ESTADOS UNIDOS

Tensión máxima en EEUU ante la posible inminente imputación de Trump

Los republicanos, incluyendo DeSantis, intensifican los ataques al fiscal y se eleva el temor a protestas, que Trump alentó el fin de semana

El expresidente de EEUU Donald Trump.

El expresidente de EEUU Donald Trump. / DPA

Idoya Noain

Estados Unidos espera con máxima tensión la posible imputación de Donald Trump por el caso de los pagos de 130.000 dólares antes de las elecciones de 2016 para silenciar a la estrella porno Stormy Daniels, que asegura haber mantenido una relación sexual con él. Esa histórica presentación de cargos, que convertirían al republicano en el primer expresidente de EEUU imputado penalmente en la historia del país, podría llegar este mismo lunes o el miércoles, según han revelado a ‘Politico’ tres fuentes involucradas en los preparativos de seguridad en Nueva York.

Esos preparativos llevan varios días intensificándose. Y lo han hecho especialmente desde el sábado, cuando en un mensaje en su red social Trump, candidato también a conseguir la nominación presidencial republicana para 2024, dijo que sería arrestado el martes (aunque un portavoz luego aclaró que no tenía información específica) y llamó a sus seguidores a “protestar” para “recuperar la nación”. El mensaje hizo resonar con fuerza las arengas que realizó tras perder las elecciones del 2020, que culminaron con una gran manifestación en Washington y el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.

Despliegue de seguridad

Este domingo más de una docena de altos cargos de la policía de Nueva York y dos de los principales encargados de seguridad pública en la oficina del alcalde, Eric Adams, mantuvieron una reunión virtual para estudiar medidas. Según ‘Politico’ este lunes estaba convocada otra reunión en el cuartel central de la policía de Nueva York tanto de miembros de ese departamento como del Servicio Secreto (encargado de proteger al expresidente) y representantes del tribunal y de la oficina del fiscal de distrito de Manhattan, el demócrata Alvin Bragg, que es quien convocó al gran jurado para investigar los pagos a Daniels.

De momento ya se ha empezado a desplegar más presencia policial y vallado en las inmediaciones del Tribunal Penal de Manhattan, cerca del puente de Brooklyn. Y aunque por la mañana no había señales de manifestantes, el Club de Jóvenes Republicanos de Nueva York ha convocado un “rally por Trump” para las seis de la tarde en la parte baja de Manhattan. La convocatoria lo define como “una protesta pacífica”, pero en otros canales las llamadas son más turbulentas. Usuarios de patriots.win, por ejemplo, han llamado a una “huelga nacional” y a “paralizar la sociedad” y uno, según mensajes revisados por ‘The New York Times’ y Advance Democracy Inc, llegó a escribir: “celebraré si alguien quita de en medio a ese fiscal”, en referencia a Bragg.

El fiscal Bragg, amenazado

El demócrata está en la diana de protestas, críticas y amenazas y por ejemplo los jóvenes republicanos atribuyen a Bragg un “abyecto ataque” a Trump “y a la legitimidad del sistema estadounidense de justicia”. El fiscal también fue señalado por el expresidente en su mensaje del sábado, y este lunes se hizo eco de esas acusaciones Ron DeSantis, el gobernador de Florida que, aunque no ha anunciado formalmente candidatura para la nominación republicana para 2004, es visto como potencial y principal rival de Trump en esa carrera.

DeSantis había sido objeto de críticas de otros republicanos desde el sábado por no pronunciarse sobre la posible imputación de Trump pero ha roto su silencio para afirmar, como ya hizo el expresidente, que Bragg es “un fiscal financiado por (George) Soros”, el multimillonario filántropo progresista demonizado por los conservadores. “Convierten su oficina en un arma para imponer a la sociedad una agenda política a costa del estado de derecho y la seguridad pública”, ha dicho.

La campaña contra el fiscal también ha llegado al Capitolio, donde los republicanos, en control de la Cámara Baja, le han instado a comparecer para una entrevista antes del jueves y entregar documentos. En una misiva los conservadores que presiden los comités de control, de administración y el judicial le acusan de “estar a punto de cometer un abuso sin precedentes de autoridad” .