ALIMENTACIÓN

La crisis alimentaria de la que advierte Draghi: Ucrania da de comer a 400 millones de personas

El grano ucraniano se encuentra retenido en los puertos del Mar Negro

El primer ministro italiano habla de una crisis alimentaria de 'proporciones gigantescas' si no se desbloquean las exportaciones

Mario Draghi.

Mario Draghi.

Alberto Muñoz

Alberto Muñoz

Consciente del impacto que la invasión de Ucrania está teniendo en el precio y el acceso a la comida alrededor del mundo, Vladimir Putin ha puesto sobre la mesa la posibilidad de volver a exportar cereales rusos y ucranianos a cambio de que se levanten las sanciones internacionales.

Cientos de millones de personas dependen ahora mismo de que en el Kremlin decidan desbloquear el grano que se encuentra retenido en los puertos del Mar Negro, pero el presidente ruso, en una conversación telefónica con Mario Draghi, primer ministro italiano, se ha negado a intentar atajar la crisis alimentaria “de proporciones gigantescas” que se avecina en el resto del mundo. Al menos, no sin recibir algo a cambio.

"El propósito de esa llamada era preguntarle si se podía hacer algo para liberar el cereal que actualmente está almacenado en Ucrania, porque la crisis alimentaria que se avecina, y que en algunos países africanos ya está presente, tendrá proporciones gigantescas y unas consecuencias humanitarias terribles ", afirmó Draghi en una comparecencia ante los medios.

La invasión de Ucrania, considerada el ‘granero’ de Europa, ha encarecido el precio de los alimentos en los supermercados europeos y dificultado el acceso a los mismos en otras partes del mundo. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la FAO, ya ha advertido de que esta guerra está amenazando la seguridad alimentaria en todo el mundo por el papel que tienen ambos países como gigantes exportadores de cereal y fertilizantes.

Ucrania, por sí misma, por ejemplo, generó comida en 2021 como para alimentar a 400 millones de personas, y el bloqueo de sus exportaciones estaría poniendo en riesgo de hambruna a una decena de países en Oriente Medio y el norte de África.

Juntos, Ucrania, con el 4% del cultivo mundial de trigo, y Rusia, con el 10%, produjeron en 2020 aproximadamente lo mismo que toda la Unión Europea, pero, según la FAO, en unos 50 países el trigo importado de ambos supone el 30% o más de lo que consumen. Entre lo producido, por ejemplo, está el millón y medio de toneladas de trigo que importó el Programa Mundial de Alimentos de la ONU para Yemen en 2020, y allí, en el este de África, Oxfam calcula en un reciente informe que cada 48 segundos muere una persona de hambre.

En el Foro de Davos, la directora general de la Organización Mundial del Comercio, Ngozi Okonjo-Iweala, anticipó que si no se logran abrir corredores seguros para sacar los cereales de Ucrania al resto del mundo, la crisis alimentaria puede prolongarse hasta 2024.