SANIDAD

Alemania estudia elaborar una ley para paliar la escasez de medicamentos

El país germano se enfrenta desde el verano a su peor crisis de suministros sanitarios debido a los problemas relacionados con las cadenas de suministro que ha llevado a que muchos productos se agoten en las farmacias

Karl Lauterbach, ministro de Sanidad alemán.

Karl Lauterbach, ministro de Sanidad alemán. / LISI NIESNER

EFE

El ministro de Sanidad alemán, Karl Lauterbach, está elaborando una nueva regulación para paliar la escasez de medicamentos

que afecta a los pacientes alemanes desde hace meses, según dijo en una entrevista.

"Estamos trabajando en una ley que asegure que los medicamentos se adquieren al mismo tiempo en varias regiones del mundo, para que no sigamos dependiendo de una o dos fábricas a escala global", afirmó en declaraciones al semanario "Die Zeit".

Según los planes del ministro socialdemócrata, en un futuro ya no se fomentarán desde el Gobierno tan sólo las importaciones del proveedor más barato -al que por ejemplo están obligadas por ley las aseguradoras-, sino de aquellos que ofrezcan una mayor seguridad.

Lauterbach criticó además la excesiva orientación del sistema sanitario hacia el rédito económico, no sólo en lo tocante a la adquisición de medicamentos sino también al funcionamiento de los consultorios médicos.

"Tenemos que poner fin a la medicina de descuento", aseguró el ministro.

La escasez de medicamentos debido a problemas relacionados con las cadenas de suministro se hace notar en Alemania desde el verano y ha llevado a que muchos productos estén agotados desde hace meses en las

farmacias

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En particular faltan remedios destinados al consumo infantil, como antibióticos y jarabes o supositorios contra la fiebre, cuya producción es menos rentable que la de otros medicamentos que se venden a precios más elevados.

A los problemas con las cadenas de suministro en Asia se ha sumado una ola de enfermedades del sistema respiratorio que ha disparado la demanda de este tipo de preparados.

Ante la escasez, la mayoría de farmacias se ven obligadas a ofrecer medicamentos alternativos, que, a pesar de tener el mismo principio activo, pueden presentar distintos efectos secundarios, o a elaborar los preparados en el propio establecimiento cuando ello es posible.

Las organizaciones de farmacéuticos han denunciado que la situación que se está viviendo es la peor en décadas y piden al Gobierno que adopte medidas para hacer más atractivo el retorno de la producción a Europa.