Muerte de Isabel II

Escocia se vuelca en el último adiós a Isabel II

El féretro ha salido de Balmoral y ha realizado un recorrido por varias localidades hasta llegar a Edimburgo más de seis horas después | La capital aclama al nuevo rey en la ceremonia de lectura del acta de proclamación

Lectura del acta de proclamación del rey Carlos III en Edimburgo.

Lectura del acta de proclamación del rey Carlos III en Edimburgo. / AFP

Laura Puig

Conmocionados y emocionados. Así es como se sienten los escoceses y los turistas que estos días pasean por las calles de 

Edimburgo

. Conmocionados por la pérdida de una reina muy apreciada, incluso por los más escépticos con la institución, y emocionados por ser testigos de un momento histórico. Y este domingo se han vivido dos de esos momentos: la lectura del acta de proclamación como nuevo rey de Carlos III

 y la llegada del féretro de la reina. Dos instantes que han sacado a las calles a centenares de miles de personas que han aguantado estoicamente horas de espera en la calle. Afortunadamente, el tiempo ha acompañado. Solo ha empezado a llover tímidamente tras la entrada del cortejo fúnebre en el palacio de Holyrood, la residencia oficial de la familia real británica en Escocia.

"Se trata del fin de una era, la reina era un icono que representaba al Reino Unido y ya no está. Será interesante ver qué hace Carlos como nuevo rey", asegura a EL PERIÓDICO, diario que pertenece al grupo Prensa Ibérica al igual que este medio, Alexandra, estudiante de Historia del Arte en la Universidad de Edimburgo y declarada antimonárquica. Olivia, una estadounidense que cursa estudios de Historia en la misma universidad, también valora ser testigo de estos acontecimientos. "Es difícil equilibrar el duelo por el fin de una era con los momentos más controvertidos del fin del colonialismo británico", subraya esta joven.

Último viaje

Los restos de Isabel II han llegado a Holyrood sobre las 16.20 horas. El cortejo fúnebre había salido del castillo de Balmoral poco después de las 10 hora local, tras recorrer varias localidades como Aberdeen, Dundee y Perth. Un recorrido de 283 kilómetros en el que se han dado cita centenares de miles de personas para mostrar sus respetos a la monarca.

Un respetuoso silencio ha acompañado el recorrido del féretro por las calles de Edimburgo. "Todo el mundo amaba a la reina, estamos muy tristes", sostiene Faye Carmichael, una vecina de Elgin, una población del norte de Escocia a cuatro horas en coche de la capital. Tras el paso del vehículo que transportaba el ataúd, la multitud prorrumpía en aplausos.

Con la salida del féretro de Balmoral, han dado inicio los actos oficiales para despedir a la reina británica, fallecida el pasado jueves en el castillo de Balmoral a los 96 años, que concluirán el 19 de septiembre a las 11 hora local con el funeral de Estado en la londinense abadía de Westminster. Unos actos que, tal y como preveían las autoridades, están siendo multitudinarios. Las principales calles de Edimburgo llevan varios días cortadas al tráfico y también han resultado afectadas algunas carreteras por las que ha circulado la comitiva.

"Este es un evento de una escala sin precedentes. Ni siquiera la reciente COP26 que tuvo lugar en Glasgow se puede comparar con la preparación y planificación que ha necesitado esta operación", manifestaba este sábado el responsable de operaciones del Departamento de Tráfico de Escocia, Stein Connelly.

Por la mañana, en Edimburgo se ha celebrado la lectura del acta de proclamación del rey Carlos, después de la ceremonia que ayer tuvo lugar en el palacio de Saint James de Londres. El mismo acto ha tenido lugar de manera simultánea en Gales e Irlanda del Norte. "Venimos a mostrar nuestros respetos al nuevo rey. Hará un trabajo maravilloso, será duro, pero tenemos que seguir adelante", explicaba poco antes de que empezara la ceremonia Tony Hooman, miembro de la Legión Escocesa, una asociación de veteranos cuya patrona era hasta ahora la reina Isabel II. Representantes de esta organización han estado presentes con sus uniformes, banderas y estandartes en la ceremonia.

"Celebrar al nuevo rey"

Miles de personas, muchos turistas pero también locales, han acudido al acto que ha tenido lugar frente a la catedral de Saint Giles. "No podemos visitar ningún edificio emblemático, pero a cambio estamos viviendo algo histórico, único", se conformaban Inés y Javier, una pareja de Madrid que tenía planificado el viaje a Escocia desde el pasado mes de mayo.

"Es un momento para celebrar al nuevo rey", afirma Michael Andrews, vecino de Edimburgo que se ha puesto una corbata negra en señal de duelo. Considera que Carlos se enfrenta al desafío de seguir los pasos de su madre, pero confía en que lo hará bien. "Él entiende que hay una diferencia entre ser príncipe de Gales y tener opiniones, y ser rey, una figura que tiene un marcado rol constitucional", añade poco antes de que la multitud cierre el acto cantando el himno de 'Dios salve al rey' y grite tres hurras por el hijo de Isabel II.

Capilla ardiente

El féretro de la reina permanecerá en el salón del trono del palacio de Holyrood hasta este lunes por la tarde, cuando será trasladado en una procesión de poco más de un kilómetro hasta la catedral de Saint Giles por la Royal Mile, una de las principales arterias de la ciudad. En este templo se ubicará la primera capilla ardiente de Isabel II, un velatorio de 24 horas ininterrumpidas. Por ella podrán pasar todos los ciudadanos que quieran dar el último adiós a la monarca que permaneció 70 años en el trono.

Este mismo lunes, Carlos III volará a Edimburgo junto a Camila, la reina consorte, en su primer viaje como rey, que le llevará en los siguientes días también a Gales e Irlanda del Norte. Carlos, Camila y otros miembros de la familia real participarán en la procesión hasta la catedral. Tras una audiencia con la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, y un acto en el Parlamento, el nuevo rey regresará a Saint Giles por la noche para un servicio religioso.

El féretro de la reina está cubierto con el estandarte real, que en Escocia varía respecto del resto de naciones del Reino Unido para dar preferencia al cuadrante con el león rampante que representa a este territorio. Una vez en Londres, se colocará sobre el ataúd la corona del Estado imperial, el orbe y el cetro.

El martes, una vez concluya la capilla ardiente en la catedral de Edimburgo, el féretro de Isabel II será trasladado al aeropuerto, desde donde viajará en un avión hasta la base de Northolt de la Fuerza Aérea Real, en el oeste de Londres, y de allí será llevado al palacio de Buckingham. La única hija de la reina, la princesa Ana, acompañará el cuerpo de su madre en este trayecto desde la capital escocesa.

Funeral en Westminster

El miércoles, 14 de septiembre, otra procesión de unos 40 minutos seguirá al féretro desde el palacio real hasta Westminster Hall, donde permanecerá en lo alto del catafalco y custodiado por cuatro guardias reales hasta el lunes 19, para que los ciudadanos puedan presentar sus respetos a la monarca fallecida a partir del jueves. Durante los cuatro días de capilla ardiente, los miembros de la familia real se irán turnando para velar a la reina, siguiendo una tradición que se conoce como la "vigilia de los príncipes".

El lunes 19, que se ha declarado fiesta nacional, se trasladará el ataúd real hasta la abadía de Westminster para celebrar el funeral de Estado. En esta abadía se corona a los reyes y reinas británicos, y en ella Isabel II contrajo matrimonio con Felipe de Edimburgo en 1947.