PROTESTAS EN IRÁN

Irán pone el cerco sobre las redes sociales tras la oleada de protestas

Las ONG denunciaron graves problemas para poder acceder a Internet en los últimos días que están afectado a plataformas como Instagram o WhatsApp

Una protesta para exigir justicia por la muerte de Mahsa Amini.

Una protesta para exigir justicia por la muerte de Mahsa Amini. / Boris Roessler

EP

Irán ha culpado este lunes a las redes sociales Instagram y Whatsapp, pertenecientes a la compañía Meta, de estar involucradas en la difusión de información negativa para la seguridad del país, en el marco de las protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini.

"Las dos redes sociales Instagram y WhatsApp -de Meta Platforms- estuvieron involucradas en la difusión de material incendiario y en poner en peligro nuestra seguridad nacional como parte de las operaciones de conspiración de nuestros enemigos", ha afirmado el lunes el viceministro del Interior, Majid Mirahmadi, según declaraciones a la agencia de noticias Mehr, recogidas por DPA. El asunto de seguridad nacional es, según Mirahmadi, una "línea roja", ha indicado.

Mehdi Bagheri, miembro supervisor del grupo de trabajo del Parlamento para determinar ejemplos de contenido criminal informático, ha dicho que "cualquier plataforma que pretenda operar en cualquier país debe seguir las leyes de ese país".

"Instagram y WhatsApp han sido limitados por orden del equipo de seguridad. Mientras prevalezcan las condiciones de seguridad en el país, las restricciones continuarán", ha asegurado Bagheri. Así, Bagheri ha indicado que "actualmente, Irán no tiene ningún memorando de entendimiento o acuerdo de cooperación con ninguno de los software como WhatsApp e Instagram, y estas aplicaciones no aceptan cualquiera de las leyes de la República Islámica de Irán".

ONG denunciaron estos días de atrás los graves problemas para poder acceder a Internet en los últimos días que están afectado a plataformas como Instagram, WhatsApp, Signal, Viber, Skype, LinkedIn, Google Play o App Store.

Amini fue detenida el 13 de septiembre y falleció tres días después de caer en coma tras desmayarse en un centro de detención, en medio de denuncias sobre torturas y malos tratos. La Policía ha negado las acusaciones y el presidente iraní, Ebrahim Raisi, ha prometido una investigación.