IRLANDA DEL NORTE

El Sinn Féin se dirige hacia una victoria histórica en Irlanda del Norte

Dos mujeres, sin vínculos con la lucha armada, están al frente del éxito de la formación nacionalista

El antiguo partido proscrito vinculado al IRA se ha convertido en fuerza de izquierdas con un ambicioso programa social

Michelle O’Neilly y Mary Louise McDonald, las dos líderes de Sinn Féin.

Michelle O’Neilly y Mary Louise McDonald, las dos líderes de Sinn Féin. / JASON CAIRNDUFF / REUTERS

Ningún partido nacionalista, ningún católico, ha gobernado en Irlanda del Norte en el siglo de existencia de la provincia, desde la partición de la isla. Eso puede cambiar ahora si el Sinn Féin es el más votado en las elecciones autonómicas del jueves como indicaban los resultados aún parciales. El gran analista de la BBC John Curtice no duda en que los republicanos lo conseguirán y es también muy probable que obtengan el mayor número de los 90 escaños en la Asamblea autonómica de Belfast.

El Sinn Féin alcanzaría con estos cálculos un 27% , el Partido Unionista Democrático (DUP) 24%, el Partido de la Alianza 16%, el Partido Unionista del Ulster (UUP) 11% el Partido Socialdemócrata y Laborista (SDLP) 8%, Voz Tradicional Unionista (TUV) 7%. Los resultados definitivos se conocerán este sábado y de confirmarse las previsiones los nacionalistas habrían conseguido un avance histórico hacia la futura unidad de Irlanda. Su victoria pondría una gran presión en el Acuerdo de Viernes Santo que en 1998 puso fin al conflicto armado en la provincia británica.

Imagen más aceptable

El Sinn Féin ya fue la fuerza más votada en el sur de la isla en las elecciones generales del 2020. El partido asociado durante décadas con el terrorismo del IRA ha recorrido un ascenso imparable en las urnas. Poco a poco se ha ido desprendiendo del legado de sangre que los convertía en proscritos para muchos votantes. Ha sido un largo camino que comenzó a dar beneficios electorales a partir del Acuerdo de Paz hace casi 25 años, tras un conflicto que costó 3.500 vidas. Metidos en el juego democrático, el reemplazo de los líderes vinculados a la lucha armada fue determinante. Cambio generacional y lavado de imagen.

La actual presidenta, Mary Lou McDonald, recibió el relevo en el cargo en el 2018 de Gerry Adams. Esta dublinesa de 53 años, madre de dos hijos, creció en una familia de clase media, se educó en un colegio privado, hizo sus primeros y breves pinitos en política con el Fianna Fáil y jamás ha estado vinculada al IRA. Popular, inteligente, su propio acento, muy diferente del de aquellos encapuchados del norte o el del propio Adams, cuando se pudo escuchar su verdadera voz, ha hecho al Sinn Féin más aceptable.

Con especial tirón entre las mujeres y los jóvenes, que no vivieron los años de atentados y ejecuciones diarias, ha reconvertido una formación marginal en el sur en la alternativa progresista de izquierdas, volcada en problemas sociales, como la escasez de la vivienda social o las deficiencias sanitarias, capaz de plantar cara a los dos grandes partidos tradicionales.

Nuevas generaciones

En Irlanda del Norte, la política del partido es más centrista, a la búsqueda de nuevos simpatizantes, dado que en la comunidad nacionalista ya han cubierto el máximo cupo. La vicepresidenta del Sinn Féin es otra mujer, Michelle O’Neill, de 46 años hija de un antiguo prisionero del IRA, llamada a ser la nueva ministra principal de la autonomía. En el pasado trabajó con Martin McGuinness, otro histórico, ya fallecido, implicado directamente en la lucha terrorista, que supo después "reciclarse" como político, gobernar con los unionistas y llegar estrechar la mano de la reina de Inglaterra.

El Sinn Féin opera con un rígido control interno, pero a la hora de adaptar sus estrategias a la búsqueda de nuevos votantes es bastante moldeable. Cambia, evoluciona, se adapta a las circunstancias del momento y el lugar. Algunas de sus promesas, a veces populistas, atraen a las nuevas generaciones. Factores como el aumento demográfico de la población nacionalista, predominantemente católica, y las divisiones internas en la comunidad unionista le favorecen en Irlanda del Norte.

Las dificultades y el impacto del brexit pueden allanar el camino, según O’Neill, hacia la unidad de la isla y de esa forma "recobrar la ciudadanía europea que nos han robado". La celebración de un referéndum, que pude tardar aún años, figura en el programa del Sinn Féin y es "una parte integral" del Acuerdo de Viernes Santo. “Ha habido un cambio sísmico en la sociedad, particularmente después del Brexit, al que nosotros nos opusimos y nos ha sido impuesto”, ha declarado esta semana O’Neill para añadir: "Creo que mucha gente está considerando su posición constitucional".