LATINOAMÉRICA

El 'quién es quién' de las decisivas elecciones de Colombia

Colombia se asoma a una jornada electoral decisiva que podría cambiar sustancialmente la vida de los colombianos si se confirman las encuestas y gana el candidato de la izquierda, Gustavo Petro. Su gran rival es el aspirante de la derecha Federico Gutiérrez, 'Fico', arropado por el 'uribismo', pero el independiente Rodolfo Hernández le pisa los talones.

Principales candidatos a las elecciones colombianas.

Principales candidatos a las elecciones colombianas.

Mauricio Bernal

Las presidenciales previstas para el próximo 29 de mayo en

Colombia

se anuncian como una cita decisiva: la que más puede cambiar la vida de los colombianos desde aquellas elecciones, hace 20 años, que le otorgaron la presidencia a Álvaro Uribe. Entonces subió al poder la derecha sin complejos, y esta vez puede hacerlo su némesis, por decirlo así: la izquierda sin complejos. Gustavo Petro se presenta como el candidato favorito de las encuestas, que le otorgan ventaja para ganar con solvencia en la primera vuelta, aunque no para lograr directamente la presidencia.

En la segunda vuelta todo se puede complicar, habida cuenta de que podría ser el voto ‘en contra’ el llamado a decantar la balanza, y de eso Petro también es un imán, como ya se demostró en las pasadas presidenciales. A continuación, un retrato de la situación a través de los personajes clave de la jornada electoral.

Gustavo Petro

El gran protagonista de estas elecciones es un antiguo miembro del M-19, la guerrilla de gestualidad grandilocuente que llegó a poner al país en jaque con la toma, en 1985, del Palacio de Justicia. Un exguerrillero. Que eso apenas tenga importancia habla de las cordenadas en que se mueven estos comicios. En efecto, de cara a esta cita electoral, a Petro lo define mucho más el hecho de no ser uribista, y en concreto: el de estar en las antípodas del uribismo. “Petro ha sido el gran opositor mientras el uribismo ha estado en el poder, y estas, más que unas elecciones polarizadas entre la izquierda y la derecha, en el fondo están polarizadas entre el 'uribismo' y el 'antiuribismo'”, explica Jorge Cardona, editor general del diario ‘El Espectador’.

El país lleva 20 años subido al tren del 'uribismo' y las encuestas indican un deseo mayoritario de cambio, sobre todo después del cuatrienio catastrófico del delfín uribista Iván Duque. Melba Escobar, escritora y columnista del diario ‘El Tiempo’, subraya que el uribismo está “desgastado” y ha llegado al punto de producir “saturación”, y dice que el contexto es muy distinto al de las pasadas elecciones, en las que Petro perdió en segunda vuelta con Duque.

“Duque está por los suelos y el 'uribismo' no tiene la fuerza de entonces, y por eso creo que las posibilidades de Petro de ganar son muy altas”. Inteligente, capaz, buen orador, con visión propia y experiencia de gestión (fue alcalde de Bogotá), a Petro lo lastra el temor que inspira en ciertos sectores su supuesta simpatía por las políticas 'castrochavistas'. Pero, como dice Pedro Piedrahita, profesor de Ciencia Política de la Universidad de Medellín, es una fama que ha calado en parte por la machaconería con la que el 'uribismo' se ha dedicado a darle pábulo.

“Hace poco terminé una investigación que pone en evidencia que las búsquedas de Gustavo Petro en Google por lo general están asociadas al comunismo y al 'castrochavismo', que son figuras creadas por el 'uribismo'”, dice. “Si Petro asusta es por lo que se ha construido en torno a su figura, porque algunos sectores políticos, después de la desaparición de las FARC, se han encargado de crear un nuevo enemigo interno que es él. Pero hay mucha desinformación”.

Federico Gutiérrez (‘Fico’)

El gran rival de Petro es el exalcalde de Medellín Federico Gutiérrez, ‘Fico’, el hombre que llega a la recta final electoral arropado por el 'uribismo' pero sin decirse a sí mismo 'uribista': le quitaría más votos de los que le daría, señal inequívoca del momento que vive el otrora poderoso movimiento. Derrotado su candidato en las primarias de la derecha, el 'uribismo' no tuvo más remedio que asumir las banderas de ‘Fico’.

En general, explica Cardona, “toda la política tradicional colombiana se está sumando a la candidatura de Gutiérrez y todos los sectores de oposición de los últimos tiempos están marcando distancia desde la candidatura de Petro”, que es otra manera de ver la polarización electoral. Defensor de la presidencia de Duque (uno de los pocos) y con un discurso escorado hacia el tema de la seguridad, a nadie le cabe duda de que ‘Fico’ representa la continuidad uribista, aunque no desposee rasgos de perfil propio: votó ‘sí’ en el referéndum por la paz, lo que el 'uribismo' tiene por sacrilegio.

“Aquí en Medellín todavía nos preguntamos cómo es posible que un político tan mediocre como ‘Fico’ tenga a estas alturas más posibilidades de ser presidente que Fajardo, que también fue alcalde, pero con muchos más logros y reconocimiento”, reflexiona Piedrahita. “Pero precisamente, todo forma parte del contexto”. 

Se refiere a Sergio Fajardo, candidato del centro relegado a desempeñar un papel testimonial en la contienda electoral. Y se refiere al contexto: esa feroz polarización rampante. “Si bien ‘Fico’ representa la continuidad, muchos están dispuestos a votarlo por todo aquello del 'castrochavismo' y de que nos vamos a convertir en Venezuela si gana Petro, esa propaganda que el 'uribismo' lleva años repitiendo por ahí”.

Sergio Fajardo

La obsolescencia de Sergio Fajardo en las elecciones colombianas es la obsolescencia del centro, víctima, más allá de los errores propios, de ese encono entre los extremos que arrastra con todo. Fajardo es el hombre que todos intuyen que sería un buen presidente, incluso un gran presidente, pero el momento histórico lo expulsa a los márgenes. Petro ronda el 40% en las encuestas (a veces lo supera con creces), ‘Fico’ no pasa del 30% (a veces más cerca del 20%) y Fajardo se conforma con las migajas: el 6%, el 7%.

“Mi opinión es que el centro representa una mirada a largo plazo, y lo cierto es que en este momento nadie en Colombia está dispuesto a mirar tan lejos, y en parte con razón, pues hay cosas muy urgentes que resolver”, dice Escobar. “Para mí, el fracaso del centro”, añade Cardona, “es el reflejo de cómo Sergio Fajardo no supo desarrollar una idea que convenciera y sedujera a la sociedad colombiana. Al final resultó que no fue un líder suficiente para sostener un centro político que convenciera a la ciudadanía”.

Francia Márquez

Activista por el medio ambiente, defensora de los derechos humanos, feminista, de extracción pobre, mujer y negra, la fórmula vicepresidencial de Petro es la sensación de estas elecciones. Francia Márquez está llamada a movilizar el voto de opinión y a tenor de las encuestas ya está generando un llamativo entusiasmo entre los más jóvenes. “Es increíble ver la atracción que sienten por ella, por lo que representa, por ser mujer, negra y de clase baja”, dice Piedrahita.

Para Escobar, su presencia en la contienda electoral tiene un poder simbólico “muy poderoso”, ya que representa “lo que muchos colombianos quisieran ver en el poder en un país como este, racista y clasista”. “Estamos ante unas elecciones que tienen una gran carga simbólica: un presidente de izquierdas, antiguo guerrillero, con una vicepresidenta negra, de orígenes humildes, significaría mucho en un país que siempre ha sido gobernado por las élites”, añade.

César Gaviria

Dos partidos se repartieron el poder durante el siglo XX colombiano: el Partido Liberal y el Partido Conservador. Se les llama “partidos tradicionales”, y desde el cuatrienio de Andrés Pastrana (conservador, 1998-2002) no ponen presidentes en la Casa de Nariño. Lo cual no implica que no tengan poder: lo tienen en abundancia, sobre todo en las provincias, y aún son capaces de movilizar miles de votos. Por eso había expectativa sobre a quién endosaría su apoyo César Gaviria, el controvertido jefe de los liberales, si a Petro o a ‘Fico’: se decidió por el segundo, traicionando, según muchos, el espíritu de un partido que, según otros, ya hace tiempo que se había traicionado, y de muchas maneras.

“Nunca se puede subestimar el apoyo que puedan dar los partidos tradicionales. Las maquinarias políticas mueven muchos votos”, dice Cardona. Para Piedrahita, “Gaviria salió a decir que estaba con Fico, pero en las regiones hay muchos líderes liberales que están con Petro, y dado que hay una inconformidad interna tremenda con Gaviria, muchos pueden ver la oportunidad de darle el golpe. Creo que los liberales de las regiones van a votar más por Petro que por ‘Fico’”.

Betancourt, Hernández…

La larga campaña ha deparado unos secundarios de lujo, como Íngrid Betancourt, que a estas alturas medita la posibilidad de retirar su candidatura para sumar fuerzas con Fajardo (del que previamente se había desmarcado). Dice que así el centro tendría posibilidades de pasar a la segunda vuelta, pero los números la desmienten. Se podría escribir un libro sobre la impericia política de la mujer a la que hizo famosa su secuestro a manos de las FARC, pero lo cierto es que ni antes ni después de ser secuestrada ha tenido verdaderas posibilidades de llegar a la Casa de Nariño.

Secundario inopinado, en cambio, es el empresario y antiguo alcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández, cuya intención de voto ha crecido tanto que en las últimas encuestas ya le pisa los talones a ‘Fico’. “Hernández puede dar la sorpresa”, advierte Piedrahita. Con un discurso basado en la lucha contra la corrupción, sus modos campechanos y cierto tufo populista, Hernández está arañando votos en el centro y la derecha. Es la gran incógnita.