INVASIÓN DE UCRANIA

La “pausa operacional” del ejército ruso anticipa cambios en la guerra en Ucrania

Es una retirada estratégica tras la llegada de los lanzamisiles HIMARS estadounidenses, según el analista polaco Jan Hernik

Un parón de una “importancia indudable” y que refleja problemas, dice el ex Jemad español Fernando Alejandre

El viernes hay una reunión extraordinaria del Parlamento ruso. Putin podría anunciar un reclutamiento generalizado

Soldados ucranianos despiden a un compañero de armas muerto en combate

Soldados ucranianos despiden a un compañero de armas muerto en combate / ROMAN PILIPEY

Mario Saavedra

Mario Saavedra

Las Fuerzas Armadas rusas han anunciado una “pausa operacional” en la invasión de Ucrania. El Kremlin quiere que sus tropas se reagrupen y descansen, y reabastecerse de material, antes de lanzar una ofensiva total sobre la región de Donetsk, según unos analistas; para otros, se trata de algo parecido a una retirada por el desgaste del ejército ruso y la superior tecnología militar recibida por los ucranianos. Mientras, este lunes se ha anunciado una reunión extraordinaria del Parlamento ruso para el viernes, que podría ser el escenario en el que el presidente Vladímir Putin decrete una movilización total o parcial en el país. Tras cinco meses de invasión, los soldados “frescos” escasean en el frente. 

Todo apunta a que algo importante está ocurriendo en la guerra en Ucrania. “La importancia de la pausa es indudable: si se están replanteando lo que hacer ahora, es que algo no les va bien”, opina para

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA

Fernando Alejandre, ex jefe del Estado Mayor de la Defensa. “La ‘pausa operacional’ está provocada por el aumento de la capacidad ofensiva de las Fuerzas Armadas ucranianas tras la llegada de los HIMARS y otro material de Estados Unidos”, dice a este diario Jan Hernik, analista del Instituto de Varsovia

El pasado miércoles el Ministerio de Exteriores ruso anunció una “pausa operativa”. Según el prestigioso Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW en sus siglas en inglés), las fuerzas rusas la mantienen desde entonces.

Esto “no significa el cese completo de las hostilidades”, dice el ISW. De hecho, los bombardeos con artillería siguen. Preparan el escenario para la futura batalla. Es una táctica habitual en el ejército ruso: primero bombardeos brutales de artillería, luego el avance de las tropas.

Rusia ha conseguido en los últimos días tomar la ciudad de Lisichansk, la última importante de Lugansk. Con ello, tiene el control de esta región, que alberga a una de las dos repúblicas independientes apoyadas por Moscú. La otra es Donetsk, de la que ya tiene una parte importante y que es su siguiente objetivo.

Enmascarar las debilidades


Es posible también que con el anuncio de “pausa operativa” lo que pretenda Moscú es disfrazar de mera estrategia militar lo que es en realidad un problema de moral y cansancio en sus tropas o problemas de suministro. Y la llegada de nuevo y moderno material de guerra desde los países de la OTAN.

“Como parte del nuevo paquete de ayuda militar, Estados Unidos ha entregado a Ucrania, entre otros, los sistemas lanzamisiles HIMARS”, explica a

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA

Jan Hernik, analista del Instituto de Varsovia. “El ejército ucraniano ha dado un buen uso a los ocho lanzadores que han recibido hasta el momento, y han atacado con precisión puntos estratégicamente importantes como puestos de comando y depósitos de munición rusos”.  

9 de junio de 2021, Marruecos.- El lanzamisiles US M142 High Mobility Artillery Rocket System (HIMARS).

9 de junio de 2021, Marruecos.- El lanzamisiles US M142 High Mobility Artillery Rocket System (HIMARS). / FADEL SENNA

Los HIMARS han sido claves, por ejemplo, en Izium, donde las tropas ucranianas han destruido el puesto de mando ruso. O en Shakhtarsk, donde se ha producido un ataque con estos lanzamisiles contra un grupo de tropas invasoras. 

Según Hernik, los rusos necesitan parar simplemente para permitir a sus tropas reagruparse y prepararse ante una resistencia creciente del ejército ucraniano. “Se ha demostrado que no estaban listos para la tecnología militar occidental que ha llegado a Ucrania”.

Decisión de Putin


En la misma línea argumental se sitúa el que fuera hasta hace dos años jefe del Estado Mayor de España, Fernando Alejandre. En conversación con este diario, se sorprende de que no se le haya prestado más atención a este parón en los medios de comunicación. “La importancia es indudable. No se hace una pausa estratégica sólo para un problema concreto”.

La decisión habría venido directamente del Kremlin, según Alejandre (también autor del reciente libro “Rey servido y patria honrada”). “Si el anuncio lo hubiera hecho un mando sobre el terreno, sería una pausa táctica (para una batalla o batallas concretas en un tiempo determinado, por ejemplo la batalla de Kiev o la de Mariúpol). Pero, al venir del Ministerio de Exteriores, es como si lo hubiera anunciado

el presidente ruso Vladímir Putin

, y entonces se trata de una pausa estratégica”, de más largo recorrido, dice. 

Es decir, que se está repensando la siguiente fase de la guerra. “Estas pausas son síntoma de que algo no va bien. Se hacen para reorientar o cambiar el esfuerzo bélico: si hay una zona de combate descubierta, si hay que mandar más mecanizados en lugar de infantería, recolocar unidades o sacar a las que están excesivamente desgastadas del frente”.

Cumplir con los objetivos de la invasión está resultando complicado para Rusia. Los avances de su ofensiva son limitados y lentos. Faltan tropas. Moscú está creando batallones de combate con voluntarios, sobre todo de minorías étnicas y de zonas alejadas de ciudades como Moscú o San Petersburgo, según el New York Times. Trata Vladímir Putin así de evitar un reclutamiento obligatorio para el que debería primero declarar la guerra y, después, aceptar un precio político y el riesgo interno que conlleva. 

Algunas tropas están llegando al frente en vehículos blindados del tipo MT-LB, diseñados por primera vez en los años cincuenta para defenderse de la artillería de entonces. Carecen de blindaje pesado y solo puede acoplarse en ellos una ametralladora con la que proteger a los soldados, apunta el diario neoyorquino. 

Los ataques a distancia continúan


Hay quien cree que esta presunta pausa es, en realidad, una maskirovka: un engaño militar ruso. Entre ellos está el analista estonio Kalev Stoicescu, según ha explicado en conversación con este periódico. 

El propio presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, asegura que las bombas rusas siguen cayendo como siempre. De hecho, más de 30 personas han muerto entre los escombros de un edificio destruido este fin de semana en la ciudad de Chasiv Yar, en el este del país. 

La continuidad de los bombardeos es congruente con la “pausa operacional”. La campaña rusa de artillería y misiles sobre Donetsk, que acaba de denunciar el Estado Mayor ucraniano, sería la antesala de una ofensiva total en la región.