ELECCIONES EN TURQUÍA

La oposición turca escoge a su candidato ante un Erdogan debilitado tras el terremoto

El líder del principal partido opositor, Kemal Kiliçdaroglu, elegido como el candidato de unidad para enfrentarse al presidente turco en los comicios del 14 de mayo

El candidato de la oposición turca, Kemal Kiliçdaroglu.

El candidato de la oposición turca, Kemal Kiliçdaroglu. / DPA

Adrià Rocha Cutiller

La decisión, por enorme, ha tardado meses en realizarse; años incluso de discusión sobre quién sería el encargado de enfrentarse al longevo y al parecer indestructible presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en el poder en Turquía desde 2003. Entre medias, reuniones interminables, filtraciones conspiranoicas, acusaciones bombásticas, cuchillos por la espalda y, hace un mes justo, un terremoto en el sur del país que se ha cobrado la vida de 50.000 personas y ha cambiado por completo el orden de la política turca

Finalmente, y a pesar de que este fin de semana la ruptura parecía casi segura, este lunes toda la oposición turca se ha unido y ha escogido a su candidato de consenso para las elecciones presidenciales turcas del 14 de mayo. Será el líder del principal partido opositor, Kemal Kiliçdaroglu. Nunca había sido el favorito ni de sus seguidores ni de las encuestas, que daban más posibilidades a los populares alcaldes de Estambul y Ankara. Ambos derrotaron a los candidatos del partido de Erdogan en las elecciones locales turcas de 2019

Kiliçdaroglu, de 74 años, es visto como un burócrata del centro-izquierdista liberal, poco carismático pero capaz de mantener a la oposición unida. Hacerlo es tarea difícil: en ella se encuentran desde partidos de la derecha nacionalista profunda hasta formaciones comunistas o el partido prokurdo de izquierdas, el tercero en representación parlamentaria en el país anatolio. 

"Queridos amigos, querido pueblo, que nadie tema. Que nadie esté nervioso. Tomaremos el poder. Que nuestro camino sea largo", ha dicho este lunes Kiliçdaroglu ante una masa de miles de militantes y seguidores. Según ha afirmado el político, la oposición se compromete a derrocar el sistema presidencialista que creó Erdogan con el referéndum de 2017 y volver a un sistema parlamentario "más democrático".

El terremoto y la popularidad presidencial

Desde hace meses, en Turquía nadie hablaba de otra cosa: qué ocurrirá ese domingo, qué será Erdogan capaz de hacer, qué candidato será el que se le enfrente… ¿de verdad hay alguna posibilidad de que el partido del todopoderoso presidente turco pierda el poder después de 20 años de acumularlo? Según la gran mayoría de los sondeos, las posibilidades eran reales: la popularidad de Erdogan, muy afectado por la grave crisis inflacionaria que vive Turquía, estaba en mínimos históricos

Y entonces, hace justo un mes, llegó el seísmo de 7,8 en la escala de Richter que sacudió el sureste anatolio y ha dejado varias provincias de la región completamente destruidas. Al menos 50.000 personas han muerto; millones lo han perdido absolutamente todo.

A pesar de que el Gobierno ha aceptado algunas de las críticas —que aseguran que las autoridades respondieron tarde al seísmo, que los servicios de emergencia no fueron capaces de llegar a muchas regiones afectadas hasta varios días después del terremoto— el Ejecutivo turco se ha lanzado a detener a internautas por comentarios contrarios a Erdogan, cerrar foros de internet y multar a canales opositores por afirmar, entre otras cuestiones, que en la región afectada falta material de ayuda y tiendas de campaña para las personas que han perdido sus viviendas. 

Un mes después, la situación sigue parecida: activistas desplazados a la provincia de Hatay, la más afectada de todas, aseguran que no hay, por ejemplo, acceso a agua potable en la región. 

Mientras tanto, la precampaña electoral ya ha empezado, y todos, Gobierno y oposición, se derriten a hacer promesas de reconstrucción y desarrollo para una zona borrada del mapa. Erdogan promete —los expertos lo ven imposible— que la reconstrucción terminará en un año. Para los que lo han perdido todo la espera será larga.