. 

Además, ya están sobre el terreno 35 Leopard 2 (18 enviados por Alemania, 14 por Polonia y tres por Portugal). Los seis Leopard 2 españoles saldrán después de Semana Santa, y pronto llegarán los Abrams americanos. 

Todo este nuevo armamento de estándares OTAN, la munición y la formación, deberían permitir desequilibrar la balanza del lado ucraniano en los próximos meses, para forzar a Vladímir Putin a sentarse a la mesa de negociación que ponga fin a la guerra antes de que el hastío bélico alcance a las poblaciones europeas y estadounidenses, sin cuyo apoyo Kiev no podría resistir.