FRONTERA CON RUSIA

'No' a la influencia rusa: los países bálticos dan la espalda a Moscú

Letonia ha dejado sin representación en las elecciones de este fin de semana al partido tradicional de la minoría rusoparlante

Lituania ha expulsado al embajador ruso en su territorio por "injerencia en los asuntos internos del estado anfitrión"

Finlandia, Estonia, Letonia, Lituania y Polonia han restringido la entrada de rusos

Nuevos reclutas de la Guardia Nacional de Letonia participan en un entrenamiento de tiro en Daugavpils.

Nuevos reclutas de la Guardia Nacional de Letonia participan en un entrenamiento de tiro en Daugavpils. / Reuters

Alberto Muñoz

Alberto Muñoz

Las grietas de influencia por las que Rusia consigue penetrar en la política de los países europeos de su entorno son cada vez más escasas. Desde que comenzó la invasión de Ucrania el pasado 23 de febrero, la tendencia entre prácticamente todos los Estados bálticos que hacen frontera con el país que dirige Vladimir Putin ha sido la de empezar a sacudirse de encima los últimos coletazos de la nostalgia soviética. Letonia, Lituania, Estonia, Finlandia... Todos ellos, salvo Bielorrusia, han dado la espalda a Moscú y han mirado hacia el oeste.

"Incluso los ciudadanos rusos se han vuelto más europeos a raíz de esta invasión. Cada vez menos aprueban la guerra. En mi país siempre hemos tenido un dicho que hoy cobra más sentido que nunca: 'El amanecer es lo único bueno que viene del este'", explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Veiko Spolitis, experto en política internacional y ex diputado en el parlamento letón entre 2014 y 2019.

Las últimas elecciones generales en su país, celebradas el pasado fin de semana, han confirmado la tendencia. Letonia ha dejado fuera de su cámara a uno de los partidos tradicionalmente más fuertes de su tablero político, Armonía, que representaba al centroderecha dentro de la minoría rusoparlante del país. Con un 4,81% de los votos, no ha conseguido escaños, al igual que le ha sucedido a Unión Rusa de Letonia, un partido pro-Kremlin que ha cosechado el 3,62% de los apoyos.

"Durante 15 años Armonía fue el partido mayoritario en Letonia, incluso gobernaron en la capital, Riga, entre 2008 y 2019, y ahora ni siquiera han conseguido tener un sitio en la cámara nacional. Eso es síntoma de algo. Eso sí, han sido reemplazados por una escisión más radical, ¡Estabilidad!, que se sostiene gracias al apoyo de los más mayores, esos que siguen informándose a través de los medios de comunicación rusos a pesar de que estén prohibidos en mi país", explica Spolitis.

El nuevo partido, que ha conseguido once asientos, no formará parte de la coalición de gobierno a pesar de que ésta sea conservadora, pues seguramente será integrada por la Lista Unificada de partidos verdes, regionales y centristas, junto la Alianza Nacional de centroderecha. En el caso de Armonía, que llegó a ganar varias elecciones en el pasado, "el resto de partidos se unieron para evitar que llegara a gobernar el país" precisamente por esa cercanía con la comunidad rusa.

Letonia, en cualquier caso, no es el único país del cinturón báltico que ha dado la espalda a Moscú. Lituania, donde la influencia rusa ha sido tradicionalmente menor, decidió ayer expulsar a Sergey Ryabokon, embajador ruso en su territorio, tras declararle persona non grata. Ryabokon, que tiene cinco días para abandonar territorio lituano, ha sido acusado de "una injerencia en los asuntos internos del estado anfitrión y, por lo tanto, de violar la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas".

Cierre de frontera

A principios de este mes, Polonia, Lituania, Letonia e incluso Estonia, que tiene una gran comunidad rusa dentro de sus fronteras, decidieron impedir la entrada de ciudadanos rusos a su territorio. El último en sumarse a esta lista fue Finlandia, que el pasado fin de semana anunció que solo dejaría entrar a aquellos que fueran a visitar a su familia, a trabajar o a estudiar, pero no a turistas.

La decisión vino motivada por la llegada, cada vez mayor, de rusos a los más de 1.300 kilómetros de frontera que comparten ambos países. Rusos que, además, llegaban huyendo del anuncio de Putin de convocar a más de 300.000 reservistas para luchar en la invasión de Ucrania.

Desde que el pasado 23 de febrero Rusia atacó el país que lidera Volodímir Zelenski, Finlandia decidió romper con su condición de país neutral y ya desde el pasado mayo decidió solicitar "de urgencia" la entrada en la OTAN.

"No se trata de que tengamos miedo. En Letonia, por ejemplo, sabemos que a las tropas rusas les va a costar reorganizarse después de la invasión, pero es que incluso entre los rusos está creciendo el porcentaje de personas que se oponen a la guerra. Incluso ellos se han vuelto más europeos a raíz de todo esto", apunta Spolitis.