BENEDICTO XVI

Cómo sería el funeral de Benedicto XVI: el Vaticano no tiene un protocolo establecido para un Papa emérito

El grave estado de salud de Benedicto XVI plantea una situación inédita ante ausencia de un protocolo específico para el entierro de un Papa emérito

El Papa pide rezar por Benedicto XVI "Está muy enfermo"

Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EFE

Héctor González

Héctor González

“Quiero pediros a todos vosotros una oración especial por el papa emérito Benedicto que, en el silencio, está sosteniendo a la Iglesia”, sorprendió el papa Francisco a los fieles presentes en el aula Pablo VI para la tradicional audiencia general de este pasado miércoles. Benedicto XVI se encuentra "gravemente enfermo", tal y como ha desvelado el actual pontífice, lo que podría enfrentar al Vaticano a una situación inédita en 700 años de papado: el entierro de un Papa emérito.

Ante los numerosos rumores en los últimos años sobre la salud del Papa emérito, su secretario histórico, el arzobispo Georg Gänswein, siempre se ha limitado a señalar que Benedicto XVI "es como una vela que se apaga lenta y serenamente". No obstante, ayer llegó la confirmación del Vaticano de que "su estado se ha agravado". A lo que añadió que "la situación, por el momento, sigue bajo control, seguida constantemente por los médicos".

Años de silencio y recogimiento

Benedicto XVI, el primer Papa en renunciar al pontificado desde tiempos de Gregorio XII, a principios del siglo XV, ha salido en muy pocas ocasiones de los muros leoninos, una vez para visitar a su inseparable hermano en el hospital y en junio de 2020 cuando viajó hasta Ratisbona para verlo de nuevo pocas semanas antes de que morir.

Desde el 2 de abril de 2013, cuando Joseph Ratzinger regresó al Vaticano como Papa emérito tras su renuncia, vive rodeado de su "familia" vaticana, formada por su secretario y cuatro mujeres laicas consagradas del instituto "Memores Domini", que pertenece al movimiento Comunión y Liberación, que se reparten las tareas de la casa y se ocupan de las necesidades del Papa emérito.

Un funeral inédito

La excepcional situación de Benedicto XVI lleva a pensar que, en caso de que falleciera, y ante la ausencia de un protocolo específico para la muerte de un Papa emérito, se seguirían los mismos pasos que procediera en el caso de un pontífice en ejercicio. Excepto, claro está, la convocatoria de un cónclave para elegir a su sucesor.

El reglamento vaticano contempla un luto oficial de nueve días, y que el cuerpo del Papa sea enterrado en la cripta de San Pedro no antes de cuatro días ni más allá de seis después de su fallecimiento

Los funerales serán presididos por el Papa reinante (Francisco) y se supone la presencia de líderes políticos y religiosos de todo el mundo