INVASIÓN DE UCRANIA

El envío de Leopard de España a Ucrania, una línea roja: sería el primer tanque occidental en la guerra

Tanque Leopard 2 del ejército alemán en Lituania

Tanque Leopard 2 del ejército alemán en Lituania / Michael Kappeler/dpa

Mario Saavedra

Mario Saavedra

La tensión política se ha disparado en Alemania por la posibilidad de que España envíe a Ucrania tanques Leopard 2A4. El problema que subyace es que sería Berlín quien debería aprobar o rechazar el envío (está sujeto a una cláusula que obliga a ello antes de su venta o donación a un tercero). De dar el visto bueno, España se convertiría en el primer país en enviar al campo de batalla carros de combate de factura occidental, y Alemania habría dado su aquiescencia. Algo que las fuentes consultadas por este diario consideran que supondría un cambio sustancial en la estrategia internacional hasta ahora: las armas entregadas, de momento, son sistemas defensivos (por ejemplo antiaéreos S-300 que ya están sobre el terreno), artillería (los sistemas de cohetes de alta tecnología HIMARS aprobados para su envío por Estados Unidos, por ejemplo), misiles (como los Javelin estadounidenses o los españoles C-90) o tanques, pero de fabricación rusa.

Ni los estadounidenses han enviado sus carros Abrams, ni los franceses sus Leclerc, ni los británicos sus Challenger, por ejemplo. Polonia sí ha mandado al menos 200 tanques T-72 de fabricación soviética. 

"El Gobierno español nos ha asegurado que no se ha tomado ninguna decisión y sabemos que no se ha hecho ninguna petición formal. Cuando llegue la petición, la examinaremos apropiadamente", ha dicho este miércoles en Madrid Graf Lambsdorff, diputado del Bundestag por el partido liberal de la coalición de gobierno FDP, a preguntas de

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA

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La ministra de Defensa Margarita Robles, cuestionada por si España enviará finalmente algunos de los 40 carros de combate Leopard que están en estos momentos sin utilizar, ha recordado este miércoles que llevan muchos años en desuso, aunque la posibilidad de donarlos a Ucrania está sobre la mesa si se pueden hacer los trabajos necesarios para adecuarlos y siempre en coordinación con otros países. Ucrania pidió el pasado viernes, de forma explícita, los tanques Leopard a Madrid.

Artillería y misiles sí; tanques no

¿Cuál es la diferencia entre destruir un tanque ruso con un misil estadounidense Javelin o un cohete español C-90 y hacerlo con un tanque alemán enviado por España? Los carros de combate, más que armas son sistemas complejos de armas: tienen tecnología óptica, radar, disparar, proyectiles tácticos teleguiados, sistemas fumígenos… El Kremlin podría interpretar la presencia de estos vehículos de guerra en Ucrania como una escalada de la guerra y una intervención directa de la OTAN.

Algo similar ocurrió cuando Polonia ofreció a EE. UU. 27 cazas MiG-29 'Fulcrum' para que luego, desde la base alemana de Ramstein, pudieran ser transferidos a la fuerza aérea ucraniana. Washington vetó el envío.

Otro inconveniente es que hay que formar a los soldados ucranianos en el uso de estos tanques, además de prepararlos y hacerlos llegar.

Alemania sí ha acordado mandar artillería autopropulsada Howitzer 2000. Tiene un cañón de un calibre de 155 milímetros de calibre, similar al del Leopard (120 mmm). Pero es, de nuevo, artillería, que se pone detrás de la línea del frente aunque sirva para destrozar posiciones enemigas. La suspicacia alemana residiría en ver un enfrentamiento abierto entre tanques alemanes (o estadounidenses, o suecos) con los tanques rusos.

Críticas de Ucrania a España

El pasado viernes 3 de junio, la embajada ucraniana en Madrid afeó a España la escasa cantidad de envíos de armamento. Las 200 toneladas enviadas en el buque carguero del Ejército Ysabel el pasado 28 de abril dio para solo dos horas de combates, según los militares que asesoran a la presidencia ucraniano. Lo enviado hasta ahora por España supone sólo un 0,03% del potencial bélico de España, dijo el embajador Serhii Pohoreltsev. "No es suficiente", dijo antes de hacer una petición pública explícita: "No pedimos lo que España no puede proveer [...] Pero España podría enviar carros de combate Leopard que tiene almacenados y sin uso".

Dos días después, el diario El País lanzaba la noticia de que España estaba “dispuesta a entregar a Ucrania misiles antiaéreos y carros de combate Leopard”.

El proceso para obtener la aprobación alemana es complejo. Primero, el ministro de Economía deberá dar su aquiescencia y después hacer lo propio el Consejo Federal de Seguridad o Bundessicherheitsrat, informa desde Berlín Andreu Jerez. Esta es una comisión formada por ministros y que preside el canciller Sholz, que tendrá mucho que decir en la decisión final en representación de los socialdemócratas. Los conservadores y los verdes han sido mucho más decididos en pedir que el Gobierno dé permiso. Si finalmente llega la petición, eso sí, pueden darle curso con la lentitud que deseen.

Alemania ha sido criticada por Kiev por su actitud durante esta guerra. Primero, por la reticencia a cancelar el multimillonario proyecto de gasoducto hacia Rusia conocido como Nord Stream 2 (hay otro, el 1, que sigue bombeando cada día 55.000 millones de metros cúbicos de gas ruso). Después, por el papel del excanciller alemán Gerhard Schröder en estos gasoductos o en la petrolera rusa Rosneft. Luego, por las reticencias de Berlín a enviar armamento pesado o el retraso en el ya prometido, como los blindados antiaéreos Gepard.

El canciller de Alemania, Olaf Scholz, llegó a cancelar un viaje por el rechazo del Gobierno de Volodímir Zelenski a recibir al presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier. Steinmeier pretendía viajar a Kiev, pero las autoridades ucranianas se negaron como gesto de malestar por su supuesta connivencia con la política rusa durante años, también durante su etapa como ministro de Exteriores. Scholz aún no ha ido a ver a Zelenski a Kiev, como sí han hecho los líderes de los países bálticos, Reino Unido o España, entre otros. Tampoco ha acudido el francés Emmanuel Macron. Scholz y Macron mantienen una vía de comunicación abierta con Vladímir Putin.