LISTO PARA 2030

España, Francia y Portugal lanzan el primer gran corredor de hidrógeno verde de la UE por 2.850 millones

Sánchez, Macron y Costa presentan en Alicante, junto a Von der Leyen, el proyecto del H2Med para unir los tres países y llevar hidrógeno renovable a Europa.

Los tres países pedirán fondos europeos para financiar hasta el 50% del coste del macroproyecto. Bruselas anticipa su apoyo: "El proyecto va justo en la dirección correcta".

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, junto a Pedro Sánchez. EPC

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro portugués, Antonio Costa, junto a Pedro Sánchez. EPC / LUDOVIC MARIN

El primer gran corredor de hidrógeno verde de Europa inicia su andadura con el objetivo de estar listo y totalmente operativo en 2030. Conectará en dos tramos diferentes Portugal, España y Francia con el resto de la UE y requerirá inversiones por unos 2.850 millones de euros para ponerlo en marcha (2.500 para el tramo submarino entre España y Francia y 350 millones más para el de Portugal con España).

Así lo ha anunciado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este viernes en Alicante, tras una cumbre con el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro portugués, António Costa, en la que ha estado presente también la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen.

El H2Med, que así se ha bautizado al megaproyecto liderado por los tres países, podrá transportar el 10% del consumo de hidrógeno verde previsto para la UE en 2030, alrededor de 2 millones de toneladas anuales, según los cálculos presentados por el presidente español. Madrid, París y Lisboa presentarán en los próximos días a la Comisión Europea la candidatura del nuevo hidroducto para ser considerado proyecto de interés común comunitario (PIC) y poder así optar a fondos europeos que podrían financiar hasta la mitad del coste total del plan.

El proyecto H2Med contará con dos tramos diferenciados. Una gasoducto que unirá Portugal con España, entre Celorico da Beira y Zamora (denominado CelZa), que con una longitud de 248 kilómetros supone una ampliación y adaptación de una infraestructura ya en marcha. Y una instalación de nueva construcción que unirá Barcelona y Marsella (BarMar) con hidroducto submarino de 455 kilómetros y con tramos de casi 2.600 metros de profundidad, y que finalmente se utilizará sólo para transportar hidrógeno verde, pese a que los planes iniciales contemplaban una primera fase en que se usaría para enviar gas natural.

Respaldo de Bruselas

La Comisión Europea ya ha dado un auténtico espaldarazo político al proyecto, que no obstante aún tiene que pasar los filtros de Bruselas para conseguir hasta la mitad de la financiación. Según ha dicho Von der Leyen, el proyecto de corredor de hidrógeno verde en la Península ibérica se ajusta plenamente a los planes comunitarios para impulsar las energías verdes y la soberanía energética de la UE.

"Queremos producir 10 millones de toneladas de hidrógeno verde en 2030, e importar otros 10 millones. Por eso hemos identificado una serie de corredores clave, lo que incluye uno que cruza Europa de oeste a este y que pasa por la Península", ha dicho la alemana. "Por eso doy la bienvenida a este proyecto que va justo en la dirección correcta. Doy la bienvenida a su aplicación para convertirlo en un proyecto de interés común. Hoy la península ibérica se convierte en una puerta de entrada de energía principal de Europa al mundo".

"El proyecto es un ejemplo de cooperación", ha sentenciado Sánchez, que ha subrayado que el primer gran corredor europeo de hidrógeno verde servirá para cumplir simultáneamente con un doble compromiso: por un lado, "reforzar la seguridad energética y autonomía estratégica de Europa", para ganar "independencia frente a países que utilizan la energía para chantajear", en referencia a la Rusia de Vladimir Putin; y, por otro, "reafirmar la determinación de la UE con la neutralidad climática".

Sólo hidrógeno verde

El H2MED es una sustitución de otro proyecto, el llamado Midcat, que España y Alemania querían sacar adelante para impulsar las interconexiones gasistas de la Unión. La crisis energética derivada de la invasión rusa de Ucrania y el cierre del grifo del gas por parte del Kremlin obligó a desempolvar esta iniciativa de construir un nuevo gasoducto entre España y Francia por los Pirineos, paralizada hace tres años.

Pero Francia se opuso desde un principio y, tras meses de continuos rifirrafes diplomáticos, Madrid y París decidieron presentar una alternativa conjunta (a la que sumaron a Portugal) que permitiera conectar la Península con Francia y el resto de Europa, especialmente con Alemania. Optaron, el pasado mes de octubre, en una reunión trilateral similar a la que va a celebrarse en Alicante, abandonar el Midcat (que atravesaba los Pirineos) e instalar un tubo submarino desde Barcelona a Marsella, completado con otra rama de gasoducto preparado para hidrógeno verde desde Portugal. 

Este viernes, el presidente galo se ha congratulado, junto a Sánchez y Costa, del cambio de rumbo. Para Emmanuel Macron, "el H2Med es coherente con la estrategia colectiva que tenemos: un objetivo ecológico de reducir las emisiones e ir abandonando progresivamente el combustible fósil y electrificar el continente". El primer ministro portugués, António Costa, ha dejado claro que este corredor "estará dedicado exclusivamente al hidrógeno verde" y que permitirá "exportar" a Europa la parte de ese gas que no sea gastado en la península.

Una de las grandes diferencias entre el Midcat y el H2Med, aparte del trayecto final, es que este último llevará solamente hidrógeno verde, y no gas natural convencional. Así lo anticiparon esta semana fuentes del Gobierno, porque solo puede aspirar a los fondos europeos con los que hacerlo viable, dicen, si su objetivo es el transporte de hidrógeno. La financiación europea en ese tipo de infraestructuras está restringida a las energías limpias y no puede ir al gas, que es un hidrocarburo. El hidrógeno verde es un combustible que se consigue fundamentalmente a través de la electrólisis del agua y que no genera emisiones. Forma parte de la estrategia para una Europa climáticamente neutra que presentó la Unión en 2020. 

Frente común contra el tope del gas

Tras la cita sobre el H2MED, por la tarde comenzará la novena Cumbre Euromediterránea EU-MED9, a la que acuden España, Francia, Portugal, Italia, Grecia, Malta, Chipre, Eslovenia y Croacia. Prevista inicialmente para finales de septiembre, el positivo por COVID-19 de Sánchez obligó a su aplazamiento a última hora. El tema central va a ser también la cuestión energética. España va a tratar de conciliar las posturas de los países del Mediterráneo respecto al tope del precio del gas propuesto por la Comisión Europea, que Madrid considera inaceptablemente alto.

Según Moncloa, hay cierta sintonía entre los participantes en que ese sistema no solucionará la crisis de precios energéticos que se vive en Europa. Una de las opciones que está sobre la mesa es que haya un tope dinámico, ajustado a índices de mercado, más que uno fijo a 275 euros que promueve Bruselas. 

En la declaración final de los países del EU-MED9 se tratará de dar las líneas generales comunes de cara al consejo extraordinario de ministros de Energía del 13 de diciembre y el posterior Consejo europeo en Bruselas del día 15. España tratará de impedir un frente sur-norte, pero insistirá en lo inadecuado del sistema de precios actuales del gas. Está por definir también si se trata este tema aislado o como un paquete con otros asuntos que debe decidir Bruselas sobre el tema energético, a saber, el sistema de solidaridad y el despliegue de renovables. 

La cumbre tendrá dos sesiones. Una primera para debatir la estrategia de autonomía estratégica en energía de la UE, a la que acudirá tanto Von der Leyen como el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel; y una segunda en la que se abordará el espinoso asunto de las reglas fiscales. Hay una moratoria hasta finales del año que viene en los requisitos de reducción de deuda que se imponen a los países miembro. Pero ya se prepara el debate común para abordar un nuevo sistema más justo, que podría incluir ritmos de reducción de deuda flexibles. Los nueve países del EU-MED9 tienen una visión muy afín en este sentido, y eso tratará de plasmarse en la declaración conjunta de Alicante.