REINO UNIDO

El castillo de Balmoral: un lugar especial para la reina Isabel II

Este emplazamiento situado en Aberdeenshire (Escocia) ha sido el lugar dónde ha fallecido la monarca

Balmoral

Balmoral / PIXABAY

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La residencia, un palacio situado en Aberdeenshire (Escocia), es un lugar de descanso y refugio para la corona tanto en sus vacaciones como en los momentos de duelo. Esta parcela pertenece a la Familia Real Británica desde hace generaciones y en la línea sucesoria se han ido pasando el 'cariño' por este castillo.

La finca en la que se encuentra el castillo tiene un área de unas 20.000 hectáreas y se encuentra a las orillas del Río Dee, situado en el norte de Escocia y al pie de las 'Highlands', un terreno verde donde las lluvias se repiten durante todo el año. La gran ciudad más próxima es la costera Aberdeen. El castillo se encuentra dentro del parque natural Cairngorms y rodeado por pequeñas localidades de unos 1.000 habitantes. Un lugar tranquilo donde descansar lejos del Palacio de Buckingham y el ajetreo de la rutina real.

El castillo de Balmoral es uno de los preferidos por la reina Isabel II, siendo su residencia de verano y su paraje favorito donde disfrutar las vacaciones, pese a que la residencia de la Familia Real Británica en Escocia es el Palacio de Holyrood en Edimburgo. El castillo de Balmoral es una propiedad privada de Isabel II y no pertenece al Patrimonio Real que gestiona los activos de la corona británica.

Balmoral se convirtió en residencia real por primera vez en 1848, cuando fue alquilado a Victoria I, la tatarabuela de la reina. Esta residencia atrajo tanto la atención de la corona que decidieron comprar el histórico inmueble por 30.000 libras. La última vez que se realizaron obras para ampliar el palacio fueron en el siglo XIX para adaptarlo a las necesidades de la monarca.

Durante la II Guerra Mundial, el emplazamiento se utilizó como refugio para la corona. En 1997, cuando Diana de Gales falleció, Isabel II y sus familiares pasaron el luto en la residencia escocesa, que la reina heredó de su madre, quien le transmitió a la monarca el gusto por este lugar.

Curiosidades de la finca

El castillo de Balmoral es un palacio tardomedieval del siglo XV, aunque la apariencia del mismo es de la época historicista victoriana del siglo XIX. Desde 1848 la vivienda -la cual era muy pequeña- fue recibiendo ampliaciones, remodelaciones y adhesiones de terrenos contiguos hasta que se convirtió en el palacio que es hoy en día.

La finca en la que se encuentra tiene una extensión de 200 kilómetros cuadrados y desde hace siglos ha atraído a las grandes familias: el rey Roberto II de Escocia (1316–1390) lo empleaba como coto de caza. El Balmoral Estate, los terrenos propiedad de la reina, cuentan con una variedad de paisajes que van desde el valle del river Dee hasta siete Munros, como se conoce a las montañas en Escocia que alcanzan más de 1.000 metros de altura. A la finca también pertenece el lago Muick, de 260 hectáreas, donde se encuentra un antiguo cobertizo para las barcas y la Bothy real, una cabaña de caza.

La finca incluye terrenos dedicados al aprovechamiento forestal y a la agricultura, así como rebaños de ciervos (con una población de entre 2.000 a 2.500 cabezas), ovejas y ponis. Con más de 8.000 hectáreas cubiertas por árboles, casi 3.000 de ellas se dedican al aprovechamiento que produce casi 10.000 toneladas de madera al año.

En Balmoral trabajan a tiempo completo unas 50 personas, aunque durante las épocas de mayor movimiento suelen alcanzar los 150 trabajadores. En el Balmoral Estate hay unos 150 edificios, entre los que se encuentra Birkhall, la antigua casa de la madre de Isabel II que ahora utilizan el príncipe Carlos y la duquesa de Cornwall en sus vacaciones de verano. Seis edificios más pequeños se utilizan como casas de alquiler vacacional.