BRASIL

'Janja' da Silva se niega a ser una figura decorativa del próximo Gobierno de Lula

La socióloga, de 56 años, tiene como referentes a Eva Perón y Michelle Obama y se propone "resignificar" el rol de primera dama

El presidente electo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y su esposa, Janja.

El presidente electo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y su esposa, Janja. / EP

"Con ustedes, la leona", la presentó en sociedad la revista 'Piaui'. Y Rosângela da Silva, la esposa de Luiz Inácio 'Lula' da Silva, el hombre que el 1 de enero gobernará Brasil por tercera vez, decidió obrar en consecuencia. Antes de la toma de posesión, 'Janja', como se la conoce, se presentó en las redes sociales con una nueva melena.

El peinado de la futura primera dama, con flequillo más corto y mechones de punta, fue realizado en una de las peluquerías más cotizadas de Sao Paulo, en el barrio Jardín Paulista. "A sus 56 años, 'Janja' ahora muestra sus mechones de longitud media, por encima de la altura de sus pechos, en un tono caramelo", la describió el diario 'Folha'. Sin embargo, al margen de las informaciones sobre su estética leonina, si algo se insinúa en el Brasil venidero es que la figura de la primera dama dejará de ser decorativa.

Si la extinta Marisa Letícia, segunda esposa del líder del Partido de los Trabajadores (PT) y madre de cuatro de sus cinco hijos, era conocida por su sobriedad y prescindencia de los asuntos políticos, 'Janja' será lo contrario. Días atrás fue entrevistada por el programa televisivo 'Fantástico', y ella reivindicó dos referentes que han provocado tanto aplausos como escalofríos: Eva Perón y Michelle Obama. Las afinidades electivas de la esposa de Lula sugieren una decisión de participar activamente de los asuntos de Gobierno, y no solo de los fastos del 1 de enero -para la toma de posesión-, que han quedado a su cargo.

Socióloga y militante petista

La historia de 'Janja' y el modo en que llegó al corazón del futuro mandatario han formado parte de la narrativa electoral que permitió derrotar a Jair Bolsonaro. Socióloga y militante petista desde su juventud, se acercó a Lula cuando estaba en prisión como parte de una escandalosa causa judicial que luego fue anulada. Cuando el exsindicalista abandonó la cárcel de Curitiba se fueron a vivir juntos. Luego se casaron. Durante los días de encierro, Janja había adoptado un perro, Resistencia. La mascota subirá junto a ella la explanada del Palacio Planalto el día de la toma de posesión de su marido.

La sociedad entre ellos comenzó a mostrarse más allá de lo sentimental. 'Janja' no solo cumplió un papel en los actos proselitistas. También contribuyó a ampliar la base de sustentación de Lula de cara al segundo turno que le dio la victoria en las urnas frente al capitán retirado. Fue ella la que se comunicó personalmente con la senadora centrista, Simone Tebet, tercera en el primer turno, para que apoyara a su esposo en la encrucijada que iba a enfrentar Brasil. "Era importante hablarle porque su campaña trajo esa mirada femenina, colocó la discusión de la importancia de la participación femenina", dijo. Su capacidad de persuasión quedó a la vista. Tebet se tomó al pie de la letra la responsabilidad de evitar la reelección de Bolsonaro. Será ministra de Planificación en el Gobierno que comenzará el primer día de 2023.

Giro político y cultural

Las esposas de los presidentes brasileños se han abstenido de intervenir en asuntos que no fueran estrictamente protocolares. 'Janja' supone en ese sentido un punto de corte respecto a esa tradición, y por eso habló de "resignificar" el cargo. Su figura despunta con mayor intensidad que otras mujeres del mismo PT, entre ellas su actual autoridad, Gleissi Hoffman, e incluso la expresidenta Dilma Rousseff. No solo por el hecho de que 'Janja' haya participado en uno de los grupos de trabajo encargados de la transición. De su boca han salido algunos anuncios sobre posibles decisiones de Lula como la creación, otra vez, de un Ministerio de Mujer, eliminado por la ultraderecha. El futuro jefe de Estado, dijo, tiene una "deuda" con las mujeres que lo ayudaron con su voto a ganar, especialmente "las negras, de la periferia".

En un país cuyas legislaturas muestran una gran asimetría de género (el 80% de los escaños son ocupados por hombres), 'Janja' ha expresado a su vez su deseo de que el Estado recupere su capacidad de impulsar programas en defensa de la mujer que Bolsonaro redujo a la insignificancia. Se le atribuye también a la socióloga la idea de haber incorporado a la cantante bahiana Margareth Menezes como ministra de Cultura. Su nombramiento ha sido apoyado por numerosos artistas, entre ellos Caetano Veloso.

Su papel en la toma de posesión

A medida que se acerca el 1 de enero, el peso de 'Janja' en la ceremonia de traspaso de mando se hace notar cada vez con mayor nitidez. Bolsonaro ha resuelto abandonar Brasil en el momento que Lula recibirá los atributos de mando. Lo que sí se advierte es hasta qué punto la primera dama quiere encargarse de los detalles de la fiesta.

Ella ha resuelto que el rito institucional prescinda esta vez de ruidos molestos como cañonazos y fuegos artificiales. Para festejar el Brasil venidero, bastará con la música. Hasta en la elección de los artistas ha dejado su huella, no sin provocar algunas molestias. Los líderes evangélicos, cercanos u opositores al Gobierno entrante, han puesto el grito en el cielo cuando se enteraron de la participación en la velada de Pabllo Vittar, la famosa 'drag queen' que apoyó con vehemencia la candidatura de Lula.