IRÁN
La rebelión por la represión en Irán llega a los institutos
Tras la muerte de una joven menor durante las protestas, las estudiantes de bachillerato e instituto del país persa se han levantado en defensa de las manifestaciones
Nika, una joven iraní de 16 años, tenía que cumplir los 17 el domingo pasado. Pero la chica, pelo corto y negro, mechón claro y estilo punk desapareció a finales de septiembre, una tarde, cuando salió a unirse a las protestas en Irán contra el asesinato hace tres semanas de Mahsa Amini a manos de la policía de la moral.
El cuerpo sin vida de Nika apareció este martes en una morgue de Teherán. Pero al cabo de poco desapareció otra vez. Su familia asegura que el Gobierno iraní se la llevó para enterrarla en un lugar secreto, sin funeral. El motivo es simple: evitar mayores tensiones y esconder el número de fallecidos. Esta ola de protestas empezó justamente en el funeral de la joven Amini, el pasado 17 de setiembre.
La muerte y desaparición de Nika ha encendido más los ánimos. Desde las noticias de su fallecimiento, estudiantes de instituto del país se han sumado a las protestas, que hasta ahora habían sido comandadas por universitarios, en huelga desde la semana pasada.
Las redes iranís se han llenado de vídeos de estudiantes de instituto quitándose el velo, escribiendo eslóganes revolucionarios en las pizarras, echando a un director de colegio del recinto e incluso amedrentando a gritos a un miembro de las fuerzas Basij, el cuerpo paramilitar iraní al cargo de reprimir las protestas violentamente. Este cuerpo está formado por policías radicales y por antiguos criminales sumados a la causa.
Fuerzas extranjeras
Irán, que asegura que la muerte de la joven Amini bajo custodia policial fue por un paro cardíaco —algo negado por la familia de la chica de 22 años— también tira pelotas fuera en lo que respecta a las protestas. El lunes, el ayatolá Jameneí habló por primera vez desde el inicio de las manifestaciones, y responsabilizó a Israel y Estados Unidos.
Este martes, el presidente iraní, Ebrahim Raisí, repitió sus palabras, pero aseguró que su Gobierno entendía las frustraciones de los ciudadanos que pueden ver algunas "deficiencias" en el funcionamiento de la República Islámica.
Pero las voces críticas con las autoridades iranís son cada vez mayores y más diversas, y los que claman no son solo los y las jóvenes estudiantes que han salido a las calles.
"Ni los enemigos extranjeros ni la oposición interna son capaces de convertir las calles en escenarios de disturbios sin un contexto de insatisfacción social. Negar este hecho no ayudará a calmar la situación", ha dicho este miércoles en su editorial el periódico 'Jumhuri Eslami', de línea dura y conservadora. 'Jumhuri Eslami' en persa significa República Islámica.
Y, mientras tanto, las cifras se apilan. Según recuentos independientes la represión policial en las protestas ha causado la muerte de más de 130 personas, además de miles de heridos y detenidos. La mayoría de muertos han ocurrido en las regiones de Baluchestán y Sistán, en el este del país y donde hay presencia mayoritaria de minorías étnicas y religiosas. Allí, afirman organizaciones de derechos humanos, la policía reprime las manifestaciones con fuego real.
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