GUERRA EN UCRANIA

Jersón se prepara para la gran batalla de la guerra en Ucrania

Rusia retira a soldados veteranos de la localidad y despliega a militares procedentes de la movilización mientras las tropas ucranianas se aproximan

Soldados rusos vigilan las instalaciones de una hidroeléctrica en Nova Kajovka, cerca de Jersón, en mayo pasado.

Soldados rusos vigilan las instalaciones de una hidroeléctrica en Nova Kajovka, cerca de Jersón, en mayo pasado. / EFE

Marc Marginedas

Todo apunta a que la gran batalla de la guerra de Ucrania se librará en Jersón, en el sur de Ucrania, la única capital de provincias que habían logrado conquistar las fuerzas rusas en los ocho meses y medio transcurridos tras el inicio de las hostilidades. Las autoridades de ocupación anunciaron en las últimas horas el final de la evacuación de esta ciudad, de tamaño similar a Valladolid, que en tiempos de paz llegó a contar con cerca de 300.000 habitantes y que se extiende una decena de kilómetros a lo largo del margen izquierda del río Dniéper. El Gobierno de Kiev auguró cruentos combates en las próximas semanas o meses, habida cuenta de la voluntad de Moscú de hacer pagar a las tropas ucranianas un elevado precio por retomar una ciudad cuya posición geográfica dificulta, por no decir imposibilita, mantener su control por parte del Ejército invasor.

Pese a que la sede de la administración regional ha sido evacuada y la bandera rusa arriada, Kiev no se fía en absoluto. En su lugar, el consejero presidencial ucraniano, Mijailo Podolyak, ha dado a entender que Rusia, en realidad, lo que prepara allí es una encerrona militar, y ha informado que soldados rusos vestidos de civiles están tomando ya posiciones en domicilios privados, después de "ser saqueados", para presentar batalla en cuanto aparezcan los militares ucranianos, en una batalla urbana donde, a priori, siempre parte con ventaja el bando que defiende, según coinciden los expertos militares.

"La situación en Jersón es totalmente opaca; las fuerzas rusas parecen haberse retirado de algunos barrios, pero han reforzado sus posiciones con personal procedente de la [reciente] movilización [en Rusia]; los combates allí son difíciles", previno Michael Kofman, del Centro para Análisis Navales en Arlington, uno de los más reputados expertos en el conflicto ucraniano, en un reciente informe. Una de las posibilidades que los expertos barajan es que Rusia, durante la batalla, opte por volar la presa de Nueva Kajovka, situada una cincuentena de kilómetros río arriba, inundando toda la llanura alrededor de Jersón, con el objetivo de frenar el avance ucraniano. De hecho, en las ultimas horas se han registrado bombardeos en la instalación y sus inmediaciones, de los que el bando ruso ha acusado a Ucrania.

Frágil moral

Con la batalla en ciernes, mantener la frágil moral de combate del Ejército ruso, en particular de esos soldados de reemplazo que podrían estar siendo desplegados en Jersón en sustitución de los veteranos, constituye una de las máximas prioridades de Moscú. En un gesto completamente inusual, tanto el Ministerio de Defensa de Rusia como Oleg Kozhemyako, gobernador de la región de Primorie, intentaron contrarrestar una dañina carta abierta publicada en Zona Gris, un popular blog militar ruso, en la que se acusaba a los mandos militares rusos de negligencia en una masacre que causó pérdidas de unos 300 hombres, entre fallecidos, heridos y desaparecidos, además de la mitad del equipamiento, a la 155ª Brigada Naval de la flota del Pacífico. "Hemos contactado con los comandantes; sí hay pérdidas, hay duros combates, pero están lejos de lo descrito en ese mensaje", reaccionó Kozhemyako en un vídeo.

La inminencia de enfrentamientos de gran envergadura no dejan demasiado margen, por el momento, a eventuales negociaciones, a pesar de las informaciones aparecidas en las últimas horas en la prensa estadounidense asegurando que Washington ya estaba conminando a Kiev a entablar contactos con el Kremlin ante la fatiga de guerra que parecía estar tomando cuerpo en la retaguardia aliada. "Ucrania nunca se ha negado a negociar; nuestra posición (de partida) es conocida por todos", declaró Podolyak, en referencia a la exigencias de su Gobierno a Moscú de retirar todas sus fuerzas de territorio ucraniano antes de iniciar cualquier contacto. "¿Está Putin dispuesto a ello? Claro que no, por eso somos constructivos y estamos dispuestos a hablar con el próximo líder de Rusia", continuó.