TERREMOTOS EN TURQUÍA

Turquía censura y ataca las críticas a la gestión del terremoto

El Gobierno de Erdogan cierra el acceso al foro de discusión de internet más utilizado en el país, multa a cadenas opositoras y detiene internautas críticos con Ankara

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y su esposa, Emine, visita a un superviviente del terremoto en un hospital de Ankara.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y su esposa, Emine, visita a un superviviente del terremoto en un hospital de Ankara. / AFP

Adrià Rocha Cutiller

"Esta gente... los que no tienen honor no pueden dejar de deshonrar. Han aparecido algunos ahora, preguntan dónde está la Media Luna Roja", dijo, este martes, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, visiblemente enfadado. Erdogan fruncía el ceño. Su expresión contenía una rabia que su boca soltaba sin filtros: "Son unos inmorales, unos desgraciados, unos vulgares. La Media Luna Roja da 2,5 millones de comidas al día. ¿Es posible decir tal deshonestidad?". Sus palabras marcaron el camino. Desde el terremoto en el sureste de Turquía y el noroeste de Siria de hace dos semanas, varias decenas de personas han sido detenidas por haber criticado en redes sociales la gestión del Gobierno turco del seísmo. 

Pero desde este martes —desde el discurso del presidente Erdogan—, el Ejecutivo de Ankara ha puesto una marcha más. Muchos temen que no será la última. Los ejemplos son varios: este martes por la noche, por sorpresa, las autoridades cerraron el acceso desde Turquía a Eksi sözlük (Diccionario agrio), el foro en el país anatolio con más actividad y seguidores en redes, donde millones de turcos se conectan cada día para comentar y leer las opiniones de otros usuarios sobre cualquier tema o cuestión.

Durante las últimas semanas, la página web se había llenado de críticas al Gobierno por su gestión y respuesta al terremoto, que muchos turcos califican de lenta, mala e insuficiente: dos semanas después, aún hay regiones donde ha llegado poca ayuda y hay gente durmiendo al raso. Los que se quejan de esto, según Erdogan, son los deshonrados y los vulgares.

Prohibido emitir

Pero hay más. Este miércoles, el consejo audiovisual turco ha multado a tres cadenas opositoras y ha impuesto contra dos de ellas una prohibición temporal de emisión. Todo por su cobertura crítica durante el terremoto. Se trata de HalkTV, Tele1 —las dos que no podrán emitir temporalmente— y FoxTV.

"Esta decisión no nos sorprende. [El AKP, el partido de Erdogan] llegó al poder hace 20 años criticando la mentalidad prohibicionista del régimen anterior, y ahora estos mismos pretenden que les obedezcamos. Pero nuestro compromiso es con el pueblo turco y con la democracia", ha dicho el director general de HalkTV, Cafer Mahiroglu, en un comunicado.

Imágenes aéreas de la devastación en Antakya, Turquía

PI Studio

"El periodismo de HalkTV continúa. Turquía no se quedará sin saber lo que pasa solo porque el Gobierno lo quiera. No nos callaremos", ha continuado Mahiroglu. Las multas y prohibiciones le han llegado a la cadena por los comentarios de un parlamentario opositor en un programa de la cadena y por haber explicado en las noticias que Erdogan promovió en 2019 una amnistía que permitió la legalización de cientos de miles de edificios construidos ilegalmente en años anteriores. Se desconoce hasta la fecha cuántos de estos edificios sucumbieron al seísmo de hace dos semanas.

Futuro incierto

Dos semanas y más de 45.000 muertos después, poco o casi nada se sabe de lo que va a ocurrir en el futuro. El país, que ya estaba polarizado, está ahora enteramente dividido entre los que culpan al Gobierno de la enorme cifra de fallecidos y los que creen que ahora es momento de juntarse en torno al Ejecutivo y su plenipotenciario presidente.

Pero no hay ni ruta ni plan para los próximos meses: según marca la constitución, Turquía tendrá que celebrar elecciones presidenciales antes del 18 de junio. Es una absoluta incógnita si estos comicios van a suceder, si no, cuándo y si Erdogan, en el poder desde 2003, podrá seguir estándolo a partir de verano. Nadie sabe nada. 

"Durante sus discursos desde el desastre, Erdogan no ha podido evitar mostrar su resquemor y arrogancia", escribe Selim Koru, politólogo turco. "El terremoto ha mostrado cómo volvían al centro del debate las lecciones de la sociedad civil y su solidaridad, lejos del Gobierno. Mineros de carbón sin equipo ni formación se lanzaron a salvar vidas. 

Estudiantes de todas las ideologías se volcaron a mandar ayuda, no para marcar goles políticos sino para notar el pequeño placer temporal de fundirse en un esfuerzo colectivo. Los equipos de rescate extranjeros han recordado a los turcos que ni occidente ni oriente es enemiga de nadie, a pesar de lo que diga el poder político", añade. "Aún es temprano", dice Koru, "pero cada vez hay mucha más gente determinada a crear un cambio".