CENTRAL NUCLEAR

Rusia y Ucrania discrepan sobre la desmilitarización de la central de Zaporiyia

Zelenski exige la desmilitarización: "Puede tener consecuencias catastróficas"

La central nuclear de Zaporiyia.

La central nuclear de Zaporiyia. / EP

EFE

Rusia y Ucrania abogaron este viernes por el envío de una misión internacional a la central ucraniana de Zaporiyia, en medio de nuevas acusaciones sobre ataques a la mayor planta nuclear de Europa, a la vez que discreparon sobre la necesidad de desmilitarizar la zona.

"Las propuestas de desmilitarizar una zona en torno a la central nuclear de Zaporiyia son inaceptables", dijo Iván Necháev, portavoz ruso de Exteriores. La implementación de tales propuestas "harán la central mucho más vulnerable", aseguró el diplomático.

A la vez, se pronunció a favor de una visita de expertos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a la planta y confió en que esta se produzca "muy pronto". Aseguró que Moscú sigue en "contacto permanente" con la organización para facilitar la inspección de la central, controlada por el ejército ruso desde comienzos de la campaña militar en Ucrania.

ZELENSKI DEMANDA LA DESMILITARIZACIÓN

La semana pasada el secretario general de la ONU, António Guterres, hizo un llamamiento a todos los implicados en el conflicto en Ucrania a que "hagan uso del sentido común y la razón, y no lleven a cabo ninguna acción que pueda poner en peligro la integridad física, la seguridad o la protección de la central nuclear, la mayor de su clase en Europa".

Este jueves, Guterres abordó este y otros asuntos con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, durante una visita a Leópolis, en el oeste de Ucrania, la segunda que hace a ese país desde el comienzo de la ofensiva rusa.

Precisamente, Zelenski pidió a Guterres que la organización garantice la desmilitarización de la planta nuclear para evitar que allí se produzca una catástrofe. El líder ucraniano afirmó que el "terror deliberado" de las tropas rusas en esa instalación "puede tener consecuencias globales catastróficas para todo el mundo", según comunicó la oficina del presidente ucraniano.

La víspera Zelenski instó al ejército ruso a retirarse "sin condiciones y lo antes posible" del recinto. "El ejército ruso debe replegarse del territorio de la planta nuclear y de todas las áreas aledañas, y retirar sus equipos militares de la planta. Esto debe suceder sin condiciones y lo antes posible", exigió el presidente ucraniano.

El presidente ucraniano también habló con Guterres de la posible misión de expertos del OEIA a la planta nuclear que debe llevarse a cabo "de forma legal, a través del territorio libre de ocupantes" rusos, según la Oficina de Zelenski.

PROVOCACIONES UCRANIANAS, SEGÚN RUSIA

Rusia, en cambio, acusa a las fuerzas de Kiev de bombardear el territorio de la planta atómica para impedir su normal funcionamiento y acusar de ello a Moscú. Coincidiendo con la visita de Guterres, Ucrania planearía organizar una "sonada provocación" en Zaporiyia, denunciaron los rusos.

Moscú asegura que la planta atómica sufre "ataques sistemáticos" de las fuerzas de Kiev desde el pasado 18 de julio. Las autoridades de la parte de Zaporiyia controlada por Rusia aseguraron a su vez que tienen un plan de evacuación de la población en caso de una avería grave en la central.

JÁRKOV, BAJO ATAQUE RUSO

En el plano militar, Rusia continuó los ataques en la región de Járkov, en el noreste de Ucrania, donde los bombardeos dejaron 17 muertos y decenas de heridos, según las autoridades. Las víctimas mortales se debieron al impacto de misiles rusos contra edificios de viviendas de la zona, incluida una residencia en la capital, Járkov, la segunda ciudad del país, según Kiev.

El estadounidense Instituto para Estudios de la Guerra (ISW) señaló en su informe diario que los rusos continúan los ataques aéreos al este y al sur de esa urbe industrial y bombardean intensamente las áreas colindantes. El ISW también destacó que durante la última jornada las fuerzas rusas lograron "limitados avances" al noroeste de la ciudad de Donetsk y cerca de la frontera administrativa de Zaporiyia con la región de Donetsk, el principal escenario de combates en Ucrania desde hace más de un mes.

Rusia, a su vez, reconoció el ataque contra Járkov, pero esgrimió que el objetivo del mismo era un punto de concentración de mercenarios extranjeros. La operación se saldó con 90 combatientes extranjeros muertos, según los militares rusos.