LOS TENTÁCULOS DEL KREMLIN EN EUROPA

Konstantin Maloféyev, el oligarca ruso con vínculos con la ultraderecha española

Los servicios secretos rusos acusan a Ucrania de intentar asesinar al magnate ultraderechista, tras haber acabado con la hija de Aleksándr Duguin

Konstantin Malofeyev habla durante una entrevista con Reuters en Moscú, el 16 de septiembre de 2021.

Konstantin Malofeyev habla durante una entrevista con Reuters en Moscú, el 16 de septiembre de 2021. / TATYANA MAKEYEVA / REUTERS

Konstantin Maloféyev es un hombre "chapado" a la antigua, y a la rusa. Es un profundo defensor de la familia tradicional, apoya a lo que queda de la monarquía rusa y es cristiano ortodoxo muy atado a su fe. Está sancionado por Ucrania, EEUU y la UE, y ha sido acusado de financiar grupos paramilitares. Además, tiene vínculos con la ultraderecha de muchos países europeos, como es el caso de la organización Hazte Oír o el partido político

Vox

. Aunque formalmente no forma parte del gobierno, está estrechamente relacionado con el Kremlin y sus intereses.

Según los servicios secretos rusos - FSB por sus siglas en ruso- , este pasado lunes habrían intentado asesinarle fuerzas de Kiev, una acusación desmentida por

Ucrania

y algo parecido al atentado contra la hija de Aleksandr Dugin, Daria Duguina. El mismo filósofo, señalado como uno de los referentes de Vladímir Putin, también trabajó en 'Tsargrad', que quiere decir ciudad del zar, antiguo nombre eslavo de Constantinopla, convertido en el canal de televisión por Internet impulsado por Malofeev, del cuál es director. Es su plataforma, definida por los expertos como de ultraderecha rusa, donde se presenta a los ciudadanos rusos las consignas de la Iglesia Ortodoxa rusa, con la que trabaja codo con codo, mensajes antioccidentales y de apoyo a las anexiones de Crimea y el Donbás.

En 2016 levantó polémica por su lista de los “100 rusófobos del año” en 2016, en 2017, por pedir a los homosexuales rusos que abandonaran el país con el título “buen viaje, sodomitas”, y en 2020, por sus mensajes antivacunas durante la pandemia de COVID del 2020. Llegó a explicar que la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014, no reconocida por la comunidad internacional era la “voluntad de Dios”.

Rastro en España

Maloféyev es un hombre con muchos recursos y una parte de estos los usa para defender las causas que él considera justas, como luchar contra el liberalismo y "los grupos de presión LGTB". Al Oligarca de Dios no le basta hacerlo en territorio ruso, y por ello ha estado en estrecho contacto con la ultraderecha y políticos conservadores de media Europa. Según una investigación de El Español, el empresario sería uno de los impulsores de la fundación conservadora con sede en Madrid CitizenGo y el mismo texto apunta que el dinero de Maloféyev sirvió para apoyar al partido político español Vox y a sus organizaciones afines, aunque también matiza que no hay pruebas de que hayan recibido ingresos directamente de él o de Tsargrad.

La extrema derecha europea ha mostrado buena sintonía con él -aunque desde la ofensiva rusa en Ucrania menos- con 

Vladímir Putin

y su Gobierno. Desde

Marine Le Pen

, que fue recibida por el mismo presidente ruso, a

Matteo Salvini

, al que se le ha fotografiado con camisetas con el rostro del líder ruso en la Plaza Roja. Maloféyev ha sido uno de los actores que ha intentado aunar fuerzas con aquéllos que ven la familia o las tradiciones de una forma parecida a como las ve él. Uno de sus hombres de confianza, Alekséi Komov, es su vínculo de CitizenGo y también uno de los más influyentes en el Congreso Mundial de la Familias, un grupo conservador, anti-LGBT antiaborto con sede en Estados Unidos.

Por el zar

El apoyo de Maloféyev a la causa zarista rusa no es ningún secreto. Más allá de Tsargrad, con clara carga prozarista, Maloféyev es un abanderado de los últimos herederos de los zares rusos. Estuvo presente en 2021 en la boda de Jorge Mijáilovich Romanov en San Petersburgo, con el que mantiene un estrecho contacto. Sin embargo, su mayor apoyo es otro de sus proyectos estrella, la escuela de san Basilio, en el que según fuentes del mismo centro afirmaron a The Guardian allí se prepara la base para el futuro e inevitable "regreso del zarismo" en Rusia.

Para defender sus ideas, Maloféyev tuvo un breve conato de meterse directamente en política en el asentamiento rural de Ugransky, en la región de Smolensk, al oeste de Rusia. Ganó como candidato independiente en el Consejo de Representación local a pesar de haber sido juzgado por corrupción y haber ofrecido el equivalente a seis euros por cada voto a su favor.