EEUU

Cómo el terrorista supremacista blanco de Buffalo usó las redes para amplificar su matanza

El autor del atentado se radicalizó en los foros más oscuros de internet, difundió su manifiesto conspirativo y retransmitió en directo en Twitch el asesinato de 10 inocentes

Payton Gendron, de 18 años, presunto autor del atentado supremacista de Búfalo (NY).

Payton Gendron, de 18 años, presunto autor del atentado supremacista de Búfalo (NY). / Reuters

Carles Planas Bou

Estaba todo planeado. El pasado sábado, 14 de mayo, Payton Gendron se enfundó en un traje militar, agarró su arma automática y se subió a su coche para dirigirse al Tops Friendly Market, un supermercado situado en un barrio predominantemente negro de Buffalo, en Estados Unidos.

Antes, había activado la cámara conectada a su casco para retransmitir como disparaba y asesinaba a sangre fría a 10 personas. En su momento de máxima audiencia, el directo emitido por Twitch reunió a tan solo 22 espectadores. Seis días después, el vídeo de la matanza se ha propagado por los rincones más oscuros de internet, acumula millones de visualizaciones.

Este atentado terrorista pone de nuevo en relieve como el supremacismo blanco utiliza las redes sociales para amplificar su propaganda y captar así nuevos adeptos a su causa. Además de retransmitirla en directo como si fuese un videojuego, el presunto autor de la masacre –de tan solo 18 años— colgó un manifiesto racista de hasta 180 páginas con sus intenciones en foros en línea como Discord4chan 8kun, estos dos últimos conocidos por albergar todo tipo de contenido, desde pornografía infantil a escabrosos asesinatos, y por ser la cuna del movimiento conspiranoico trumpista QAnon. “ESTÁ SUCEDIENDO: ESTO NO ES UN SIMULACRO”, escribió.

witch, propiedad de Amazon, explicó al 'Washington Post' que eliminó el vídeo dos minutos después de que se iniciase el ataque. Aún así, al menos un usuario lo descargó y difundió en otras plataformas, desde grandes espacios como Facebook o Twitter a canales supremacistas y neonazis en redes como Telegram. Facebook hasta tardó 10 horas en eliminar vídeos que esquivaron sus controles.

"El hecho de que un individuo pueda publicar planes detallados para cometer tal acto de odio sin consecuencias, y luego transmitirlo para que el mundo lo vea es escalofriante e insondable", expuso este miércoles la fiscal general de Nueva York, Letitia James, que investigará el rol de las redes sociales en el atentado.

Propaganda del terror

Desde el supremacismo blanco al yihadismo, las redes sociales se han convertido en un elemento indispensable de la propaganda terrorista. Más allá de sus proclamas conspiranoicas, los vídeos han logrado ser un producto de impacto tanto para atemorizar a sus víctimas como para seducir a sus adeptos, que consumen la barbarie como un producto de reafirmación ideológica.

En su manifiesto, el terrorista de Buffalo explica que, aburrido durante la pandemia, encontró en 4chan el vídeo de la matanza de Christchurch, en Nueva Zelanda. En 2019, el fascista Brenton Tarrant atacó dos mezquitas y asesinó metódicamente a 51 personas, retransmitiéndolo todo en directo durante 17 minutos en Facebook Live. Antes, había discutido compartido con los usuarios de foros como Reddit y 4chan la teoría del ‘Gran Reemplazo’, una conspiranoia supremacista –amplificada y normalizada en todo el mundo por figuras como Trump, Abascal, Bolsonaro o Orbán— que cree que el feminismo, la inmigración y el progresismo buscan causar un “genocidio blanco”.

El acceso a ese documento, aún fácil de encontrar en internet, inspiró el ataque de Buffalo. Gendron siguió de forma metódica los pasos de otros terroristas. Como ya hizo en 2019 el antisemita que asesinó a dos personas en Halle, Alemania, el el ultra estadounidense pasó de usar Facebook –cuyos usuarios son mayores– a Twitch para asegurarse así un mayor impacto. "Transmitir en directo este ataque me da cierta motivación en el sentido de que sé que algunas personas me van a animar", escribió antes de ejecutar a diez inocentes.

En las cloacas de internet, el terrorista de Buffalo ha aprendido a dejar rastros propagandísticos de su obra para los que vengan más adelante. Métodos teatrales y efectistas como el vídeo, pero también otros más rudimentarios. Ya en 2011, el neonazi noruego Anders Breivik dejó publicadas en un manifiesto las ideas que le llevaron a asesinar a 77 personas. Esas mismas conspiraciones racistas son las que este sábado bañaron de sangre un supermercado de Buffalo.