ADICCIONES

El Parlamento Europeo reclama más protección contra la adicción para los jugadores de videojuegos

En una resolución, la Eurocámara pide normas y campañas para ayudar a las familias a controlar la actividad de sus hijos

Dos niños juegan en un videojuego de fútbol en el Saló del Gaming (SAGA).

Dos niños juegan en un videojuego de fútbol en el Saló del Gaming (SAGA). / GERARD ARTIGAS

Silvia Martínez

El Parlamento Europeo quiere mejorar la protección de los jugadores de videojuegos con mecanismos que permitan hacer frente a la adicción y otras prácticas manipuladoras. En una resolución aprobada por amplia mayoría -577 votos a favor, 56 en contra y 15 abstenciones- el pleno pide reglas armonizadas para que las familias sepan y controlen los juegos, el tiempo y el dinero que emplean sus hijos en ellos, reglas de control parental más estrictas, información más clara sobre el contenido, las políticas de compra de los juegos y el grupo de edad al que se dirigen y campañas de educación dirigidas a padres y cuidadores sobre las herramientas existentes.

Se trata de una industria boyante y el sector cultural y creado que más rápido crece en Europa, responsable de 90.000 empleos directos en Europa y con un volumen de mercado de 23.300 millones de euros en 2020, según datos de la Federación Europea de Software Interactivo recogidos en el informe. El documento destaca que el 73% de los niños de edades entre 6 y 10 años juegan a videojuegos, lo mismo que el 84% de los niños de entre 11 y 14 años y el 74% de entre 15 y 24 años. El texto pide proteger a los menores, especialmente de los señuelos para hacer compras mientras juegan a videojuegos y de la práctica de vender artículos obtenidos en un videojuego a cambio de dinero real (denominada gold-farming en inglés), y vinculado en ocasiones con delitos financieros y abusos de derechos humanos. 

Los eurodiputados también consideran que los desarrolladores de videojuegos deben abstenerse de fomentar la adicción y tener en cuenta la edad, los derechos y las vulnerabilidades de los niños. Concretamente, les piden que den prioridad a la protección de datos, al equilibrio de género y la seguridad de los jugadores y que no discriminen a las personas con discapacidad. A la Comisión Europea, mientras tanto, le instan a adoptar en caso necesario “medidas regulatorias para proteger a los usuarios, especialmente a los menores y a los niños de corta edad, de prácticas ilegales en esas plataformas participen”.

Evaluación del sector

La resolución también avisa a los desarrolladores que las cancelaciones de suscripciones a juegos deben ser tan sencillas como la suscripción misma y que las políticas de compra, devolución y reembolso de videojuegos deben cumplir con las normas de la UE. A las autoridades nacionales les avisa de que deben atajar las prácticas ilegales que permiten a los jugadores intercambiar, vender o apostar en los sitios de juego y a la Comisión Europea le reclama una evaluación en profundidad sobre las prácticas agresivas en el sector y los diseños engañosos.

Pese a todo esto, el Parlamento Europeo reconoce el valor y potencial del sector de los videojuegos y apuesta por su desarrollo. Por ejemplo, propone la creación de un premio anual europe y reclama a Bruselas una estrategia europea para apoyar el sector creativo y cultural y una propuesta legislativa para adaptar el marco actual en materia de protección de los consumidores para los videojuegos en línea o presente una propuesta legislativa independiente sobre videojuegos en línea que permita armonizar la situación en la UE. También plantea a Bruselas que valore reclamar a los proveedores de videojuegos en línea que son jugados por menores que realicen evaluaciones de impacto infantil ex ante para determinar riesgos. 

"El informe destaca rasgos positivos de una industria pionera pero también riesgos sociales que debemos tener en cuenta como el impacto de los videojuegos en la salud mental, algo que puede afectar especialmente a los jugadores más jóvenes”, ha destacado la ponente del informe, la socialista española Adriana Maldonado, que considera necesario impulsar una armonización a nivel europeo.