Opinión | EN CLAVE EUROPEA

Difícil coordinación sanitaria europea

Tres años después del inicio de la pandemia de coronavirus, la coordinación sanitaria de los Veintisiete sigue siendo problemática

Archivo - Servicios sanitarios de China en un laboratorio de testeo de COVID-19

Archivo - Servicios sanitarios de China en un laboratorio de testeo de COVID-19 / LIU QIONG / XINHUA NEWS / CONTACTOPHOTO - Archivo

Tres años después del inicio de la pandemia de coronavirus, la coordinación sanitaria de los Veintisiete sigue siendo problemática. Tras el anuncio de China de la reapertura sin restricciones de los viajes al extranjero en medio de una ola de casos de Covid-19 en el país, la Unión Europea (UE) ha necesitado dos semanas de negociaciones para consensuar una apariencia de decisión común, que en realidad es una recomendación que los gobiernos no están obligados a cumplir: requerir a los pasajeros procedentes de China un test negativo de covid efectuado 48 horas entes de embarcarse, realizar test aleatorios a los pasajeros al llegar a la UE y analizar las aguas residuales de los aviones procedentes de China y de los aeropuertos de llegada.

Al ser la UE un territorio sin fronteras interiores, para que las medidas de control sean efectivas deben aplicarse en todos los aeropuertos. Si hay países que no exigen esos test, las nuevas variantes del virus que hayan podido surgir en China pueden expandirse con rapidez por el continente. Del mismo modo, si no se hacen test aleatorios in situ en todos los aeropuertos a los pasajeros procedentes de China y no se analizan las aguas residuales de los aviones en que viajaban y de los lavabos de esos aeropuertos, podría retrasarse la detección de esas potenciales variantes del virus.

Entran en vigor las medidas sanitarias para los pasajeros de China que llegan a España

Agencia ATLAS | EFE

Repunte de casos en China

La Organización Mundial de Salud (OMS) criticó el 4 de enero que las cifras oficiales chinas de nuevos casos y fallecimientos por Covid-19 son muy inferiores a la realidad, tras relajar los controles y reducir las pruebas de detección desde el 7 de diciembre. La OMS y la UE reclaman a Pekín que facilite más detalles sobre las secuencias genéticas del virus en los casos confirmados, aunque la OMS estima que la actual ola en China parece impulsada por las variantes B4.5.2 y BF.7 de ómicron.

La recomendación pactada en el comité consultivo de la UE de Respuesta Política Integrada a las Crisis (IPCR) es un equilibrio entre la exigencia obligatoria de test negativo de covid para todos los pasajeros procedentes de China, defendida por España, Francia e Italia, y la posición encabezada por Austria y otros países de no obstaculizar con controles la esperada reanudación del turismo chino, muy importante económicamente para la UE, tras tres años de férreas restricciones chinas.

Antes de la pandemia, los turistas chinos realizaban alrededor de 26 millones de pernoctaciones anuales en la UE. El coste que implica reforzar los controles en los aeropuertos (personal, equipos, análisis) es otro de los factores que pesan en los gobiernos más refractarios, aunque este motivo se calla. La asociación de aerolíneas y aeropuertos internacionales criticó de inmediato la recomendación de la UE, asegurando que dañará gravemente al sector.

Controles obligatorios

España, Francia e Italia, ante la indecisión europea, ya habían establecido previamente unos controles obligatorios para los pasajeros procedentes de China. España exige a los viajeros procedentes de China un certificado con la pauta completa de vacunación de covid o un análisis PRC negativo efectuado 72 horas antes de embarcarse o un test negativo de antígenos realizado 24 horas del embarque. A la llegada a España también está previsto que puedan efectuarse controles de temperatura y pruebas de antígenos, que si dan positivas, se confirman con un análisis PCR.

El comité de crisis de la UE necesitó una reunión maratoniana el 4 de enero para recomendar “encarecidamente” que todos los países exijan a los pasajeros procedentes de China un test negativo de covid realizado 48 horas antes del embarque. La recomendación de realizar test aleatorios en los aeropuertos y analizar las aguas residuales es menos firme, ya que desaparece el adverbio “encarecidamente”.

De momento, Suecia, Bélgica y Alemania han anunciado que en los próximos días exigirán test negativos a los viajeros procedentes de China, como ya hacen España, Francia e Italia. El Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) de la UE, que en febrero de 2020 minimizó los riesgos del Covid-19 para Europa, asegura que la nueva ola de casos en China no plantea un peligro para la inmunizada población europea.

En medio del debate sobre los riesgos del covid procedente de China y la expansión ya en marcha en la UE de la contagiosa variante kraken (XBB.1.5) de ómicron, un informe de la OMS alerta sobre el preocupante estado de la sanidad pública en Europa, con una endémica infrafinanciación y la falta de decenas de miles de médicos y enfermeras.