SAHEL OCCIDENTAL

Petróleo, anti-yihadismo y migraciones: España acelera la diplomacia con Nigeria y Níger

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, inicia este miércoles un viaje exprés por ambos países clave del Sahel, y a Guinea-Bissau

Nigeria es el primer exportador de petróleo a España (casi dos de cada diez barriles)

Soldados nigerinos en Níger

Soldados nigerinos en Níger / Kay Nietfeld/dpa

Mario Saavedra

Mario Saavedra

Nigeria es un gigante regional rico en petróleo y gas y, por tanto, un importante socio energético para España. Su vecino Níger es uno de los países más pobres del mundo, pero se mantiene como aliado de Occidente en la lucha conjunta contra el auge de los grupos terroristas yihadistas en la zona. España tiene intereses duros en esta región del llamado Sahel Occidental, azotada por la violencia, especialmente en el sur de Níger y en el norte de Nigeria. En este contexto, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, inicia este miércoles una gira de dos días por estos dos enormes países africanos, con una parada también en la pequeña Guinea-Bissau, en la costa occidental africana. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, resaltó este lunes ante los embajadores españoles reunidos en Madrid la importancia clave de la región para los intereses nacionales. Nigeria envía el 18% del petróleo y del 14% del gas que necesita España, especialmente en plena crisis energética. Sobre Níger, Sánchez ha destacado que “se ha convertido en un importante aliado internacional para la estabilidad en el Sahel". En la cumbre de la OTAN de Madrid, y tras la insistencia del Gobierno, se incluyó en la doctrina de la Alianza la llamada “vecindad sur” (antes “flanco sur”) como uno de los focos de riesgo e inestabilidad para los países del club. 

Hay toda una plétora de grupos terroristas en la zona. El norte de Nigeria es la base de operaciones de Boko Haram, un grupo islamista que ha asesinado a más de 6.000 personas, secuestrado niñas estudiantes y provocado el desplazamiento de más de dos millones de personas. En la llamada “triple frontera” (de Níger con Mali y Burkina Faso) actúa una coalición afín a Al Qaeda (JNIM o Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes) y EIGS (Estado Islámico en el Gran Sáhara ). España mantiene un contingente de unos 350 soldados en la vecina Malí, que se dedican a formación y entrenamiento de soldados para que luchen contra los yihadistas.

Ostenta de hecho, desde hace un mes, el mando de la misión EUTM-MALI, unos 700 soldados de 28 países europeos. El grueso de los combates los realizaba el ejército francés, hasta que abandonaron la misión en el país tras un enfrentamiento con la junta militar golpista, que utiliza ahora a soldados mercenarios de la organización paramilitar rusa Wagner. España redujo entonces el número de soldados presentes, y está por ver si los retira a Níger, un país aliado y más estable.

Las fuentes diplomáticas consultadas apuntan a que, de momento, nuestro país sigue comprometido con su presencia en Malí. Y recuerdan que Sánchez ha dicho ya públicamente que, mientras se pueda, España seguirá en Malí, siempre que los soldados a los que está formando no participen en operaciones en las que se violen los derechos humanos. Uno de los motivos por los que la junta golpista en Malí se ha echado en brazos de la Wagner es su crueldad y falta de escrúpulos hacia la población civil en sus operaciones antiyihadistas.

Yihadismo y pobreza en Níger

España está involucrada en la operación GAR-SI Sahel (Grupos de Acción Rápida y Vigilancia e Intervención en el Sahel), que ayuda a crear unidades policiales de las fuerzas de seguridad nigerinas para garantizar el control del territorio y la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo. 

En Niamey, la capital de Níger, José Manuel Albares va a revisar el funcionamiento de la participación de la Guardia Civil española en la formación de estas “unidades Garsi”. Desde el Ministerio de Exteriores se subraya la importancia de mantener a Níger como aliado. Destacan que España fue de los primeros países europeos en abrir embajada en Niamey, en 2007. Albares será recibido por el presidente de Níger, Mohamed Bazoum, y firmará un Marco de Asociación país con el ministro de Asuntos Exteriores, Hassoumi Massoudou. Además de en la fuerza Garsi, Níger colabora con España con equipos de investigación conjunta contra el terrorismo y contra la inmigración irregular y los tráficos ilícitos. 

En términos económicos la relación comercial es casi inexistente, ya que Níger es uno de los países más pobres del mundo (600 euros de PIB per cápita, frente a los 30.000 de España). De sus 24 millones de habitantes, el 70% es analfabeto. La tasa de fertilidad es la más alta del mundo, de seis hijos por mujer. En esas circunstancias, es receptor neto y país objetivo de la ayuda humanitaria española. España contribuye con proyectos que intentan garantizar la seguridad alimentaria. La guerra de Ucrania, el cambio climático y una serie de malas cosechas han puesto al país cerca de la quiebra alimentaria. Entre las esperanzas para el futuro está la explotación del petróleo, muy lastrada por la corrupción y el robo.

Petroleras en Nigeria

El caso de Nigeria es opuesto en lo económico a Níger. Es el tercer país con más Producto Interior Bruto del continente (cerca de 450.000 millones de euros), tras Sudáfrica y Egipto, y tiene un PIB per cápita de 5.300 euros. El grueso de la riqueza viene de los hidrocarburos. Es el primer exportador de petróleo de África y el primer proveedor para España, con 6.000 millones de euros anuales en barriles de oro negro.

Sin embargo, no llega a cumplir sus cuotas dentro de los países exportadores de petróleo OPEC, en parte por la falta de inversión y desarrollo en las interconexiones, según fuentes diplomáticas españolas. Es en ese contexto en el que se va a producir la reunión en Abuya (capital de Nigeria) este jueves de José Manuel Albares con el Ministro de Petróleo, las empresas estatales de gas y petróleo del país y representantes de las españolas Cepsa, Naturgy y Repsol.

Está por ver si se tratará del megaproyecto impulsado por el Gobierno nigeriano, que pretende recabar apoyos internacionales y corporativos, para la construcción de un enorme gasoducto que conecte Nigeria con Níger y Argelia para exportar, desde allí, esta fuente de energía gaseosa a Europa. El problema es que se trata de unos 1.500 kilómetros de tubo por un territorio con mucha presencia de grupos yihadistas. Además, tardaría décadas en llevarse a cabo, un tiempo en el que Europa intentará, precisamente, ser ya independiente de las energías fósiles. 

Nigeria es un gigante regional de 206 millones de habitantes. Se prepara para unas elecciones en las que tienen derecho a voto 90 millones de personas y que se convierten en uno de los mayores ejercicios democráticos del mundo, aunque el Gobierno dice que puede tener que retrasarlas por la situación de seguridad. 

La capacidad de influencia de Nigeria en las organizaciones panafricanas es enorme. En particular, en la Comunidad de Estados de África Occidental (CEDEAO), una especie de “Unión Europea” a la africana con sede en Abuya. El jefe de la diplomacia española se reunirá este jueves con los responsables de la organización para abordar la complicada situación de la región. Está previsto que se firme un acuerdo de cooperación entre España y la CEDEAO, aseguran desde Exteriores.

España es, en ese sentido, un interlocutor relevante porque lleva tres años presidiendo la Asamblea General de la Alianza Sahel, una plataforma de cooperación para la estabilización y el desarrollo de la región lanzada hace cinco años a iniciativa de Francia y Alemania. La forman los países ricos observadores, como España y otros de Europa y América del Norte, y la decena que forma el Sahel, una zona bajo el desierto del Sáhara que atraviesa a África de lado a lado.

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, va a realizar también una visita este jueves a Guinea-Bissau, donde será recibido por el presidente del país, Umaro Sissoco Embaló. Esta excolonia portuguesa es un pequeño país de la costa del África Occidental con el que hay un acuerdo importante para la pesca de la UE y en la que operan dos docenas de embarcaciones españolas y otras de capital español pero con otra bandera. Sufrió el pasado mes de febrero un fallido intento de golpe de Estado, y se afana en luchar contra el crímen organizado con escaso éxito: es casi imposible frenar los barcos de los narcotraficantes sin una Armada digna de tal nombre. Parte de esa droga, tras atravesar el Sáhara en todoterrenos, llega a las costas españolas.