Giro ideológico en Italia

La nieta de Mussolini: de azote de los gais a defensora de la fluidez de género

Alessandra Mussolini ha rechazado un pase de la Eurocámara porque le pidieron señalar si era hombre o mujer en un documento

Alessandra Mussolini.

Alessandra Mussolini. / EFE

Irene Savio

De renegar de los LGTBI a empatizar con sus posiciones. Es lo que ha pasado con la europarlamentaria italiana Alessandra Mussolini, nieta del dictador Benito Mussolini, que hace unos días rechazó un documento del Parlamento Europeo porque le pidieron señalar su género. "No me pregunten de qué género soy porque no se lo voy a decir", explicó antes de argumentar que es insensato que las instituciones europeas se digan contrarias a la discriminación y luego exijan encasillar a sus integrantes en las categorías de hombre o mujer. 

"Hablé con el responsable de nuestra delegación y le dije que iba a pedir un pase de seguridad sin especificar mi sexo. Él me respondió que esto está muy bien y que es una batalla importante", explicó a posteriori la diputada, que se incorporó a la Eurocámara el pasado septiembre, tras las elecciones generales en Italia, por cambios dentro de su partido, el conservador Forza Italia (FI) de Silvio Berlusconi. 

Tal revuelo provocó Mussolini que la información apareció en la prensa italiana y encendió un debate que lleva tiempo en la agenda pública. La razón, por supuesto, no es solo el argumento en sí, si no que Alessandra es nieta de Mussolini, que en vida llegó a desterrar a integrantes de la comunidad gay a islas del Mediterráneo.

Pero más aún. Ella misma, no solo ha defendido a su abuelo y se ha forjado una carrera política en torno a su apellido, sino que también se ha pronunciado abiertamente en contra de las comunidades LGBTIQ+"Mejor fascista que maricón", le llegó a decir a Vladímir Luxuria, una conocida transexual italiana, durante un debate en televisión con una alta audiencia en 2006, comentario por el que se disculpó varios años después. 

Giro copernicano

Nadie sabe con precisión cuándo Alessandra, que de joven integró el posfascista Movimiento Social Italiano (MSI), cambió de opinión. Pero el año pasado dejó claro su giro copernicano. "Me he equivocado sobre los LGBTIQ+. Todos tienen derecho a ser lo fluidos que deseen", dijo, en otro programa en televisión. "He visto el gran sufrimiento de los adolescentes de hoy por su miedo a decir la verdad a sus familias. ¡Basta con esto del sexo!”, argumentó antes de añadir que quizás ella adoptaría también esta opción sexual. 

Aunque, en verdad, señales de que Alessandra había cambiado de opinión ya las había de antes. En 2021, por ejemplo, se pronunció a favor de un proyecto de ley contra la homofobia presentado por Alessandro Zan, un enérgico activista gay del Partido Democrático (PD), la formación progresista más importante de Italia. La eurodiputada se dejó incluso fotografiar vestida con los colores del arcoíris para apoyar a la comunidad LGBTIQ+.

En cualquier caso, el cambio de Mussolini ha sido festejado por las organizaciones que luchan por los derechos de la comunidad LGBTIQ+. "Mussolini ha hecho un cambio de 180 grados, de una postura conservadora, heterosexual e impregnada por el catolicismo políticos", ha celebrado Gabriele Piazzoni, presidente de Arcigay. "La gente habitualmente cambia sus posturas gracias a un amigo o familiar LGBTIQ. Vale más esto que centenares de nuestras campañas", ha añadido Piazzoni.

Queda por ver cómo se gestionará que la actual primera ministra italiana, Giorgia Meloni, cuyo partido es socio del de Mussolini, defienda únicamente los valores de las familias heterosexuales e incluso haya hecho de esto uno de sus caballos de batalla durante la última campaña electoral.