CRISIS MIGRATORIA

La fiscalía italiana investiga si se tardó demasiado en ir a socorrer a los 68 inmigrantes ahogados en Calabria

La Guardia Costera y la Guardia de Finanzas fueron alertados por Frontex seis horas antes del hundimiento

Una imagen de la tragedia en Calabria.

Una imagen de la tragedia en Calabria.

Montse Martínez

Una tormenta política se ha desatado en Italia después de que 68 inmigrantes fallecieran ahogados en las playas de Steccato di Cutro, en Calabria, el pasado domingo 26 de febrero. La fiscalía ha abierto una investigación para esclarecer si los diferentes cuerpos de seguridad -Guardia Costera y Guardia de Finanzas- actuaron con celeridad al saber que una embarcación con 180 personas a bordo proveniente de

Turquía

se encontraba con dificultades. Muchos indicios, que ahora está valorando la justicia, indican que no.

El fiscal de Crotone, en la región de Calabria, en el sur del país, ha pedido a los Carabineros (policía militarizada), que recupere los documentos relacionados con la actividad de la Guardia Costera y la Guardia de Finanzas después de que la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas, Frontex, notificase a los guardacostas italianos la presencia del navío con problemas la noche del sábado 25 de febrero. La investigación tratará de reconstruir la cadena de mensajes que llevó a que se activara el dispositivo de emergencias solo cuando la barca ya había naufragado a tan solo 100 metros de la costa.

Los datos disponibles determinan que el sábado 24 de febrero por la noche transcurrió un intervalo de seis horas entre el momento en que Frontex avistó la embarcación en la que viajaban unas 180 personas y el inicio de las operaciones de rescate de la embarcación sobrecargada, que se hundió durante una tormenta tras chocar con rocas. Cuando llegaron al punto, los agentes encontraron ya decenas de muertos flotando en el mar. Se recuperaron 68 cadáveres, entre los que se encontraban afganos, iranís, pakistanís y sirios, y unas 80 personas lograron sobrevivir. La cifra de fallecidos podría, finalmente, superar el centenar ya que hay muchos desaparecidos.

Peticiones de dimisión

La tragedia coincide con el inicio del mandato de la primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni

, que ha hecho bandera de la mano dura contra los flujos migratorios y las oenegés que trabajan en el rescate de los mismos en las aguas del Mediterréneo, a las que pone todo tipo de trabas burocráticas para que abandonen la actividad.

La oposición ha pedido dimisiones. El Partido Demócrata (PD) italiano, la principal formación de la oposición al Gobierno derechista, ha exigido la dimisión del ministro del Interior, Matteo Piantedosi. "Esperamos el resultado de la investigación pero desde el punto de vista de la responsabilidad política, ya sus declaraciones requieren su dimisión y una reflexión profunda de (la primera ministra, Giorgia) Meloni", dijo la nueva líder del partido progresista, Elly Schlein.

Piantedosi, mano derecha del vicepresidente ultraderechista

Matteo Salvini

, ya suscitó la polémica al asegurar que "la desesperación no puede jamás justificar condiciones de viaje que ponen en peligro la vida de los propios hijos".

Las peticiones de dimisión también llegaron del partido centrista Azione, del europeísta +Europa, Izquierda Italiana y de los Radicales, entre otros.