GUERRA EN UCRANIA

Huyendo de la guerra en Ucrania con 13 perros y 7 gatos

Los refugiados han traído consigo a sus mascotas, todas ellas de raza: Yorkshire Terrier, Beagle y Bull Dog Francés, entre los canes, y atigrados felinos de Bengala entre los mininos

Un Yorkshire Terrier de Ucrania, durante su revisión en una clínica veterinaria.

Un Yorkshire Terrier de Ucrania, durante su revisión en una clínica veterinaria. / COVIB

Iñaki Olaizola

Tuvieron que abandonar sus hogares de forma precipitada, pero no dejaron atrás a sus mascotas. Los refugiados ucranianos que han recalado en Mallorca han llegado acompañados de sus animales de compañía, a los que no se atrevieron a dejar en su país asolado por la guerra.

En total, han llegado con ellos trece perros y siete gatos a los que los responsables de Salud Pública y de la conselleria de Agricultura, los dos organismos competentes en estos casos, han "suavizado" los trámites que todos los animales procedentes de países extracomunitarios deben cumplir si quieren entrar en algún país miembro de la Unión Europea.

"Se han levantado las restricciones previas en frontera de forma urgente por la guerra para los animales procedentes de Ucrania de manera que ahora se están realizando en los países de acogida", explica Ramón García, responsable de zoonosis (enfermedades que se trasmiten de los animales al hombre) de la dirección general de Salud Pública que recuerda que en el país del este de Europa la rabia sigue siendo endémica.

El experto detalla que a Balears han llegado trece perros y siete gatos, dos de ellos a Menorca, "aunque puede haber alguno más", admite revelando que todas las mascotas son de raza. Así, entre los felinos predominan los elegantes y atigrados gatos de Bengala e incluso unos ucranianos llegaron con un ejemplar de cuatro meses de la espectacular raza de Maine Coon, una especie originaria del Estado norteamericano del mismo nombre que se caracteriza por su gran tamaño -puede alcanzar los nueve kilos de peso- y sus habilidades para cazar. "Cuando llegó tenía cuatro meses y ya parecía un gato adulto", recuerda García.

Entre los perros, más de lo mismo, de raza y fundamentalmente de pequeño tamaño para hacer menos complicado el traslado. Yorkshire Terrier, Chihuahua, Shih Tzu, Beagle y Bull Dog Francés han sido los peludos refugiados más frecuentes.

Aislamiento obligatorio

"Mientras la conselleria de Agricultura es la competente en salud animal, el tema de la rabia es un asunto de Salud Pública", deslinda jurisdicciones el técnico de esta dirección general recordando que esta enfermedad zoonótica viral está erradicada en este país desde los años 50/60. "España fue declarada país libre de rabia en 1979 y tan solo se declaró un caso en 2013 en Toledo sin víctimas mortales", detalla.

Las mascotas han llegado por vía aérea, marítima y terrestre (en vehículos particulares), revela García explicando que desde las pruebas a las que han sido sometidos estos animales para descartar el riesgo de que trajeran la rabia, "han de pasar un mínimo de tres meses aislados (el periodo de incubación del virus que la provoca oscila entre las 4 y las 8 semanas). Si ya están con sus dueños en los domicilios de acogida definitivos y estos tienen patio, les recomendamos que no salgan. Si no lo tienen, les pedimos que salgan a la calle periodos cortos, que eviten en lo posible que tengan contacto con otros animales y personas excepto con las que conviven y que, ante cualquier cambio en su estado de salud, contacten con urgencia con nosotros", detalla el protocolo un experto que minimiza el potencial peligro de estas mascotas señalando que la mayoría de ellas estaban vacunadas (de la rabia) y procedían de entornos urbanos donde esta enfermedad es más infrecuente.

Francisco Rigo, jefe de servicio de Ganadería, reitera que con estas mascotas, por cuestiones humanitarias, se han agilizado los trámites. Unos requisitos que, en un situación normal, hubieran impedido su entrada sin su correspondiente certificado de importación que facilita Sanidad Exterior previa comprobación de que el animal está vacunado, desparasitado y sin trazas preocupantes de anticuerpos de la rabia.

"Ya tenían bastantes problemas (los refugiados ucranianos) y se han suavizado incluso las cuarentenas para que pudieran estar con sus mascotas", concluye Rigo.

Vacunados y desparasitados

Para evitar problemas, se ha comprobado el estado vacunal de todos las mascotas. Si no lo estaban, han sido inmunizadas; si lo estaban desde hace menos de seis meses, han sido revacunadas; y si habían sido vacunadas en el transcurso del último año, se les ha realizado una analítica para determinar su nivel de anticuerpos contra la rabia y actuar en consecuencia. Asimismo, todos han sido desparasitados para evitar la propagación del Echinococcus granulosus, un parásito intestinal que puede provocar el quiste hidatídico en los humanos que precisa de operación para su extracción.