AMÉRICA LATINA

La publicación de los fundamentos de la condena contra Cristina Kirchner divide de nuevo a Argentina

Para los jueces, que sentenciaron a seis años de cárcel e inhabilitación perpetua a la vicepresidenta, se ha probado un "hecho de corrupción descomunal"

Seguidores de Cristina Fernández de Kirchner protestan frente al Congreso Nacional tras la sentencia contra la vicepresidenta, el pasado 6 de diciembre en Buenos Aires.

Seguidores de Cristina Fernández de Kirchner protestan frente al Congreso Nacional tras la sentencia contra la vicepresidenta, el pasado 6 de diciembre en Buenos Aires. / Reuters

Abel Gilbert

Argentina ha vuelto este jueves a manifestar sus antagonismos al conocerse los fundamentos de un Tribunal Federal de la condena a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos que ha recibido la actual vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. "Un hecho de corrupción estatal de un perjuicio descomunal", ha afirmado el tribunal. La oposición de derechas ha celebrado el contenido de un texto de casi 1600 páginas. Para los magistrados, durante las presidencias de Fernández de Kirchner (2007-15) se creó un "caballo de Troya" para esconder los negocios con la obra pública que tuvieron como beneficiario especial a Lázaro Báez, un exempleado bancario de la patagónica provincia de Santa Cruz que Néstor Kirchner gobernó antes de llegar al Gobierno nacional, en 2003. Por el contrario, el ministro del Interior, Wado de Pedro, ha considerado que el poder judicial "vuelve a demostrar el rol disciplinador" frente al peronismo, actualmente en el poder y con escasas opciones de retenerlo en las elecciones generales de octubre.

Los seguidores de la vicepresidenta, liderados por la agrupación juvenil La Cámpora, realizaron una vigilia frente al edificio del Tribunal Supremo. "A la mierda con la proscripción", fue la consigna. Fernández de Kirchner sostiene que ha sido colocada frente a "un pelotón de fusilamiento” que se formó sobre la base de "hechos inventados, ocultamiento de otros, tergiversaciones y mentiras". El intento de magnicidio en su contra y la sentencia son, a su criterio, caras de una misma moneda.

De Pedro ha profundizado ese razonamiento: "Para nosotros es otro día de persecución". Ha recordado al respecto que el 9 de marzo de 1956, la dictadura que derrocó al general Juan Perón prohibió no solo los símbolos de ese movimiento político, sino que fuera nombrado en público. "Desde hace tiempo advertimos que lo que alguna vez fueron los golpes de Estado con la utilización de las Fuerzas Armadas para disciplinar a las fuerzas políticas hoy se hace vía los medios de comunicación y el Poder Judicial".

En rigor, para que Fernández de Kirchner sea inhabilitada, su condena tiene que ser firme, es decir, ratificada por un tribunal de segunda instancia y más tarde por el Supremo. Ella se autoexcluyó de participar de las elecciones, pero el kirchnerismo reclama que revise esa postura. De hacerlo, quedaría demostrado que no ha sido por ahora sacada del juego electoral.

Interpretaciones antagónicas

Por lo pronto, sus abogados defensores están a partir de este jueves en condiciones de apelar el dictamen. "De manera inaudita, en lugar de la relación de distancia y contralor que debió signar el vínculo entre las dimensiones pública y privada, aquí hemos visto una promiscua y absoluta confusión entre ambas esferas, marcada por acuerdos espurios entre las personas interesadas tendientes a asegurar los beneficios pecuniarios a favor de los nombrados de acuerdo a su naturaleza y entidad", se señala en el dictamen. "Nos hemos encontrado ante un hecho inédito en la historia del país". Los jueces han descartado no obstante la figura de la asociación ilícita presentada por la fiscalía.

A su vez, han afirmado que no existe especulación electoral en la sentencia. La vicepresidenta, aseguran, ha llevado adelante "una defensa mediática y extrajudicial" con "desparpajo". El discurso de Fernández de Kirchner es "un cliché de todo ex o actual funcionario público imputado en una causa penal". En ese sentido, sostienen que el "lawfare", como se llaman los hechos de politización de la justicia que se experimentaron también en Brasil con Luiz Inácio Lula da Silva cuando fue condenado en una causa que luego debió ser anulada, es una invención. Los simpatizantes de Fernández de Kirchner suelen comparar su situación con la de Lula.

El diputado de derechas, Fernando Iglesias, ha defendido el dictamen. "Condenada, no proscrita". Su compañero de bancada, Mario Negro, ha escrito en Twitter: "Justicia o corrupción".

Los abogados de la vicepresidenta han sido en cambio concluyentes: el argumento del tribunal federal es "falaz". "Buscan sentenciar otra cosa con la persecución a CFK con el armado de causas. No hay dudas que hay otra sentencia: enterrar los 12 años del proyecto de Gobierno de Néstor y Cristina y demonizar lo que eso simboliza y representa", ha manifestado el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis.