GUERRA EN UCRANIA

Las tropas rusas pierden fuelle en Bajmut

Analistas y observadores coinciden en que se ha reducido el empuje de las fuerzas ocupantes en la emblemática localidad del Donbás

El propio presidente Zelenski se atreve a visitar posiciones próximas a la ciudad atacada, reforzando la percepción de que la ofensiva rusa no ha logrado su propósito de tomar la ciudad

Zelenski visita el frente de Bajmut, donde las fuerzas rusas pierden empuje.

Zelenski visita el frente de Bajmut, donde las fuerzas rusas pierden empuje. / EFE/EPA/PRENSA DE PRESIDENCIA DE UCRANIA

Marc Marginedas

Las comparaciones son odiosas, y máxime si se realizan contra mitos heroicos bien anclados en la conciencia colectiva de la actual élite de Rusia, que reclama como propias las hazañas del Ejército soviético durante la Segunda Guerra Mundial. La batalla de Bajmut se ha prolongado ya durante más de siete meses, un periodo de tiempo que incluso supera en longevidad a la celebérrima batalla de Stalingrado, que marcó el final de la expansión de la Alemania hitleriana en territorio de la URSS. Y no solo las tropas rusas no han logrado hacerse con el control de la ciudad, sino que cada vez emergen nuevas señales desde el terreno de que están perdiendo capacidad de empuje y de que la tan publicitada ofensiva del Kremlin en el Donbás ya no da más de sí. En un intento de mostrar al mundo que Ucrania controla la situación en el frente de guerra más caliente, este mismo miércoles, el presidente Volodímir Zelenski se ha personado en posiciones próximas a esa localidad industrial del Donbás regentadas por el Ejército de su país.

"Estoy muy honrado de encontrarme aquí hoy; en el este de nuestro país, en el Donbás, para recompensar a nuestros héroes, para daros las gracias, para estrechar las manos", ha dicho el mandatario, de acuerdo con un email difundido por su oficina de prensa. El gesto, además, se produce apenas unos días después del viaje del presidente ruso, Vladímir Putin, a la localidad ocupada de Mariúpol, un traslado que ha traído bastante cola, a tenor de los comentarios irónicos posteriores aparecidos en las redes sociales. No solo se ha puesto en duda la veracidad de la noticia, aireándose la posibilidad de que en realidad quien viajó a Ucrania fuera un doble. También ha trascendido que la mayoría de los supuestos vecinos de Mariúpol que no cesaban de transmitirle parabienes y de agradecerle la reconstrucción de sus apartamentos tras los cruentos enfrentamientos de la primavera, en realidad eran miembros del Servicio Federal de Protección, la institución encargada de proporcionar guardaespaldas a las personalidades del Estado, después de cotejar las caras de las imágenes con otras fotografías mediante un sistema de identificación facial.

Reducción de la actividad rusa

Según declaraciones de los responsables militares ucranianos recogidas en sus análisis diarios por el Instituto de Estudios sobre la Guerra (ISW, por sus siglas en inglés), el número de ataques diarios rusos sobre posiciones ucranianas en el interior y los alrededores de la ciudad se ha reducido significativamente durante los últimos días. Los ataques terrestres (rusos) han disminuido, "de 90 a 100 diarios" a "20 o 29 diarios", declaró el pasado 15 de marzo el coronel Oleksiy Dmystrashkivskyi, portavoz militar ucraniano. "El ritmo de las operaciones militares rusas en Ucrania parece haber descendido... la ofensiva del Grupo Wagner en Bajmut parece haber culminado", constató el ISW en su análisis bélico.

En un post posterior, el instituto, una de las voces que gozan de más credibilidad en esta contienda debido a lo acertados que han sido muchos de sus pronósticos, se atreve a adelantar que el líder de Wagner, Yevgueni Prigozhin, cuyos mercenarios están llevando el peso de la batalla desde el bando ruso, está ya dando al entender en los medios que la ofensiva se halla próxima a su fin. En una entrevista concedida a la agencia oficial Ria Nóvosti, el comandante ha advertido que las tropas ucranianas ultiman una contraofensiva en cinco direcciones hacia mediados de abril. "Muy probablemente Prigozhin está describiendo a las tropas ucranianas con capacidad para lanzar una contraofensiva masiva para tratar de ocultar su incapacidad para culminar el cerco de Bajmut", ha aventurado el ISW.

El así apodado cocinero de Putin se ha granjeado importantes enemistades en el seno del Estado ruso, en particular en el propio Ministerio de Defensa, por lo que es de esperar que su ascendencia sobre la oreja presidencial mermará si finalmente no culmina la tarea que le ha sido encomendada. En previsión de lo que pueda suceder, Prigozhin corteja en estos días a líderes regionales como Veniamin Kondratiev, gobernador de Krasnodar.