CRISIS ENERGÉTICA

¿Cómo van a ahorrar energía los países europeos?

Los distintos gobiernos presentan sus planes de ahorro para reducir la dependencia de Rusia

Un interruptor desconectado.

Un interruptor desconectado. / Unplash

Andreu Jerez - Begoña Arce - Irene Savio

De cara a reducir la dependencia del gas de Rusia, los países europeos elaboran planes para de

contención energética

. Estos son las medidas orientadas al ahorro de energía de cuatro grandes países europeos.

Francia

Dentro de un plan para reducir el consumo innecesario de energía, el Gobierno francés prohibirá por decreto la climatización de comercios y oficinas que tengan las puertas abiertas. La directiva sancionará también la publicidad luminosa durante parte de la madrugada.

Dejar las puertas abiertas con el aire acondicionado o la calefacción en marcha "aumenta el consumo un 20% y además es absurdo", destacó la ministra de Transición Ecológica, Agnes Pannier-Runacher. Durante la ola de calor de la pasada semana, en la que se batieron récords de temperatura en amplias zonas del país, varias ciudades como París o Lyon prohibieron esa práctica. Ahora, el Gobierno la quiere generalizar a todo el país bajo la amenaza de una multa de 750 euros. En cuanto a la prohibición de la iluminación de los carteles publicitarios y de los escaparates, ya opera en ciudades de menos de 800.000 habitantes entre la 1.00 horas y las 6.00 horas. En las grandes ciudades depende de ordenanzas municipales.

El plan del Gobierno es extender ese apagón a todo el país y la sanción será de 1.500 euros, explicó la ministra. Sin embargo, habrá excepciones para las estaciones ferroviarias y los aeropuertos, que están abiertos continuamente. Pannier-Runacher apostó por el diálogo con las empresas en todos los sectores para lograr recortes en el consumo innecesario. Por ejemplo, el sector de la distribución en Francia presentó el pasado lunes un "protocolo energético de crisis" que se pondrá en marcha a partir del 15 de octubre para reducir el consumo de electricidad. Este plan incluye medidas como limitar la calefacción en las tiendas a 17 grados en invierno, apagar las luces cuando se cierren los establecimiento o una reducción de la intensidad luminosa con carácter sistemático.

La ministra asegura que se están tomando otras medidas, como el censo de los grupos electrógenos y el diálogo con los sectores que más energía consumen, con el objetivo de evitar cortes de electricidad el próximo invierno. "Todas las acciones que vamos a poner en marcha deberían permitir evitarlo", aseguró. Sí insistió en que empresas y ciudadanos "deben estar mejor informados de su consumo" por las empresas energéticas, que también deberían aplicar "tarifas que inciten a la sobriedad".

En cambio, el Gobierno francés no prevé por ahora reducir en 10 kilómetros por hora la velocidad máxima de las autopistas, que en este país es de 130 kilómetros por hora, una recomendación de la Agencia Internacional de la Energía (AIE).

Reino Unido

El Gobierno británico

 anunció en mayo un paquete de medidas para ayudar a los hogares a afrontar el descomunal incremento del recibo de la luz y el gas. La ayuda, por un monto en torno a los 15.000 millones de libras (17.660 millones de euros), eleva a 37.000 millones (43.570 millones de euros) lo aprobado para que las familias británicas más necesitadas puedan sobrellevar el elevado coste de la vida al que se ha sumado el aumento del precio de los alimentos. El paquete se financiará en parte con la introducción de un impuesto temporal del 25% a los beneficios de las empresas del petróleo y gas, pero no se aplicará a las eléctricas. El gravamen incluirá una nueva desgravación del 80% por inversiones.

Las ayudas incluyen un pago único de 760 euros a los hogares con ingresos más bajos. Los pensionistas recibirán 353 euros y 177 euros los discapacitados. También se ha doblado el descuento en la factura de energía que desde octubre pasará a ser de 470 euros. De todo ello se beneficiarían unos ocho millones de los hogares que se encuentran más en precario.

Las autoridades no han dado hasta ahora directrices para el ahorro de energía, ni hay amenaza de restricciones en el suministro. El Reino Unido tiene una menor dependencia del gas ruso. A la búsqueda de una futura independencia energética del país, el Gobierno autorizó la pasada semana la construcción de una nueva planta nuclearSizewell C, que correrá a cargo de la compañía eléctrica francesa EDF y estará situada en el condado inglés de Suffolk. 

Italia

Las

autoridades italianas

están estudiando un plan de ahorro energético que, de momento, no ha entrado en vigor, pero que el país cuenta con poner en marcha en caso de que Moscú deje de suministrar drásticamente al país transalpino. El proyecto, parcialmente anticipado a mediados de julio, prevé una serie de medidas, tanto para reducir los consumos de familias como de empresas y de las instituciones públicas, que serán aplicadas en caso de ser necesario.

Dentro de este plan para reducir el consumo de energía, se prevén medidas como el recorte de la iluminación pública en hasta un 40% (según la ciudad), y el cierre anticipado de tiendas (a las siete de la tarde) y de oficinas públicas. Estas últimas también podrían verse obligadas a limitar a los 27 grados de temperatura el aire condicionado en los periodos más cálidos, y a los 19 grados la calefacción en los periodos invernales. De hecho, para el próximo invierno, también se ha previsto la reducción de la calefacción en las casas de 2 grados —con también limitaciones horarias para el uso de estufas— y, en caso de que la escasez sea muy grave, también podría haber apagones nocturnos para los hogares.

Además, en el caso de las empresas que gastan mucha energía, se ha establecido la posibilidad de cortes de electricidad temporales, aunque estas compañías podrán igualmente recurrir a las llamadas reservas estratégicas, es decir, reservas de emergencia de gas y petróleo acopiadas durante el periodo veraniego en las fases menos alcistas. Con ello, el plan de Italia también prevé un mayor uso de las centrales de carbón que quedan en el país.

Alemania

El

Gobierno alemán

, y especialmente su ministro de Economía, el verde Robert Habeck, lleva meses pidiendo a ciudadanía e industria limitar en la medida de lo posible el consumo de gas. El objetivo expreso es llegar al próximo diciembre con al menos un 90% de reservas para evitar el racionamiento o, en el peor de los escenarios, un colapso industrial que supondría desabastecimiento de determinados productos, aumento de desempleo y un consecuente agravamiento de la inflación.

 El ministro y vicecanciller Habeck ha presentado un paquete de ahorro energético que prescribe una revisión técnica de los sistemas de calefacción de hogares, edificios públicos y empresas, y ordena una reducción general del consumo de gas en administración e industria. En los edificios públicos y de empresas, Habeck quiere que las calefacciones permanezcan apagadas en pasillos y vestíbulos. 

 Algunas declaraciones del ministro de Economía también han generado discrepancias en Alemania. Una de ellas es la recomendación de ducharse con agua fría, lo que ha desatado las críticas de miembros de los liberales del FDP, socios de Gobierno de Los Verdes en el Ejecutivo federal, y también de la oposición.

 Los esfuerzos parecen estar dando frutos. La Agencia Federal de Redes – órgano regulador del mercado energético alemán – ha confirmado que el consumo de gas es, en lo que va de 2022, un 14% menor que en el mismo periodo del año pasado. Sin embargo, su director, Klaus Müller, considera el porcentaje insuficiente para alcanzar los objetivos del Gobierno federal: “Tenemos que llegar al 20%”, ha dicho Müller a la agencia alemana DPA sobre la meta de ahorro.