REGULACIÓN TECNOLÓGICA

La Unión Europea regaña a Twitter por no hacer lo suficiente para frenar la desinformación

La plataforma liderada por Elon Musk es la única compañía tecnológica que ha mandado un informe incompleto a Bruselas sobre sus medidas para limitar el impacto de los bulos en internet

Elon Musk, dueño de Twitter.

Elon Musk, dueño de Twitter.

Carles Planas Bou

La Unión Europea (UE) está mosqueada con Twitter. La red social presidida por Elon Musk no ha hecho los deberes y ha sido la única empresa tecnológica que no les ha enviado un informe completo para detallar qué medidas ha tomado para poner coto a la desinformación.

"Me decepciona ver que el informe de Twitter va por detrás de otros y espero un compromiso más serio con sus obligaciones", aseguró este jueves la vicepresidenta Vera Jourova, responsable de valores de transparencia de la Comisión Europea.

Bruselas exige a las grandes compañías tecnológicas que cada seis meses informen a las autoridades europeas sobre las medidas tomadas para cumplir con los códigos de la UE, que buscan frenar la propagación de bulos en internet. En estos informes se especifican datos como el número de anuncios políticos aceptados o rechazados, los ingresos publicitarios negados a los difusores de desinformación y las posibles campañas de manipulación detectadas.

Alphabet (Google y Youtube), Meta (Facebook e Instagram), Microsoft y TikTok cumplieron con lo acordado y mandaron sus respectivos informes. Twitter, en cambio, mandó un documento en el que faltaban datos y en el que no se hacía mención al compromiso para potenciar a los verificadores de información (fact-checkers), según ha lamentado el Ejecutivo comunitario.

Aunque las empresas no están obligadas a participar en el envío de esos informes, no hacerlo puede suponerles problemas con los reguladores europeos. La situación podría agravarse para Twitter. Y es que el próximo 1 de septiembre entrará en vigor la Ley de Servicios Digitales (DSA) una ley pionera con la que la UE sí obligará a esas compañías a moderar el contenido en sus espacios digitales para frenar la difusión de fake news y contenido de odio. De no hacerlo podrán enfrentarse a multas millonarias equivalentes a hasta el 6% de sus ingresos anuales.

Medidas polémicas

Twitter se adhirió a este compromiso con las autoridades europeas antes de que Musk comprase la plataforma. Desde su llegada al poder el pasado octubre, el controvertido empresario ha tomado una serie de medidas no menos polémicas que afectan directamente a como la red social aborda la desinformación, como eliminar su política contra los bulos sobre el covid-19 o permitir el regreso de personalidades conspiranoicas de extrema derecha como Donald Trump. Además, Twitter ha anunciado que pondrá fin al acceso gratuito a su API, que hasta ahora ha permitido que investigadores externos puedan estudiar lo que ocurre dentro de la plataforma.

Por otro lado, los despidos anunciados por Musk han mermado significativamente los equipos dedicados a la moderación de contenido. Bruselas incluso habría amenazado con prohibir Twitter si no cumple con sus normas. Musk prometió acatar. Los próximos informes deberán presentarse en julio.