CRISIS CLIMÁTICA

El alegato de Greta Thunberg sobre el capitalismo, Beyoncé y el futuro del planeta

La joven activista sueca reflexiona en 'El libro del clima' sobre las causas y soluciones frente a la crisis climática

La activista Greta Thunberg, durante una manifestación por el cambio climático.

La activista Greta Thunberg, durante una manifestación por el cambio climático.

Valentina Raffio

Valentina Raffio

"Por mucho que me cueste admitirlo, Beyoncé estaba equivocada", afirma la joven activista Greta Thunberg. "No son las chicas las que gobiernan el mundo, sino los políticos, las grandes empresas y los intereses económicos", argumenta la ecologista sueca en El libro del clima (Lumens 2022), un ensayo coral sobre la crisis climática y el futuro del planeta. En su alegato, Thunberg señala el capitalismo como el gran responsable de la catástrofe ecológica y reclama "moral, empatía, ciencia y democracia" para solucionar esta crisis de escala global.

El libro recoge la voz de decenas de científicos, activistas y escritores de reconocido prestigio. Cada uno de los cien capítulos que componen este manual aborda, uno por uno, los aceleradores del cambio climático (los combustibles fósiles y las emisiones de gases de efecto invernadero), su impacto sobre la salud del planeta (como el calentamiento global, el deshielo, las sequías y la deforestación) y las soluciones que necesitamos aplicar para frenar esta crisis (desde la transición energética hasta el cambio de modelo económico y social). Thunberg encabeza los análisis de los expertos con un alegato personal y, en cierto modo, con la contundencia que siempre ha caracterizado su discurso.

En su discurso, Greta rehúye de las medias tintas y lanza un mensaje claro para entender la gravedad de la crisis climática y la necesidad de tomar medidas para salvar el futuro del planeta: "No hace falta exagerar: la situación ya es bastante mala. Tampoco edulcorar las cosas: debemos ser lo bastante adultos para enfrentarnos a la verdad. Y nada desesperación: nunca es demasiado tarde para empezar a salvar tanto como sea posible", escribe la activista. "Todavía podemos evitar la catástrofe y comenzar a curar las heridas que nos hemos infringido, pero no si seguimos como hasta ahora", destaca.

"No hace falta exagerar: la situación ya es bastante mala"

Un discurso más punzante

La imagen de la joven Greta Thunberg (Estocolmo, 2003) empezó a dar la vuelta al mundo en 2018 cuando, con solo 15 años, se plantó ante el parlamento sueco para protestar contra la crisis climática. Este gesto inspiró a cientos de miles de jóvenes de todo el mundo para sumarse a la causa y, de ahí, nació el movimiento global de huelgas por el clima (también conocido como 'Fridays for future'). Thunberg, en este sentido, se ha encumbrado como la voz de una generación que clama por su futuro. "Cómo se atreven a seguir hablando de dinero cuando estamos frente a una crisis ecológica de esta magnitud", clamó la activista sueca en su histórico discurso ante Naciones Unidas.

Solo han pasado cuatro años desde las primeras protestas de Thunberg por el clima y, según reflejan sus escritos en este último libro, su discurso se ha vuelto mucho más punzante. La activista, de hecho, considera que el mensaje de la comunidad científica sobre la gravedad de la crisis climática y la necesidad de tomar medidas urgentes para frenar su avance "entra en conflicto directo con nuestro sistema económico actual y con el estilo de vida que mucha gente del norte global considera un derecho". También critica de manera férrea el "robo inmoral" de los países ricos que "colonizan la atmósfera" y "siguen actuando como si fueran los dueños del mundo".

"El mensaje de la comunidad científica entra en conflicto directo con nuestro sistema económico actual"

"El norte global está robando tanto el futuro como el presente, no solo a sus propios hijos, sino sobre todo a las personas que viven en las zonas más deprimidas del mundo", escribe Greta. En este sentido, la activista denuncia que la crisis climática se basa en la idea de que "algunas personas valen más que otras y, por tanto, tienen el derecho de robar las tierras, los recursos y las condiciones de vida de otras". "A todos nos afecta la misma tormenta, pero sin duda no estamos en el mismo barco", destaca Thunberg.

La hipocresía de los "líderes climáticos"

En vísperas del inicio de la cumbre de clima de Sharm el-Sheikh, las palabras de esta joven activista contra la inacción climática resuenan con aún más fuerza. Thunberg critica que los países que se definen a sí mismos como "líderes climáticos" son, justamente, los mayores productores de combustibles fósiles y los grandes emisores de dióxido de carbono del planeta. "Se llaman a sí mismos 'líderes climáticos' aunque no implementen ninguna política creíble de mitigación", denuncia la activista al señalar esta hipocresía.

"Pensar que se logrará [solucionar la crisis climáticas] sin transformaciones sistémicas sustanciales es ingenuo"

Greta reconoce que, si bien no hay una única solución frete a la crisis climática, la comunidad científica ya ha trazado el camino para esquivar la catástrofe climática. Urge, por ejemplo, reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero. "Pensar que se logrará sin transformaciones sistémicas sustanciales es ingenuo", destaca Thunberg. "Cuando los seres humanos nos aunamos por una causa común, somos capaces de crear sociedades justas, sostenibles e igualitarias", reflexiona la activista tras reconocer, con algo de resignación, que "no nos queda otra. Tampoco es que dispongamos del tiempo para debatirlo con calma".