ENTREVISTA

Mark Galeotti: “Es improbable que Putin use armas nucleares tácticas, no están preparadas”

“China se enfadaría mucho, que Occidente empezaría a pensar seriamente en un cambio de régimen o y podría desencadenar un motín entre los propios oficiales rusos”, dice Mark Galeotti en una entrevista con El Periódico de España

Las armas nucleares tácticas rusas no están en buenas condiciones, su Ejército no ha hecho maniobras con ellas desde los noventa y, si las sacaran de los silos donde se encuentran, los servicios de inteligencia occidentales se percatarían

Mark Galeotti

Mark Galeotti / The Norwegian Army/Håvard Madsbakken

Mario Saavedra

Mario Saavedra

Es la pregunta que da miedo formular pero para la que todo el mundo busca respuesta: ¿Qué probabilidades hay de que Rusia use armas nucleares tácticas? Tiene miles de ojivas de este tipo de armas nucleares pensadas para el campo de batalla, formalmente llamadas Armas Nucleares No Estratégicas (NSNW en sus siglas en inglés), en oposición a las estratégicas, fabricadas para destruir ciudades. Las más reducidas son del tamaño de una sandía y mil veces menos potentes que las que Estados Unidos lanzó sobre Hiroshima y Nagasaki (Japón). Otras tienen un poder de destrucción mucho mayor. Si Vladímir Putin es un actor racional, en principio no deberíamos temer que vaya a usarlas. No presentan grandes ventajas, y sí muchos inconvenientes. Entre otras cosas, no están listas para su uso. Esa es la tesis del experto en Rusia Marc Galeotti (Surrey, Reino Unido, 1965), en conversación con EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

Pregunta: ¿Creeo que es posible que Vladímir Putin use armas nucleares tácticas [las de menor tamaño]? R: Es posible en el sentido de que es muy arriesgado asumir nada sobre Putin, visto lo visto. Pero creo que es improbable y ni siquiera es algo a lo que él mismo quiera recurrir si tiene otra opción. Hay una plétora de razones para pensar que no lo hará: que China se enfadará mucho, que Occidente empezará a pensar seriamente en un cambio de régimen o que podría desencadenar un motín entre sus propios oficiales. El mero hecho de que en su último discurso haya dicho que “no se trata de un farol” nos hace sospechar que es un farol. Aunque Putin está ahora en jaque y si llega a la conclusión de que sus opciones son escalar o rendirse, escalará.

P: ¿Están esas armas nucleares tácticas listas para ser usadas? R: No, no lo están. Esa es una de las claves. Rusia ni siquiera ha tenido ejercicios militares con armas nucleares tácticas desde 1990. Hay alrededor de 1.900 de estas cabezas nucleares en 12 arsenales por toda Rusia. Necesitan ser sacadas de sus almacenes y reacondicionadas por, digámoslo claro, soldados que no tienen experiencia alguna en llevar a cabo este tipo de operaciones. Tendrían que tirar de manual de instrucciones. Probablemente muchas, si no todas estas cabezas nucleares, estarán en muy mal estado. Además, tendrían que ser transportadas hasta los lugares de lanzamiento, y eso significa formar un convoy militar altamente armado que se vería. Estos arsenales están bajo el atento foco de la inteligencia occidental. Nos enteraríamos de si algo de eso estuviera pasando. 

P: ¿Qué hay de los submarinos nucleares que hemos visto moverse estos días? R: Esos sistemas son totalmente diferentes. Por el momento, el único riesgo serio es el del uso de armas nucleares tácticas. Son del tamaño de las de Hiroshima y Nagasaki. Son potencialmente devastadoras, pero no como las Armas Nucleares Estratégicas, cuyo uso supondría básicamente decidir volar el mundo en pedazos. Por supuesto hay submarinos nucleares y misiles de largo alcance que pueden llevar bombas nucleares, pero no creo que eso se esté considerando seriamente en ningún momento.

P: ¿Una bomba nuclear táctica es el equivalente a la de Hiroshima y Nagasaki? R: La mayor parte de las armas nucleares rusas se pueden graduar a diferentes niveles de explosión, y pueden llegar hasta los niveles de la de Hiroshima o Nagasaki.

P: Si lanza alguna de esas armas nucleares tácticas, ¿cuál sería la reacción natural de la OTAN o de Estados Unidos? R: Ese es el tema: no lo sabemos. No tenemos una respuesta formal porque no es un ataque a un país de la OTAN. Los países occidentales se basan en lo que se conoce como “ambigüedad estratégica”, que es una forma educada de decir que no se lo dicen a nadie porque ni ellos lo tienen claro. Claramente habría una respuesta. Probablemente un ataque masivo no nuclear contra ciertas bases rusas. Obviamente en Crimea, pero también en áreas como Kaliningrado, en el Báltico. Y los países de la OTAN empezarían a pensar seriamente en que Putin se tiene que ir o ser asesinado. 

P: Ha escrito varios libros sobre Rusia y su presidente, Vladímir Putin. Los dos últimos, Una Breve Historia de Rusia y Tenemos que hablar de Putin (Capitán Swing). Brevemente, ¿cuál es la esencia actual de una de las naciones más complicadas del mundo? R: En pocas palabras, Rusia es un país que no tiene una identidad fija y sigue reinventándose a sí mismo. Eso es lo que Putin ha tratado de hacer. Crear una Rusia que se parezca a su idea. Pero no lo está consiguiendo.

P: ¿Ve posible que los rusos se rebelen contra Putin o le paren en esta guerra o en el uso de armas nucleares? R: Si estamos pensando en masas en las calles… Siendo honestos: el poder de la gente nunca funciona realmente cuando las fuerzas de seguridad están unidas y disciplinadas y quieren controlarlas. Lo vimos por ejemplo en [la masacre de manifestantes] de la plaza de Tiananmen en China. Al mismo tiempo, no sabemos si los generales rusos seguirían la orden de lanzar armas nucleares tácticas y si el temor a que esto generara precisamente protestas masivas puede ser un factor de la ecuación. En general, está claro que hay mucha insatisfacción entre la élite rusa en general, incluso dentro del aparato de seguridad. 

El escritor y periodista Mark Galeotti, en Moscú

El escritor y periodista Mark Galeotti, en Moscú / Mark Galeotti

P: ¿Llegarían a permitir las protestas? R: Si se mira, por ejemplo, a la Guardia Nacional, que es la que controla las calles y acaba con las protestas, muchos de ellos han sido enviados a Ucrania y tienen muchas bajas. Si se miran las redes sociales rusas, está claro que están muy enfadados. Y son la gente que tiene que acabar con las protestas. Imaginemos que sube el desempleo, por ejemplo: podemos empezar a ver protestas locales. Si la Guardia Nacional o la Policía deciden no disolverlas, entonces las cosas pueden escalar. Según la experiencia de 1989 y el colapso de los gobiernos títeres soviéticos en Europa central, hemos aprendido que los regímenes pueden parecer muy duros y temibles y luego de pronto colapsar. Porque en cuanto hay momentum contra ellos, todos cambian de bando.

P: ¿Cuál será el final de la partida en Ucrania? ¿Cree que Ucrania tiene opciones de recuperar todo su territorio? R: Es una posibilidad, aunque no muy alta. Mucho depende de lo que ocurra en los próximos pocos meses. Con la decisión de movilizar, Putin de alguna forma ha reconocido que ni está ganando ni va a ganar. Lo que quiere hacer es no perder. Sus tropas están mal entrenadas y equipadas. Él espera que puedan detener a los ucranianos en la recuperación de territorio. Si puede hacerlo, entonces llegaríamos a algo parecido a unas tablas. Pero, si no lo logra, entonces las opciones ucranianas de recuperar la mayor parte de los territorios salvo Crimea no son escasas.

P: ¿Habrá un acuerdo de paz? R: Tengo la sospecha de que, cuando llegue el acuerdo de paz, o bien permitirá a los rusos retener Crimea a cambio de otro referendum -esta vez auténtico, moderado internacionalmente, en el que la gente local diga que lo quiere-; o habrá algo parecido a una soberanía compartida. Pero, sinceramente, los rusos están perdiendo esta guerra y su control sobre partes de Ucrania.