FRANCIA

Francia vive su huelga general más multitudinaria desde finales de los 80

Entre más de tres millones de personas, según los sindicatos, y 1,28 millones, según la policía, se manifiestan en contra del aumento de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años

Nueva ola de protestas en Francia contra la reforma de pensiones de Macron

Agencia ATLAS | Foto: EFE

Todas las refinerías de combustible de Total quedaron bloqueadas en 

Francia

Estaciones de trenes y autobuses vacías. También se vio interrumpido el funcionamiento en numerosos puertosincineradoras de residuos, centrales eléctricasfábricas metalúrgicas… Los sindicatos franceses impulsaron este martes su huelga general más concurrida y respaldada en una mayor diversidad de sectores contra la reforma de las pensiones. Entre 3,5 millones de personas, según los sindicatos, y 1,28 millones, según la policía, se manifestaron en el conjunto del territorio galo en la huelga más multitudinaria desde finales de la década de 1980 en el bullicioso país vecino, según los datos de las fuerzas de seguridad.

Después de un mes y medio de protestas en Francia, esta nueva movilización —la sexta desde el 19 de enero y la cuarta con más de un millón de manifestantes— reflejó que la indignación no decae entre los franceses y que va más allá del aumento de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años (con 42 o 43 años cotizados para recibir una pensión completa). La "injusticia social", "deterioro de los hospitales públicos", "recortes en las ayudas a los desempleados" o "el encarecimiento de la vida". Son algunos de los motivos, según los manifestantes, que alimentan esta contestación, canalizada por un bloque sindical unitario, algo inédito en el país vecino desde hace más de una década.

Los sindicatos hicieron otra demostración de fuerza, a pesar del silencio y aparente indiferencia del presidente 

Emmanuel Macron

 ante estas manifestaciones. Aunque se enfrenta a la oleada de protestas más masiva desde 2010, el dirigente centrista no hizo ninguna concesión a las organizaciones de trabajadores y avanzó con la impopular medida, rechazada por el 66% de los franceses, según los últimos sondeos. Actualmente, está siendo debatida en el Senado.

"A Macron le importamos un rábano"

"Estamos ante las movilizaciones más importantes desde hace décadas y el Gobierno nunca ha convocado a los sindicatos para negociar”, desde que presentó su reforma el 10 de enero, lamentó este martes Laurent Berger, secretario general de la moderada CFDT —el sindicato con un mayor número de afiliados en Francia—, desde la primera fila de la manifestación en París. Ante esta ausencia de diálogo social, la coalición sindical —liderada por una inhabitual alianza entre la moderada CFDT y la combativa CGT— se decantó por métodos de acción más duros, como las huelgas ilimitadas o acciones de bloqueo de la economía.

"Es triste que tengamos que recurrir a este tipo de protestas, pero estamos obligados a ello para que nos escuchen", dijo a EL PERIÓDICO Claudie, de 61 años, una maestra de educación especial presente en el desfile contestario en la capital francesa y que mostraba una pancarta en que denunciaba el impacto de la reforma en las jubilaciones de las mujeres. "Voy a llevarla mañana (Día internacional de la mujer)", añadió. Los sindicatos confían en que las tradicionales protestas del 8 de marzo se vean favorecidas por esta indignación creciente. Y las organizaciones de estudiantes también han convocado nuevas protestas para el jueves.

Entre 700.000 personas, según los sindicatos, y 80.000, según la policía, participaron en la manifestación en París, que volvió a dividirse por varios recorridos distintos debido a su carácter multitudinario. Hubo más de 300 protestas en el conjunto del país vecino. No solo se celebraron los tradicionales desfiles en ciudades, sino también concentraciones en puestos de trabajo y en las rotondas, al más puro estilo la revuelta de los chalecos amarillos.

"A Macron le importamos un rábano, la única manera de hacerle ceder es que los empresarios le digan que pare y para ello hace falta que la economía se vea afectada", sostenía Frédéric, de 49 años, un ingeniero en informática también presente en la protesta parisina, en que predominó un ambiente pacífico y festivo. A pesar de ello, unos pocos centenares de 'black-blocs' (agitadores de extrema izquierda) se dedicaron a romper vitrinas y lanzar objetos contra la policía. También hubo disturbios en Rennes o Nantes. Lo que convirtió estas manifestaciones en las más tensas desde el 19 de enero, aunque los incidentes resultaron mucho menos numerosos que durante la revuelta de los chalecos amarillos.

Huelgas ilimitadas en varios sectores

La principal novedad en esta jornada fueron los paros ilimitados en los trenes, metros y autobuses, refinerías, centrales eléctricas, en la recogida de basuras, en los puertos o astilleros. La lista de los sectores donde impulsan 'grèves reconductibles' es largaSe desconoce si lograrán mantenerlas durante varios días, debido a la dificultad de renunciar a un día de sueldo en estos tiempos de inflación. La CGT anunció haber reunido más de 600.000 euros en una de sus cajas de resistencia. El 56% de los franceses respalda estas huelgas ilimitadas, según un sondeo reciente del instituto Elabe.

Este martes no circuló ningún tren de cercanías y solo un 20% de los regionales y de alta velocidad. Una afectación del tráfico ferroviario que se mantendrá con un impacto similar el miércoles y el jueves. Los agentes ferroviarios ya habían alterado la circulación de trenes durante más de dos meses en el invierno entre 2019 y 2020, cuando protestaron contra otra tentativa de Macron para reformar el sistema de jubilación galo, uno de los más avanzados de Europa. "Esta vez solo vamos a impulsar una larga huelga si nos acompañan el resto de sectores", advertía Sèbe, un conductor de metros en París y afiliado a la CGT.

Los camioneros, que hasta ahora se habían mantenido al margen de las protestas, se han sumado a ellas. Iniciaron el lunes una huelga y acciones de bloqueo en carreteras y polígonos industriales. También hubo paros notables en las grandes empresas del sector metalúrgico. A diferencia de otras históricas movilizaciones en Francia contra otras reformas de las pensiones, como en 1995 o 2019, el protagonismo no recae solo en los agentes ferroviarios, los profesores y otros funcionarios.

¿Hasta cuándo durarán los paros?

"La verdadera batalla es la duración. La cuestión no es la demostración de fuerza del 7, sino del 8, del 9 y del 10 de marzo", sostuvo el ministro de la Función Pública, Stanislas Guerini. El Gobierno confía en que estos paros no duren a lo largo de esta primera quincena de marzo ni provoquen grandes problemas económicos, como la escasez de combustible en las gasolineras que ya se produjo en otoño debido a otra huelga.

Aunque estas protestas han deteriorado la popularidad de Macron —se sitúa en sus niveles más bajos desde el inicio de la pandemia del covid-19, pero por encima de la caída sufrida con los chalecos amarillos en 2018—, el dirigente centrista no parece dispuesto a retirar la reforma. Tampoco a hacer concesiones a los sindicatos, por ejemplo, con una entrada en vigor más tardía (actualmente, está prevista para el verano). Como si fuera una cuestión de principios.

No obstante, esta posición dura podría marcar el resto de su segundo mandato. Hasta el punto de que Jacques Attali, consejero en la sombra de numerosos presidentes y hombre clave en la carrera política de Macron, le ha aconsejado que la retire "para salvar el resto de reformas". "¿Por qué demonios se puso en este embrollo?", se preguntaba en un artículo de opinión para el diario económico Les Echos este cicerone de las élites galas.