EEUU seguía el globo acusado de espionaje desde que salió de China

La crisis política y diplomática abierta entre Estados Unidos y China por la localización de un globo sobre los EEUU continentales que Washington ha identificado como un aparato de espionaje y que derribó el 4 de febrero puede haber sido consecuencia, al menos parcialmente, de un error.

Según ha revelado este martes ‘The Washington Post’ citando fuentes gubernamentales anónimas, agencias militares y de espionaje estadounidenses seguían el aparato desde que fue lanzado desde la isla de Hainan, casi una semana antes de entrar en el espacio aéreo estadounidense.  Ahora consideran la posibilidad de que el globo fuera desviado por los vientos de forma no intencionada, aunque también piensan que Pekín aprovechó la oportunidad para usar sus capacidades de espionaje una vez que alcanzó EEUU.

El globo salió de la isla de Hainan y sobrevoló Guam, el territorio estadounidense en el Pacífico donde, como en Hawai, EEUU asegura que China ha estado realizando incursiones de este estilo para monitorizar instalaciones militares estadounidenses, parte de un programa de espionaje que lleva a cabo el Ejército Popular de Liberación y con el que según Washington China complementa el que realiza con satélites.

Un frente frío

Según las fuentes del Post, el globo, que puede ser parcialmente controlado remotamente pero también se mueve según las corrientes de aire, pudo desviarse debido a fuertes vientos de elevada altitud. En un análisis con modelos de computación realizados por el diario, las corrientes lo llevaron hacia el este y cuando estaba al sur de Japón empezó a ganar velocidad y dirigirse mucho más al norte de lo podría esperarse por el impacto de un fuerte frente frío.

Así entró en el espacio aéreo de Alaska el 28 de enero, tras donde pasó al de Canadá y luego, movido de nuevo por fuentes vientos, volvió a entrar en territorio estadounidense sobre Idaho el día 31, un día antes de ser visto sobre Montana. Aunque allí se planteó derribarlo, se descartó ante los riesgos que podía representar para la gente sobre el terreno. Y finalmente, tras días en que siguió cruzando EEUU, el presidente Joe Biden dio el visto bueno al derribo el 4 de febrero en las aguas frente a Carolina del Sur.

Espionaje de China

Los analistas de espionaje estadounidenses están convencidos de que el objetivo del globo era el espionaje, probablemente de las instalaciones militares de EEUU en el Pacífico, y aunque no saben si el desvío fue intencionado o accidental las fuentes del ‘Post’ se muestran convencidas de que Pekín decidió aprovechar la oportunidad una vez que llegó a EEUU de recolectar datos de inteligencia. Estiman también que no fue accidental que sobrevolara instalaciones nucleares en Montana.

A las instalaciones del FBI en Quantico (Virginia) han llegado ya los restos recuperados en el océano del globo derribado, que podrán arrojar luz, aunque una de las fuentes del 'Post' ha avanzado que aparentemente no representa un aumento dramático de las capacidades de espionaje chino sino simplemente más recolección.

De momento, en cualquier caso, la crisis ha incrementado el escrutinio sobre las actividades de espionaje aéreo de China, que según EEUU mantiene una flota de globos que espían en 40 países en los cinco continentes como parte de un programa de espionaje aéreo que incluye sofisticados sistemas de satélites.

El gobierno chino reaccionó inicialmente al hallazgo del globo, que hizo que el secretario de Estado Anthony Blinken pospusiera una visita prevista a Pekín, con una inusual disculpa pero aseguró también que se trataba de un aparato de investigación meteorológica. Luego pasó a criticar a Washington por “sobrerreaccionar” al incidente y ha sumado sus propias denuncias de que EEUU ha enviado 10 globos espías sobre China, algo que la Casa Blanca ha negado.

Los otros tres objetos derribados

El incidente de este globo también llevó a EEUU a modificar sus sensores y radares para maximizar la detección de objetos aéreos y esas modificaciones han permitido que se localizaran tres entre el viernes y el domingo en EEUU y Canadá que fueron derribados. El Pentágono ha advertido de que “no se debe asumir que los acontecimientos de los últimos días están conectados” y este martes desde la Casa Blanca se ha empezado a sugerir que esos tres aparatos, a diferencia del globo, podrían ser “benignos” y estar “simplemente vinculados a entidades comerciales o de investigación”. De hecho, según ha dicho el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, de momento no hay “ninguna indicación” de que los tres fueran parte del programa de espionaje de China ni de ningún otro país.