GUERRA DE UCRANIA

Rusia se empeña en tomar Bajmut antes de que lleguen las nuevas armas de Occidente

El Ejército ruso lanza oleadas de hombres contra las posiciones ucranianas, mostrando, según Kiev, un escaso respeto por la vida humana

Una mujer cruza un puente destruido en Bajmut, región de Donetsk, el 6 de enero de 2023, en medio de la invasión rusa de Ucrania.

Una mujer cruza un puente destruido en Bajmut, región de Donetsk, el 6 de enero de 2023, en medio de la invasión rusa de Ucrania. / AFP

Marc Marginedas

Rusia está poniendo toda la carne en el asador para lograr conquistar Bajmut, la preciada localidad del Donbás, antes de que entren en acción, en unas semanas, los tanques suministrados por Occidente. Esta manida y tajante metáfora podría reflejar con sorprendente exactitud lo que está sucediendo en el frente bélico oriental de Ucrania. Porque, a decir de Kiev, el Ejército ruso no deja de enviar al asalto a oleadas de hombres, la mayoría de los cuales son aniquilados en la misma línea de frente, con el objetivo de avanzar, aunque sea unos pocos metros.

El gobernador de las autoridades de la ocupación rusa en la provincia de Donetsk, Denis Pushilin, ha asegurado que sus tropas habían logrado introducirse y fijar posiciones en la localidad de Vuhledar, una pequeña localidad minera que, pese a las vicisitudes, se había mantenido bajo control ucraniano desde el inicio de la guerra. Con el ánimo de cerrar la tenaza y dificultar los suministros en Bajmut, el grupo Wagner, acusado de enviar prisioneros al frente para ser utilizados como carne de cañón, centraba sus ataques en la población de Blahodane. Mientras el bando ruso aseguraba ya hallarse bajo su control, el bando ucraniano en cambio sostenía que los combates proseguían.

El propio presidente ucraniano, Volodímir Zelesnki, ha confirmado lo crítico de la situación en todo el Donbás. "La situación es muy difícil; Bajmut, Vuhledar y otras secciones de la región de Donetsk están bajo constantes ataques", ha adtido el jefe del Estado. "Al enemigo no le importa su propia gente, y a pesar del elevado número de bajas, mantiene una elevada intensidad de ataques", ha constatado.

Idéntica versión de los hechos, aunque con mayor crudeza, ha proporcionado el coronel y analista militar Mikola Salamakha, a la emisora local de radio NV. "La ciudad se encuentra en una meseta y se ha establecido allí una fuerte posición defensiva", ha destacado. "Es una repetición de lo sucedido en Bajmut; una oleada de soldados rusos tras otra destruida por las fuerzas armadas ucranianas", ha concluido.

Sin avances desde noviembre

Desde finales del mes de noviembre, fecha en que las tropas rusas se retiraron de Jersón, en el margen occidental del río Dniéper, permitiendo al bando ucraniano retomar una ciudad cuyo control perdieron en los primeros días de la contienda, el Ejército de Kiev no ha conseguido avances adicionales, permitiendo a su enemigo recuperar la iniciativa militar en el frente de Donbás y someterle a constante presión gracias a los presos reclutados por el grupo Wagnerlanzados en oleadas sobre las posiciones ucranianas. La escabechina que esta táctica militar está generando quedó bien reflejada cuando se difundieron recientemente imágenes de Yevgueni Prigozhin, el líder de Wagner, entrando en una morgue repleta de cadáveres y casi bromeando sobre lo sucedido: "a estos ya se les ha acabado el contrato; vuelven a casa".

De acuerdo con el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), ha sido la indecisión de Occidente a la hora de suministrar armas lo que ha permitido a Rusia materializar pequeños avances terrestres, poniendo a su vez palos en las ruedas a la capacidad del Ejército ucraniano de lanzar nuevas ofensivas. "El fracaso en la entrega del material necesario" por parte de Occidente ha frenado "los avances ucranianos" desde noviembre. "Rusia quiere prolongar la guerra y agotar nuestras fuerzas; debemos hacer que el tiempo sea nuestra arma", ha deseado Zelenski.

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