Opinión | EN CLAVE EUROPEA

Riesgo de desindustrialización de la UE

Los acuerdos del Consejo son insuficientes para combatir los subsidios masivos de EEUU, China y Japón. Además, los Veintisiete tiene la desventaja estructural de unos precios energéticos muy superiores a los que pagan las empresas en estos países.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. / EUROPA PRESS

La industria es clave para la prosperidad y la seguridad económica de la Unión Europea (UE), pero los acuerdos del Consejo Europeo de este viernes son insuficientes para combatir el riesgo de desindustrialización y los masivos subsidios industriales y tecnológicos de Estados UnidosChina Japón. La industria europea afronta el reto de la transición económica y energética verde con una marcada desventaja debido al retraso inversor y tecnológico causado por la década de la política de austeridad. La transición verde requiere en la UE una inversión adicional de 477.000 millones de euros anuales, es decir 3,34 billones hasta 2030, por lo que los fondos europeos aún disponibles no bastan. La autorización de subsidios nacionales sólo beneficia a Alemania, y en menor media a Francia, mientras que el resto de los Veintisiete carece de la capacidad presupuestaria para movilizar los fondos necesarios.

A todo ello, hay que sumar la desventaja estructural europea de unos precios energéticos, en especial la luz, muy superiores a los que paga la industria de EEUU y China. El elevado coste eléctrico se ha agravado durante los últimos 20 meses hasta tal punto que ha obligado a paralizar o reducir temporalmente la producción en muchos sectores, desde la emblemática Duralex al aluminio y los fertilizantes, y ha forzado el cierre de incontables pequeñas y medianas empresas. Pese a que el disfuncional sistema de cálculo del precio mayorista de la luz quedó de manifiesto en junio de 2021, ocho meses antes de la invasión rusa de Ucrania, la Comisión Europea no presentará hasta marzo su prometida propuesta de reforma. Esto significa que la industria europea seguirá sometida a precios eléctricos destructivos como mínimo el resto de 2023. La industria del aluminio, esencial para la transición verde, tiene la mitad de su capacidad parada en la UE por el precio eléctrico y Europa debe importar lo que no produce.

Declive

La industria supone más del 80% de las exportaciones de la UE. La industria aporta el 80% de la inversión privada en investigación y la creación de un empleo nuevo en la industria genera de 0,5 a 2 puestos de trabajo en otros sectores, según la Comisión Europea. Pero la política de austeridad, la falta de una política industrial europea a largo plazo, la desprotección frente a otras potencias y la injustificada fe ciega de la Comisión Europea en la autorregulación han propiciado un declive industrial. Desde 2008 se han perdido 2,83 millones de empleos industriales en los 27 estados de la UE, según la OCDE.

El declive industrial se refleja en el comercio: las importaciones de productos manufacturados de la UE crecieron el 28% en 2022, casi el doble de sus exportaciones industriales, reduciendo el 38% el superávit comercial industrial de la UE. Los desorbitados precios energéticos y sus secuelas han recortado la producción industrial, que en noviembre de 2022 era inferior a la de un año antes en: Alemania (-0,2%), Estonia (-12,2%), Grecia (-0,9%), España (-1,8%), Croacia (-2%), Italia (-3,7%), Holanda (-0,9%), Portugal (-0,3%), Rumanía (-4%), Eslovenia (-3,6), Eslovaquia (-10,7%), Finlandia (-3,1%) y Suecia (-2,2%), según Eurostat. La producción industrial de las dos mayores potencias, Alemania y Francia, es inferior a su nivel de 2015 en 4,3 y 1,6 puntos.

Ola de subsidios

La nueva ola de subsidios de EEUU (343.000 millones de euros), China (260.000 millones) y Japón (140.000 millones) agrava la desventaja de la UE. La Comisión Europea reconoce que desde hace mucho la ayuda china a su industria es el doble de la de la UE en porcentaje del PIB. Los subsidios norteamericanos ya comienzan a tentar: casi el 20% de las industrias finlandesas planean trasladar su producción a EEUU, según la patronal finlandesa.

China invirtió durante la pasada década 46.500 millones de euros, diez veces más que Europa, para liderar la producción de placas solares, indica la Agencia Internacional de la Energía. Ahora China produce más del 80% de las placas solares mundiales y la UE depende totalmente de China para ese elemento esencial de la transición verde. La electricidad supone más del 40% del coste de producir las placas solares. En China, esas placas se fabrican con un precio de 70 euros el megavatio/hora. En Europa occidental, el precio mayorista mínimo de la luz durante la jornada laboral del 10 de febrero era más del doble y el pasado agosto llegó a ser 10 veces más caro. Por ello, si la UE no corrige sus precios eléctricos desorbitados está condenada al declive industrial.