CRISIS EN BRASIL

Lula echa a decenas de militares y promete ser implacable con los que participaron en el 'Capitolio brasileño'

Antes de un nuevo encuentro entre Lula y los altos mandos, el Gobierno removió a los uniformados que cumplían tareas en la sede del Ejecutivo

El presidente aseguró que todos los que participaron del 8E serán castigados

El presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, durante una intervención en el palacio presidencial este jueves.

El presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, durante una intervención en el palacio presidencial este jueves. / REUTERS

Abel Gilbert

"La seguridad no existió", dijo el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sobre el papel de los militares, la policía y los servicios de inteligencia el 8E. Una de las primeras consecuencias de lo que algunos analistas llamaron un acto de negligencia institucional, pero que, para el propio Lula se ha tratado de una explícita connivencia que deben ser dilucidada, ha sido la decisión presidencial de echar a unos 80 militares que cumplían funciones en el Palacio Planalto, la sede del Ejecutivo. Los agentes destituidos pertenecen al Ejército, la Marina y la Fuerza Aérea. No se descartan medidas similares si se comprueban comportamientos dudosos de los uniformados frente a las tentativas de asalto del Parlamento y el Tribunal Supremo.

Lula también ha hablado de una "infiltración" en edificios estratégicos destinada a consumar un golpe de Estado. Si antes y durante la campaña electoral, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) intentó referirse a las instituciones castrenses con extrema delicadeza, después de los sucesos que todavía estremecen a Brasil, Lula lanzó una clara advertencia a los altos mandos. "Todos los que participaron en el acto golpista serán castigados. Todos. No importa el rango, no importa la intensidad con la que participaron", le dijo a GloboNews.8

Nuevo encuentro con los altos mandos

El presidente, quien asumió el 1 de enero, vive con su esposa Janja da Silva en un costoso hotel de Brasilia. No volverán a la residencia presidencial hasta que se garantice la seguridad del mandatario y la Primera Dama. Y ese será uno de los temas a conversar con los generales y almirantes este viernes.

De acuerdo con Bela Megale, columnista del diario carioca O Globo, el ministro de Defensa, José Múcio, y los comandantes de las tres armas aprovecharán la reunión del viernes con Lula para intentar reencauzar una relación que se esperaba compleja pero que, a la luz del asalto a la sede de los tres poderes por parte del bolsonarismo, se ha tornado mucho más difícil. Lula se ve frente a una situación que no esperaba, de un lado, quiere dejar atrás la crisis y "comenzar a gobernar". Eso supone mejorar las relaciones con los militares.

El Gobierno expresará en breve su compromiso de cumplir con los reclamos castrenses de inversiones y suministros de equipamiento. Pocos días después del 8E, el mandatario le recordó a los uniformados que no son un "poder moderador" de la República y deben apegarse a la letra de la Carta Magna. Lula espera respuestas más contundentes de las Fuerzas Armadas respecto a ese rol a desempeñar.

Coronel golpista

Todavía hay muchos puntos oscuros. El diario paulista Estado ha revelado que el coronel del Ejército José Placídio Matias dos Santos, quien durante tres años fue asesor en el Gabinete de Seguridad Institucional (GSI) de Jair Bolsonaro, utilizó las redes sociales para llamar a un golpe de Estado y amenazar al ministro de Justicia, Flávio Dino. Ese oficial aseguró además que "cientos de militares en activo" participaron en los actos terroristas del 8 de enero en Brasilia. El Ejército todavía no se ha pronunciado al respecto. El coronel ya ha borrado de sus cuentas todas las incitaciones a sus colegas de armas.