DIPLOMACIA

La visita de Sánchez a Sudáfrica se calienta con la recepción de Ghali y protestas pro-saharauis

El presidente sudafricano ha recibido como “jefe de Estado” al saharaui, Brahim Ghali

Las juventudes del partido del Gobierno, la ANC, condenan "con el desprecio que se merece" el cambio de posición de España sobre el Sáhara

La analista sudafricana Liesl Louw-Vaudran duda de que el tema del Sáhara sea un escollo para la bilateral de Sánchez, centrada en la agenda económica

El presidente de Sudáfrica Cyril Ramaphosa recibe al secretario general del Frente Polisario Brahim Ghali

El presidente de Sudáfrica Cyril Ramaphosa recibe al secretario general del Frente Polisario Brahim Ghali / EUROPA PRESS

Mario Saavedra

Mario Saavedra

Varias decenas de sudafricanos marcharon este lunes ante la embajada de Marruecos en Pretoria (Sudáfrica). Protestaban por la ocupación marroquí del Sáhara Occidental y pedían la expulsión de Marruecos de la Unión Africana. Estaban organizados por las juventudes del partido gobernante, el Congreso Nacional Africano (ANC en sus siglas en inglés). Emitieron un comunicado en el que cargaban contra España. “Condenamos con todo el desprecio que merece el reconocimiento del Gobierno español como parte de Marruecos de porciones ocupadas ilegalmente del Sáhara Occidental, cambiando la postura histórica que mantenía desde hace muchos años", decía la liga juvenil de la ANC. Se referían al giro dado por Pedro Sánchez en marzo, cuando apoyó en una carta a Mohamed VI el plan de autonomía propuesto por Marruecos para el Sáhara como “la base más seria, creíble y sólida" para una solución. La crítica llega pocos días antes de una visita de Pedro Sánchez a Sudáfrica, el jueves y viernes de la próxima semana.

Este martes Brahim Ghali, presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) y líder del Frente Polisario, ha sido recibido por el presidente sudafricano , Cyril Ramaphosa. Sudáfrica es uno de los 84 países que reconocen a la RASD como Estado, la mayoría africanos, asiáticos o sudamericanos. España no está entre ellos. 

Sánchez viaja a Sudáfrica con una delegación empresarios para explorar inversiones en el país, según confirman desde el Gobierno a este diario. Se reunirá con el presidente Ramaphosa y buscará intensificar las relaciones económicas y reforzar las relaciones bilaterales siguiendo el plan III Plan África, que presentó el año pasado. Y eso lo hará tanto en Sudáfrica los días 27 y 28, como en Kenia, donde estará martes y miércoles y que también forma parte del plan. 

Mientras, el presidente sudafricano ha dado este martes un apoyo incondicional a Ghali y a la causa saharaui:  “La ocupación ilegal del Sáhara Occidental por parte de Marruecos sigue siendo motivo de preocupación tanto para África como para la comunidad internacional”, ha dicho Ramaphosa. En una rueda de prensa junto a Ghali y en una serie de tuits ha incidido en su apuesta por un referéndum de autodeterminación para solucionar el conflicto, en línea con Naciones Unidas.

Sudáfrica es, tras Argelia, uno de los principales apoyos de la RASD, explica para EL PERIÓDICO DE ESPAÑA desde Johannesburgo Liesl Louw-Vaudran, analista del Instituto para los Estudios de Seguridad (ISS) de Pretoria. Ramaphosa suele hablar siempre del asunto en las reuniones de la Unión Africana o ante Naciones Unidas. La duda ahora es si se lo afeará también a Pedro Sánchez en la cumbre bilateral. 

“No estoy segura de que Ramaphosa quiera sacar en una visita oficial la cuestión del Sáhara Occidental. Es posible, pero la prioridad para Sudáfrica es tener buenas relaciones con los países europeos y hacer negocio, para paliar el alto nivel de paro”, opina la analista sudafricana.

El Gobierno sudafricano suele cargar las tintas más contra Francia que contra España en lo que a Marruecos y al Sáhara respecta, apunta. La percepción en el partido gobernante, la ANC, y entre los intelectuales es que Marruecos es apoyado por el África francófona, detrás de la que está geopolíticamente París. Y pone un ejemplo: cuando en 2017 Marruecos fue aceptado de nuevo en la Unión Africana, tuvo que obtener dos tercios de apoyos que consiguió gracias a, precisamente, los países francófonos subsaharianos tras una fuerte campaña diplomática. 

España exportó a Sudáfrica el año pasado mercancías por valor de cerca de 1.198 millones de euros e importó 1.063 millones. Tiene 60 millones de habitantes y un PIB per cápita de unos 6.000 euros, lo que le sitúa en el lugar 92 de la clasificación de países.

La estrategia de España para África clasifica a los países en tres categorías. Marruecos, Argelia y Egipto, entre otros, son países prioritarios en el ámbito económico y forman parte de lo que el Ministerio de Exteriores llama Foco África 2023. Sudáfrica, Nigeria o Etiopía son considerados “países ancla” por su “entidad demográfica, proyección político-económica e influencia en la estabilidad de sus subregiones”. 

Sudáfrica, de lado con Ucrania


Uno de los temas que seguro estarán sobre la mesa, opina Liesl Louw-Vaudran, es la postura de Pretoria sobre Ucrania. El Gobierno sudafricano se ha ido absteniendo en las recientes votaciones de Naciones Unidas contra Rusia. Sudáfrica es un aliado histórico de Rusia y socio dentro del bloque BRICS (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica). 

Pretoria dice que no justifica la intervención militar en Ucrania, y consideran que Moscú ha “violado el derecho internacional” con su invasión. “Sudáfrica no es indiferente al sufrimiento de la gente en Ucrania", ha dicho la ministra de Exteriores, Naledi Pandor. En lo que sí incide la diplomacia sudafricana continuamente es el “doble rasero” que la comunidad internacional está aplicando a este conflicto en comparación con la ocupación de los territorios palestinos por parte de Israel o la de Marruecos en el Sáhara Occidental. 

“La visita de Ghali es una forma de subrayar la hipocresía de la comunidad internacional apoyando la independencia de Ucrania, pero no la de Sáhara y Palestina”, concluye Louw-Vaudran.